A contrapelo de las campañas contra el tabaquismo, consumidores, comerciantes y expertos se reúnen desde el lunes hasta este viernes en La Habana para fumar a destajo y tomar el pulso al comercio de habanos, en un contexto que podría dar un vuelco si Estados Unidos varía su política hacia Cuba.
Según ejecutivos de Habanos SA, esta empresa que comercia los exclusivos puros cubanos logró ventas por 390 millones de dólares en 2008, un tres por ciento menos que el año anterior, debido a los controles sobre los fumadores, la crisis financiera mundial y el descenso del turismo, entre otros factores.
No obstante, los directivos reaccionaron con moderación ante las noticias de Washington, donde la Cámara de Representantes de Estados Unidos acaba de aprobar el cese de algunas restricciones a viajes y hay además movimientos en el Congreso contrarios al embargo económico y comercial que Washington mantiene contra Cuba.
"Por supuesto, en estos tiempos de crisis una posible apertura nos vendría muy bien", dijo a IPS el vicepresidente de Habanos SA, Manuel García. Es un mercado con un "potencial muy grande", reconoció, pero no se avino a calcular a cuánto podrían ascender las ventas de puros a Estados Unidos.
Cuba acapara 70 por ciento del mercado internacional de tabacos torcidos a mano, exceptuando a Estados Unidos y a su Estado libre asociado Puerto Rico, cerrados al intercambio comercial con este país isleño desde los años 60. García no cree que los habanos puedan aspirar a tener allí una presencia como la que ya tienen en el resto del mundo.
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Las estimaciones indican que anualmente se venden entre 380 y 400 millones de puros en el mundo, y 250 millones corresponden a consumidores de Estados Unidos.
"Ese es un mercado que se ha acostumbrado a otro tipo de producto, pero sí pienso que ahí tenemos un potencial muy grande", dijo García. Pero, con "todos los problemas" que impactan el negocio del tabaco, es mejor ocuparse de los mercados que el producto ya tiene, afirmó.
"Tenemos que concentrarnos en eso y no en una posible apertura del mercado norteamericano, porque nadie sabe cuándo podría suceder… Está fuera del control de nuestra empresa", dijo durante el receso de un seminario en el que alertó que este 2009 tampoco será fácil para el negocio del habano.
"El pasado año comenzó la crisis económico-financiera, y en el actual entrará en acción la crisis de consumo, y debemos estar preparados", indicó.
Los habanos, considerados los mejores puros del mundo, tienen su principal mercado en Europa, que acapara 62 por ciento del volumen de ventas.
Le siguen América Latina, con 16 por ciento, Medio Oriente, 10 por ciento, Asia, siete por ciento, África, tres por ciento, y América del Norte (Canadá), dos por ciento. La empresa comercializadora tiene 144 Casas del Habano distribuidas por el mundo y presencia en 150 países.
Entre los factores que redujeron el comercio en 2008, García mencionó la disminución en 11 por ciento del transporte internacional de pasajeros, pues casi la cuarta parte de las ventas se realizan en el sector comercial libre de impuestos de los puntos de embarque.
El alivio de las restricciones a los viajes de cubanos-estadounidenses desde Estados Unidos tendría en este aspecto un impacto favorable. La propuesta votada en la cámara baja estadounidense permitiría a esas personas visitar a sus parientes en Cuba una vez al año y gastar hasta 170 dólares al día.
El gobierno de George W. Bush limitó esos viajes a uno cada tres años, con un gasto diario de no más de 50 dólares y una estadía máxima de 14 días.
A la vez, el senador estadounidense Richard Lugar, del opositor Partido Republicano, llamó el lunes al gobierno de Barack Obama a realizar una profunda revisión de las políticas hostiles hacia Cuba, que llevan medio siglo de vigencia.
En su informe, basado en una visita de sus asesores a Cuba, Lugar dice que el embargo "no defiende los intereses nacionales" de Estados Unidos, en una iniciativa que expertos consideraron significativa por cuanto crea un contexto que sobrepasa el tema del levantamiento de las restricciones a los viajes y las remesas familiares.
"Al parecer, acá se le está dando un bajo perfil al asunto, en espera de un pronunciamiento de Obama", comentó a IPS un empresario latinoamericano con negocios en Cuba. Durante su campaña electoral, el nuevo jefe de la Casa Blanca habló de una política más flexible hacia La Habana, pero con un mantenimiento del embargo.
Aun sin cese del bloqueo, el impacto mayor en el turismo, y en consecuencia en las ventas de habanos en el mercado cubano en divisas, podría venir del eventual fin de la prohibición a los ciudadanos estadounidenses de viajar a Cuba.
Según estudios de mercado, de no existir esa restricción, a corto plazo visitarían esta isla 1,3 millones de turistas y medio millón de viajeros de cruceros. En caso de levantarse el bloqueo, los visitantes estadounidenses sumarían hasta cinco millones anuales.
Pese a las prohibiciones al comercio impuestas por Washington, una enmienda legislativa aprobada en 2000 permite la compra cubana de alimentos a Estados Unidos. De 2001 a 2008 esas importaciones sumaron a 2.700 millones de dólares y podrían aumentar si Obama suaviza las condiciones en que se realizan esas compras.
De acuerdo a las regulaciones impuestas por Bush las transacciones deben hacerse en efectivo y con anticipación a la llegada de las mercaderías.
La iniciativa aprobada en la Cámara de Representantes, que aún debe estudiar el Senado, crearía una licencia general de viajes a Cuba para los estadounidenses que le venden alimentos y productos médicos y eliminaría la obligación de pago en efectivo por adelantado de la factura agroalimentaria.