Los ministros del Interior de los 27 países de la Unión Europea (UE) estudiarán este jueves en Bruselas si reubican y bajo qué condiciones a 60 prisioneros del centro de detención que Estados Unidos tiene en su base militar de Guantánamo, Cuba.
De los 240 prisioneros que permanecen en Guantánamo, 60 fueron exonerados por las autoridades estadounidenses y deben ser recibidos por los países de la Unión Europea (UE), urgieron las organizaciones no gubernamentales Reprieve, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y el Centro para los Derechos Constitucionales.
Las cuatro entidades de derechos humanos que abogan por el cierre de la cárcel de Guantánamo urgen a los ministros a brindar un lugar seguro para 60 hombres, que temen ser perseguidos o torturados si los trasladan a sus países de origen.
La prisión de Guantánamo es responsabilidad de las autoridades estadounidenses, pero los activistas sostienen que Europa tiene un deber moral y debe asegurarse que quede vacía.
Muchos gobiernos del bloque actuaron en connivencia con las llamadas "entregas extraordinarias", el programa de detención y tortura clandestino montado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).
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"Europa no tiene las manos limpias", señaló Zachary Katznelson, de la organización británica de derechos humanos Reprieve, que brinda asistencia legal a presos que no tienen recursos para pagar su defensa.
Katznelson es abogado de 30 prisioneros de Guantánamo.
La UE "desempeñó un papel muy, muy sucio al dejar que los aviones de la CIA surcaran su espacio aéreo y se aprovisionaran de combustible" en su territorio.
Alemania, Estonia, Finlandia, España, Estonia, Francia, Irlanda, Letonia, Lituania y Portugal se mostraron dispuestos a permitir que los prisioneros se radiquen en Europa. Pero Austria, Dinamarca y Holanda se mostraron reacias a la medida.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se comprometió a priorizar al cierre de Guantánamo. El mes pasado decretó el cierre de la cárcel en el plazo de un año.
Los 60 hombres están entre los 240 prisioneros que quedan en el centro de detención de Guantánamo, sinónimo de violaciones a los derechos humanos en el marco de la "guerra contra el terrorismo" lanzada por el ex presidente George W. Bush (2001-2009).
Hay otros 150 detenidos, también exonerados y originarios de Argelia, China, Egipto, Libia, Túnez y Uzbekistán, que temen regresar a sus países.
No se presentaron cargos de terrorismo, u otros delitos, contra los 60 prisioneros mencionados por las organizaciones de derechos humanos.
Katznelson revisó los archivos judiciales de esos hombres, pero tiene prohibido hablar de su contenido. Sin embargo, señaló que "lo que no hay allí son pruebas de que esos hombres representan una amenaza para ti o para mí si hoy andan por la calle".
Binyam Mohammad, liberado en Gran Bretaña tras pasar más de cuatro años en la prisión de Guantánamo, alegó esta semana que los servicios de inteligencia británicos ayudaron con preguntas a los interrogadores de la CIA.
Originario de Etiopía, Mohammad vivía en ese país, pero fue secuestrado en Marruecos, donde fue torturado.
Reprieve, que le brinda asistencia legal, sostuvo que no hay ninguna duda de que Gran Bretaña fue cómplice de los malos tratos a los que fue sometido.
Ahmed Belbacha, otro prisionero de origen argelino, vivía en ese país. Tras recibir amenazas de extremistas islámicos en Argelia pidió asilo en Gran Bretaña en 1999, pero al serle negado se mudó a Pakistán, donde fue detenido.
"Belbacha permanece en una caja de acero de dos por tres metros" porque Londres le negó ayuda, señaló Katznelson. "Es como haber sido enterrado en una tumba sobre el suelo".
"El papel de Europa en Guantánamo es enorme", sostuvo Camilla Jelbart, de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres. "Llegó la hora de cerrar en conjunto ese oscuro capítulo de la historia".
Pero los países europeos no han ofrecido asistencia concreta para reubicar a esas personas, apuntó. El gobierno de Bush conversó con representantes de 100 países que podrían acoger a un grupo de uigures, de China.
Albania, que no pertenece a la UE, fue el único país europeo que accedió a recibir a algunos de los prisioneros en cuestión.
La portavoz del estadounidense Centro para los Derechos Constitucionales, Irena Sabic, se refirió a la difícil situación de Abdul Raouf Al-Qassim, quien escapó de Libia tras haber desertado del ejército y vivía en Afganistán cuando Estados Unidos comenzó a bombardear ese país en octubre de 2001.
Abdul Raouf se mudó entonces a Pakistán, donde fue detenido y entregado a las autoridades estadounidenses, que habían prometido recompensas considerables para quien los ayudara a capturar sospechosos de pertenecer a la red extremista Al Qaeda.
Tras ser exonerado en 2006, los abogados de Abdul Raouf cuestionaron su traslado a Libia, pues él mismo declaró que preferiría seguir en Guantánamo antes que regresar a su país. Una "situación absurda y trágica", según la describió Sabic.
"Otros dos ciudadanos libios liberados de Guantánamo fueron inmediatamente detenidos en su país, sin cargos en su contra ni derecho a un abogado ni perspectivas de juicio", añadió. "Por lo que sabemos, podrían estar muertos. Esa es la suerte que puede correr Abdul Raouf si regresa a Libia".