Israel volvió a impedir que periodistas ingresen a Gaza para informar de primera mano sobre su Operación Plomo Fundido contra Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica), que está a punto de cumplir su primera semana.
Israel había impuesto un bloqueo informativo sin precedentes en noviembre, prohibiendo que periodistas extranjeros ingresaran a ese territorio durante un mes entero.
La censura fue levantada luego que la Asociación de la Prensa Extranjera (FPA, por sus siglas en inglés) en Israel elevara una petición a la Suprema Corte y que los editores de varios medios enviaran una carta de protesta al gobierno del primer ministro Ehud Olmert.
Ahora, la prensa extranjera nuevamente vuelve a solicitar ante el tribunal israelí permiso para entrar a Gaza y cubrir los bombardeos contra Hamás.
Los medios de comunicación se vieron obligados a depender de activistas por los derechos humanos de distintos países, así como de organizaciones de asistencia y de periodistas palestinos radicados en Gaza, para que los mantuvieran actualizados sobre el desarrollo de los acontecimientos.
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Mientras, la cantidad de víctimas civiles continúa en aumento. Los palestinos muertos ahora llegan a 400, mientras que los heridos totalizan 1.700.
Cuatro israelíes han muerto por los cohetes lanzados por Hamás en represalia contra localidades fronterizas con la Franja de Gaza.
El domingo, una familia del campamento de refugiados de Jabaliya, cerca de la ciudad de Gaza (norte de la Franja), perdió a cinco hijas, de entre cuatro y 17 años, cuando bombas israelíes impactaron en una mezquita cerca de su hogar.
El mismo día, siete adolescentes de una escuela de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) murieron cuando los alcanzó un misil mientras esperaban el autobús que los llevara de regreso a sus hogares. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) exigió una investigación sobre sus muertes.
El martes, dos hermanas de cuatro y 11 años perecieron en un ataque aéreo mientras se trasladaban en un carro tirado por un burro en Beit Hanoun, en el norte de Gaza.
El lunes, la ONU presentó un informe según el cuál más de 60 civiles palestinos han muerto.
El miércoles, el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Gaza, Mahmoed Daher, dijo a IPS que "34 niños fueron asesinados y 260 heridos, muchos de ellos de modo crítico".
Un funcionario del Ministerio de Salud palestino, Moaiya Hassanain, fue más allá, calculando que un tercio de los muertos no eran combatientes.
Los niños y niñas constituyen 56 por ciento de los aproximadamente 1,5 millones de habitantes de Gaza.
A comienzos de 2008, una operación israelí en la Franja dejó 120 muertos, en su mayoría civiles. Entre ellos había 33 niños.
Según la filial palestina de Defensa de Niños y Niñas Internacional, desde el inicio del nuevo año fueron asesinados 700 habitantes de Gaza y cuatro israelíes.
"Asistimos a 15 ancianos seriamente heridos y a más de 20 niños en los últimos días", dijo Sammy Hassan, portavoz del hospital de Shifa en Gaza.
"En una etapa, en una sola vez hubo 140 muertos y heridos. Nuestro personal estaba completamente abrumado. Simplemente no teníamos los recursos para hacer frente a la situación. Los heridos y los agonizantes yacían en los corredores y en los pisos", dijo Hassan a IPS.
"No tenemos suficientes medicinas o equipamiento médico que funcione adecuadamente para tratar a los pacientes. La electricidad está cortada durante varias horas y los suministros de combustible para nuestro generador de emergencia son escasos", agregó.
Ann Sophie Bonefeld, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) en Jerusalén, dijo que su organización estaba profundamente preocupada por el deterioro de la situación humanitaria.
"Hay escasez de sangre, de fármacos y de componentes de equipamiento médico esencial. El personal médico está trabajando al máximo y preocupado por su propia seguridad", dijo Bonefeld a IPS.
"Es imperativo que los cruces hacia Gaza sean abiertos en los próximos días, porque son el único vínculo de Gaza con el mundo exterior ahora que se destruyeron los túneles desde Egipto", añadió.
El sitio que Israel impuso a Gaza luego que Hamas asumió el poder en junio de 2007 permite que a la Franja ingrese apenas una ínfima cantidad de asistencia humanitaria.
En un incidente separado, el martes, la armada israelí abrió fuego contra un bote que transportaba suministros humanitarios urgentes desde Chipre mientras se aproximaba a Gaza.
A bordo estaban la ex congresista estadounidense por el Partido Demócrata Cynthia McKinney, un equipo de periodistas de la cadena CNN —que filmaron el incidente— y varios médicos.
El bote, que se encontraba en aguas internacionales, fue seriamente dañado y se vio obligado a dirigirse a Beirut para ser objeto de reparaciones de emergencia, mientras el agua comenzaba a inundarlo.
Y mientras Israel libra una batalla militar en Gaza, simultáneamente libra otra, pero diplomática, en el frente internacional, en un esfuerzo por justificar los ataques en la franja.
Karen Abu-Zayd, comisionada de la UNRWA en Gaza, dijo que Israel puede haber infringido una tregua de 48 horas en la lucha al lanzar su ataque aéreo sobre Gaza el 27 de diciembre.
"Entendimos que se llamó a una tregua de 48 horas, y que quienes la propusieron fueron los israelíes", señaló.
En la mañana del 26 de diciembre, los israelíes habían dicho que esperarían 48 horas y que luego reevaluarían la situación, según Abu Zayd.
"Sólo se disparó un cohete el viernes (26 de diciembre), así que era obvio que Hamas estaba intentando, de nuevo, observar esa tregua para recuperar el control", añadió.
La Misión de la ONU en Israel remitió cualquier comentario sobre la tregua a la oficina del primer ministro Ehud Barak en Jerusalén, que el martes no respondió llamadas telefónicas en busca de declaraciones.