METAS DEL MILENIO: Saneamiento en movimiento

El Año Internacional del Saneamiento terminó el 31 de diciembre de 2008 con 2.600 millones de personas aún sin instalaciones básicas, pero hay motivos para la esperanza, según Therese Dooley, alta consejera de Unicef en la materia.

Cientos de instituciones trabajan junto con gobiernos y con agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para construir sistemas seguros e higiénicos de eliminación de desechos, así como para cambiar normas culturales con el fin de que las comunidades pobres abandonen prácticas insalubres como la defecación al aire libre.

"Es casi como un movimiento social. Se trata de que todos trabajen juntos", dijo Dooley a IPS.

IPS dialogó con ella en la sede de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), en Nueva York.

IPS: Según estadísticas de la ONU, cada 20 segundos muere un niño como consecuencia del mal saneamiento. Es decir, 1,5 millones de muertes prevenibles cada año. ¿Cómo espera Unicef ayudar a resolver este problema mundial?

THERESE DOOLEY: El saneamiento es un enorme problema para los niños. Actualmente tenemos operativos proyectos de agua, saneamiento e higiene en alrededor de 96 países.
[related_articles]
Me refiero específicamente a saneamiento e higiene porque no se puede distinguir uno del otro. Aun cuando se construyan letrinas y retretes, éstos deben usarse adecuadamente. Allí es que aparece el componente de la higiene. De hecho, lavarse las manos con jabón luego de usar el retrete es crucial, porque a la omisión de ese paso se le atribuye aproximadamente 44 por ciento de las enfermedades diarreicas.

Uno de nuestros grandes éxitos es el criterio de Saneamiento Total Liderado por la Comunidad. Básicamente, se cumple siguiendo un modelo donde las comunidades trabajan para sí mismas a fin de mejorar su propio saneamiento.

Nos estamos apartando de la idea de letrinas individuales subsidiadas, que pueden ser sustentables o no. Estamos obteniendo resultados extremadamente positivos en Asia y África.

En Zambia, por ejemplo, fue introducido hace un año, empezando con 12 comunidades. Lo que ocurre es que todo el proceso es seguido mediante la unión de la comunidad, que es la que decide hacer un cambio.

No se trata de demostrarle vergüenza a la comunidad. Se trata del orgullo, y de que la comunidad quiera ser limpia y librarse de la defecación a cielo abierto. En un plazo de tres meses, las 12 comunidades se declararon libres de esta práctica. Ahora las cifras hablan de unas 100 comunidades sin defecación al aire libre en Zambia.

Y no es sólo Zambia. Es Sierra Leona, Mozambique y Camboya.

IPS: ¿Cómo ayudó el Año Internacional del Saneamiento a concentrar la atención sobre los problemas del saneamiento, mayoritariamente en el mundo en desarrollo?

TD: El Año Internacional del Saneamiento tuvo muchos logros. La meta general fue aumentar la conciencia entre varios grupos objetivos diferentes. Principalmente, buscamos influir en la administración de la asistencia —en los gobiernos e implementadores—, pero también en el público en general. Los resultados preliminares fueron realmente positivos.

Así que en algunos países se implementaron políticas de saneamiento, en otros se comenzó a observar estrategias, o a desarrollar criterios de saneamiento. En algunos países eso significó un aumento de la asignación presupuestaria hecha por el gobierno.

También evaluamos los donantes multilaterales y bilaterales. ¿Acaso hicieron algo especial por el saneamiento? ¿Aumentaron sus asignaciones presupuestarias? Pienso que, en general, la prueba llegará en los próximos seis a ocho meses. No creo que el año se haya terminado, sino que acaba de empezar para el saneamiento.

IPS: ¿Hay estimaciones de cuánto financiamiento se necesita para brindar un saneamiento adecuado a los 2.600 millones de personas que padecen su falta? ¿Qué parte de ese financiamiento está disponible ahora?

TD: Hay una enorme diferencia de opiniones porque en algunos casos se necesitan inversiones mucho más elevadas para la infraestructura urbana si se quiere instalar sistemas de saneamiento a gran escala, y también en áreas rurales. Pero hay que hacer ambas. Y la cuestión es cuánto se necesita, entonces, para el mantenimiento y las reparaciones en curso.

Cuánto se invierte actualmente es una pregunta muy difícil de responder, igual que cuánto más se necesita. Porque uno de los problemas con el saneamiento es que no tiene su propio ministerio, o su propia línea de inversión. Puede dividirse entre el Ministerio de Ambiente, el de Desarrollo Urbano, el de Desarrollo Rural, el de Salud…

Pero la realidad es que todavía no se invierte lo suficiente en saneamiento. No estamos ni cerca de lo que se necesita.

IPS: ¿Los países en desarrollo hacen lo suficiente para resolver el problema? ¿Qué éxitos se constataron en ellos?

TD: Hay países que realmente han logrando una cobertura tremenda. Malawi y Sri Lanka, entre otros, tienen una cobertura prácticamente total. No lograremos los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, pero también se aprecian estas joyas, que se están desempeñando muy bien.

El cambio es realmente deseado, y la gente está cambiando y moviéndose. Toda la cuestión es cómo daremos el siguiente paso.

El Año Internacional del Saneamiento nos dio motivación y aliento para hacer algo, y ahora es preciso que esto no se detenga. Seguir trabajando con nuestros colegas y gobiernos en el mundo en desarrollo, no sólo para lograr el Objetivo del Milenio sobre agua y saneamiento, sino para obtener los mejores resultados para los demás. Porque el saneamiento afecta a las niñas, a la educación, a la salud y a la economía. Mejorar el saneamiento tiene muchos beneficios, pero como es tan básico la gente tiende a olvidarse de él.

IPS: ¿Cuál es el papel del sector privado y las organizaciones no gubernamentales? La Asociación Mundial del Retrete, con sede en Seúl, financia proyectos de saneamiento en varias naciones en desarrollo, entre ellas Ghana, Sudáfrica, Camerún, Mongolia, Indonesia y Laos. ¿Qué piensa sobre esto?

TD: El rol de las organizaciones no gubernamentales y el sector privado es enorme en todo el proceso. Unicef trabaja con los gobiernos y a través de otros socios como las organizaciones no gubernamentales, comunitarias y religiosas y el sector privado.

Pienso que esto es crucial para el saneamiento. Esto es casi un movimiento social. El rol de las organizaciones no gubernamentales es muy importante, así que trabajamos con muchas de ellas. La WTA es una de cientos de organizaciones no gubernamentales que trabajan activamente en materia de saneamiento.

Sin esas organizaciones, sin gente que esté en el terreno, ya sea del gobierno o no, no podemos hacer el saneamiento. Se trata de que todos trabajemos juntos.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe