La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, cumple desde este martes una visita oficial a Cuba que se espera contribuya a «fortalecer lazos de amistad y cooperación entre los dos países», por encima de controversias sobre la decisión de la mandataria de evitar encuentros con grupos opositores.
"Se trata de un punto muy alto en la agenda bilateral, que me ha permitido constatar el interés del gobierno cubano por facilitar" y allanar el camino a "una excelente visita", comentó a IPS el embajador chileno en Cuba, Gabriel Gaspar, encargado de los preparativos del viaje de Bachelet en tiempo récord, tras su acreditación el 2 de enero ante las autoridades de esta isla caribeña.
Gaspar aclaró que se ciñe al principio de la política exterior de Chile de no intervención en los asuntos internos. "Lo aplicamos con mucho respeto hacia los países con los cuales tenemos relaciones y pedimos lo mismo hacia nuestra situación", dijo.
Como se trata de "una visita oficial", las autoridades chilenas descartaron un eventual encuentro de la presidenta con representantes de la disidencia interna cubana.
Los grupos opositores no tienen reconocimiento legal en Cuba y son considerados por el gobierno, sin distinción ni matices entre unos y otros, "asalariados" de Estados Unidos en sus fines "subversivos" en este país.
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Bajo ese prisma, en 2003 fueron arrestados y condenados a severas penas de prisión 75 disidentes. Una veintena de ellos se encuentran en libertad por razones de salud.
El activista Vladimiro Roca, de la opositora Agenda para la Transición en Cuba, reiteró este martes que no tuvo respuesta a su petición de ser recibido por Bachelet, pero dijo que no insistiría en el intento.
"No tiene sentido, están renunciando a su soberanía en aras de mantener buenas relaciones con el gobierno cubano…, porque cualquier presidente que visite el país se puede reunir con cualquier ciudadano", indicó.
Bachelet, que llegó desde Honduras, asistirá a una cena ofrecida por el embajador Gaspar, a la que están invitados empresarios chilenos con negocios en este país. El grueso de sus actividades se concentrarán entre este jueves y el viernes, con la recepción oficial y conversaciones con su anfitrión, el mandatario Raúl Castro, ofrendas florales, encuentros con la comunidad chilena residente en Cuba, recorridos y firma de convenios bilaterales.
La presidenta también se entrevistará con el cardenal católico Jaime Ortega, para quien la visita es "un paso más" en la integración de Cuba a América Latina. "Este es el significado principal que le otorgo a su presencia en nuestro país", dijo Ortega en una declaración escrita distribuida este lunes por el Arzobispado y la revista digital católica "Espacio Laical".
La agenda de actividades tuvo varias versiones, pero sin cambios en los tres ejes fundamentales de esta visita: el diálogo político, la cooperación y el intercambio económico, y las esferas científica y cultural, comentó Gaspar, quien rechazó versiones sobre casos censura de algunos textos incluidos en la Feria Internacional del Libro, dedicada este año a Chile como país invitado de honor.
Según el diplomático, a la bolsa librera acuden más de 40 editoriales chilenas y fueron ellas "las que decidieron qué títulos traer a la feria". Bachelet asistirá a la inauguración este jueves, probablemente acompañada de Castro. La integración de la delegación cultural se guió por el criterio de dar espacio a las nuevas generaciones y a las minorías étnicas, con equilibrio de género, indicó Gaspar.
Entre los documentos que firmarán los dos gobernantes, figura un acuerdo entre el Ministerio de Salud de Chile y el Centro Internacional de Restauración Neurológica de Cuba. Bachelet visitará esa institución y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.
Bachelet es la cuarta estadista latinoamericana que visita Cuba este año, una muestra del reacercamiento cubano a la región. La precedieron sus pares Martín Torrijos, de Panamá, Rafael Correa, de Ecuador, y Cristina Fernández, de Argentina. Este mes viajará a La Habana el mandatario de Guatemala, Álvaro Colom, y más tarde lo hará el de México, Felipe Calderón.
"Se acabó la Guerra Fría… Además, vivimos una revolución científico-técnica que está cambiando la convivencia internacional. Hemos experimentado cambios positivos", comentó Gaspar. "Los chilenos apostamos a la modernidad, a la globalización, y queremos ser miembros activos en ese proceso", recalcó.
De los tres gobernantes que llegaron en enero, sólo Fernández visitó al convaleciente ex presidente Fidel Castro, quien en ese encuentro rompió un silencio de varias semanas que había alimentado rumores sobre un agravamiento de su salud, quebrantada desde julio de 2006.
Los encuentros con el ex gobernante nunca figuran en los programas oficiales y se producen generalmente cuando el visitante está a punto de partir. Bachelet regresará a su país en la noche de este viernes.