La derecha deberá esforzarse como nunca antes en El Salvador para no perder el gobierno en las elecciones del 15 de marzo a manos del otrora guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Los analistas consultados por IPS coinciden en que todavía es imposible predecir resultado alguno, pese a que el FMLN se mostró apto para llevar a la izquierda al gobierno por primera vez en la historia del país al obtener 42,6 por ciento de los votos en los comicios legislativos y municipales del 18 de enero, casi 100.000 más que su principal adversario, la gobernante Arena.
Para el politólogo Álvaro Artiga, los resultados de la contienda de marzo dependerán del comportamiento de un segmento importante del electorado que no acudió a las urnas en enero. Es que sólo votaron 54 por ciento de los 4,2 millones de habilitados en este país con 5,7 millones de habitantes.
Artiga entiende que, si el FMLN quiere llegar al gobierno, deberá "superar cuantitativamente su voto duro (incondicionales) y sumar al menos otros 170.000" que le permitan superar el 50 por ciento más uno de los votos válidos, que son los requeridos para ganar la presidencia en primera vuelta.
La izquierda tiene confianza en que esa convocatoria la logre el carisma de su candidato presidencial, Mauricio Funes, quien aparece como favorito en todos sondeos de opinión sobre su principal rival, Rodrigo Ávila, de Arena (Alianza Republicana Nacionalista).
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A juicio de este analista, Arena aumenta sus posibilidades notablemente en una segunda vuelta electoral, debido a que recibiría los votos de los seguidores del resto de los partidos de derecha y centro.
En la contienda de enero, el FMLN triunfó en 96 de los 262 municipios y obtuvo 35 de los 84 escaños del parlamento unicameral, que sin embargo seguirá dominado por la alianza integrada por Arena, con 32 legisladores, y los partidos Conciliación Nacional (PCN), que suma 11, y Demócrata Cristiano (PDC), con cinco.
El representante del centroizquierdista Cambio Democrático (CD) completa el cuerpo legislativo que asumirá el 1 de mayo, al igual que los alcaldes electos en esa misma instancia.
El escrutinio definitivo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) dio como resultado 943.288 votos para el FMLN, 852.458 para Arena, 193.891 para el PCN, 153.604 para el PDC y 46.964 para el CD. En tanto, el Frente Democrático Revolucionario (FDR) logró sólo 25.737 sufragios, lo cual hace que pierda su personería legal según el código que exige 50.000 o un diputado.
Todas las encuestas previas daban como favorito al FMLN con ventajas entre los 5,7 y los 14 puntos porcentuales.
El único resultado no proyectados en las investigaciones fue el de la alcaldía de San Salvador, que tras cuatro periodos consecutivos gobernada por la izquierda pasó a manos de Arena. De cualquier modo, el FMLN gobernará 38 municipios más que en la actualidad, mientras que Arena bajó de 147 a 121.
El FMLN logró un "incremento notable" del número de alcaldías que gobernará y más diputados, lo que se "podría traducir en votos importantes" para los comicios de marzo, resaltó el politólogo Luis González. El candidato presidencial de la izquierda podría "dar la sorpresa" si logra "arrastrar votos nuevos", explicó el experto, quien por más de 20 años dirigió la desaparecida revista de análisis Proceso de la Universidad Centroamericana.
La pregunta de si Funes será capaz de atraer esos nuevos votantes aún no se puede responder, advirtió González.
Pero en el caso que lo logre, el FMLN "tendrá que negociar con el resto de fuerzas políticas" para poder conseguir estabilidad política e impulsar sus planes de gobierno, según Artiga. Ese análisis fue avalado por Gerson Martínez, diputado y coordinador del programa de gobierno del partido de izquierda, quien aseguró a IPS que Funes "promoverá un estrategia de negociación con los distintos partidos políticos representados en el parlamento" en caso de llegar al gobierno.
En medio de este reacomodo electoral, observadores internacionales han señalado una serie de falencias que aquejan al sistema electoral y que despiertan suspicacias en la sociedad civil y los mismos organismos verificadores sobre la transparencia de los comicios.
El jefe adjunto de la misión de observadores de la Unión Europea (UE), el español José Antonio de Gabriel, manifestó que, si bien la jornada electoral de enero transcurrió de forma "pacífica" con una concurrencia bastante aceptable, la campaña previa "fue levemente ensombrecida por enfrentamientos aislados entre militantes".
Gabriel comentó a IPS que es imperioso una reforma sustancial del sistema para superar una serie de anacronismos, también señalados por organizaciones sociales, como el control partidario de las autoridades electorales. La actual composición del TSE refleja los resultados de los comicios de 2004 y por eso la presidencia del cuerpo está en manos de un representante de Arena.
Un informe de la misión de la UE, conformada por 42 observadores de 15 países, señala que deberían implementarse reformas de la Constitución y legislativas para sustituir el actual modelo por uno que promueva "eficiencia e independencia del organismo electoral".
El documento de 13 páginas, también apunta que la cobertura "de algunos medios de comunicación" beneficiaba a Arena y perjudicaba expresamente al FMLN.
Entre otras falencias, indican los observadores, está la ausencia de fiscalización de los gastos e ingresos de los partidos políticos, tardanza en la transmisión de resultados y el desarrollo de campañas proselitistas anticipadas.
"Es especialmente necesaria una reforma que permita" votar a los más de dos millones de salvadoreños residentes en el extranjero. Todo esto para garantizar reglas del juego razonablemente equitativas", añade el documento de los delegados de la UE.
Además de la misión de la UE, también desplegaron observadores en enero la Organización de Estados Americanos, la estatal Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, universidades y organizaciones la sociedad civil.