Rosoboronexport, la firma estatal rusa dedicada a la exportación de armas, planea aumentar en los próximos cuatro a cinco años el volumen de ventas de armamento y equipamiento militar a África.
La iniciativa surge en medio de acusaciones de que Moscú provee de armas a contrabandistas, contribuyendo así con los conflictos en el continente africano, devastado por las guerras.
"Hemos revivido nuestros contactos con todos los países africanos que solían ser compradores tradicionales de armas soviéticas", dijo en una conferencia de prensa el director general de Rosoboronexport, Anatoly Isaykin.
Rusia es el segundo mayor exportador de armas, luego de Estados Unidos.
"En los últimos años se han vuelto evidentes cambios positivos en la cooperación militar y técnica de Rusia con estados africanos", dijo a IPS en una entrevista el subdirector de Rosoboronexport, Viktor Komardin.
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"Pese a la intensa competencia en el mercado, la exportación de armamento por parte de Rusia desde 2001 ha alcanzado un crecimiento estable y en 2008 llegó a un volumen elevado. La expansión de los volúmenes de suministro se manifiesta a sí misma en el crecimiento de productos rusos en diferentes países y regiones del continente", afirmó.
Bright Simons, investigador de asuntos rusos y sino-africanos en Imani, organización de expertos con sede en Accra que apoya una economía de mercado, dijo a IPS que aunque la mayor parte de las exportaciones rusas van a ex aliados de la Guerra Fría, en África se venden de modo clandestino toda clase de armas pequeñas seleccionadas más accesorios.
"Lo más preocupante es que Rusia parece estar vendiendo cada vez más armas fuera de los canales oficiales hacia círculos de contrabando, sosteniendo así feroces conflictos locales en todo el continente", señaló Simons.
"El comercio ilegal de armas rusas es, por definición, imposible de capturar totalmente, pero debería estar en torno a por lo menos 20 por ciento de la cifra oficial, a juzgar por la proporción de proliferación de conflictos en África central", agregó..
Entre 2000 y 2007, los estados africanos compraron armas a Rusia por valor de 1.100 millones de dólares.
"Una tendencia importante, sin embargo, es que China parece estar suplantando a Rusia como proveedora de opciones para pequeños vendedores de armas", dijo Simons desde Accra.
Komardin reconoció que África es una región de hostilidades. La confrontación pasó a la esfera de los depósitos minerales y entre los principales antagonistas están Occidente y China, dijo. Rusia tiene sus propios recursos naturales y no tiene que tomar parte en esta "búsqueda del tesoro", alegó.
Pero Isaykin dijo que Rusia estaba lista para ofrecer a los potenciales clientes en África formas de pago "alternativas y flexibles" para adquirir equipamiento militar.
Esto incluye la creación de empresas de riesgo compartido en las industrias pesquera, minera y petrolera, derechos exclusivos para la exploración de recursos naturales en países africanos y entregas de productos tradicionales como diamantes, algodón y café.
"Estos ofrecimientos les dan a nuestros clientes africanos oportunidades adicionales para adquirir equipamiento militar de factura rusa", agregó Isaykin.
La mayor dificultad en regiones tan sensibles es que el exportador de armamentos debería seguir el criterio de "evitar el daño". "Es por eso que damos tanta atención a la política de Estado dentro del marco de la cooperación técnico-militar", sostuvo Komardin.
"Nuestro armamento es suministrado de modo de evitar alterar el precario equilibrio militar y político en las regiones", añadió.
Rosoboronexport también está construyendo sus relaciones con la Unión Africana, en base al equipamiento y entrenamiento de las fuerzas de consolidación de la paz. Los helicópteros, vehículos de combate mecanizados y armas pequeñas procedentes de Rusia son útiles para desafiar las condiciones africanas.
Desde el colapso soviético (1991), la influencia de Moscú ha disminuido considerablemente, pero al analizando la situación de modo objetivo, "Rusia continúa jugando un rol significativo en la resolución de conflictos y aplicación de la paz en el continente", dijo a IPS Dmitry Bondarenko, subdirector del Instituto de Estudios Africanos de la Academia Rusa de Ciencias en Moscú.
Como contrapunto a la posición de que especialmente el comercio de armas pequeñas alimenta las varias guerras civiles en África, Bondarenko alegó que, "además de Rusia, la mayoría de los países occidentales y China y Brasil están involucrados" en esta práctica.
"Creo que si Rusia, o cualquier otro país, deja de vender armas a África, esto no resultará en un fin inmediato a los conflictos, como algunos alegan. Las partes involucradas en estos conflictos interminables en África fácilmente hallarán otras fuentes para comprar y asegurarse las armas", dijo.
"Estoy seguro de que el comercio de armas profundiza más los conflictos, pero de ninguna manera es la causa principal", agregó Bondarenko.
Los conflictos son el resultado de una combinación de problemas internos de la sociedad de África —diferencias étnicas y religiosas, la lucha por el poder y una economía débil— y los intereses de corporaciones occidentales, sostuvo.
Hay ejemplos vívidos de conflictos centrados en torno a la extracción de diamantes y otros minerales en África occidental y austral.
La ex Unión Soviética suministró armas a muchos países africanos sobre una base ideológica en su enfrentamiento con Occidente, pero ahora Rusia busca la venta de armas como un ejercicio comercial.
Los importadores tradicionales de armas rusas de Rosoboronexport incluyen a Argelia, Angola, Botswana, Burkina Faso, Etiopía, Libia, Marruecos, Mozambique, Namibia, Sudáfrica y Uganda.
Los tipos más populares de armas compradas a Rusia son los aviones de combate Sukhoi y MiG, sistemas de defensa aérea, helicópteros, tanques de batalla, vehículos blindados y de combate para infantería.
Rusia también mantiene posiciones tradicionalmente fuertes en las ventas de armas pequeñas y ligeras, y sistemas de misiles antitanques y tierra-aire.
Los países africanos son atraídos por la "confiabilidad y los precios competitivos" de las armas rusas.
Los helicópteros hechos en Rusia tradicionalmente se han encontrado con una alta demanda en África. Según varias fuentes, Rusia ha suministrado a países africanos alrededor de 700 helicópteros, entre ellos los de ataque Mi-24/35 Hind.
"Estamos ofreciendo una variedad de servicios de post-venta a nuestros clientes tradicionales, priorizando servicios de reparación de helicópteros, así como aviones de combate MiG-23, MiG-27, MiG-29 y Su-24, y también entrenamiento para pilotos", dijo Isaykin.
En los últimos años, Rusia se ha esforzado por recuperar su ventaja competitiva en el comercio mundial de armas. En 2007 vendió productos por 7.400 millones de dólares y se dispuso a impulsar sus exportaciones en este rubro a 8.000 millones de dólares para fines de 2008.
Con la mira en expandir sus ventas, Rusia cerró acuerdos intergubernamentales sobre cooperación técnico-militar con la mayoría de los estados africanos y estableció comisiones bilaterales, intergubernamentales e interdepartamentales, como parte de la cooperación.
Ahora, el objetivo es garantizar la efectividad de estos mecanismos y enriquecer las declaraciones de intención con programas de cooperación a largo y mediano plazo.