ISRAEL-PALESTINA: Medios estadounidenses distraídos

Sumidos en las elecciones nacionales del 4 de noviembre, los grandes medios de comunicación de Estados Unidos ignoraron una agresión clave de Israel contra el Hamás ese mismo día, que según algunos palestinos marcó el fin efectivo del cese del fuego y dio paso a la sangría actual.

La agencia internacional de noticias Associated Press (AP) informó del ataque, en el que murieron seis miembros del ala militar de Hamás y puso en riesgo la tregua, pero la información sólo fue publicada por unos pocos periódicos pequeños.

El ataque del 4 de noviembre y la escalada que siguió tampoco fue de interés para los programas de noticias de las grandes cadenas de cable y televisión nacionales, según un estudio de la base de datos Nexis de las coberturas informativas en inglés, del 4 al 7 de ese mes.

La acción militar, seguida de un ataque aéreo que mató a por lo menos otro palestino, parece haber asestado el golpe de gracia al cese del fuego promovido por Egipto, iniciado el 19 de junio y bastante respetado durante cuatro meses y medio.

En represalia, Hamás (acrónimo árabe del Movimiento de Resistencia Islámica) lanzó unos 35 cohetes Qassam sobre territorio israelí el 5 de noviembre, que, a su vez, hizo que Israel endureciera el sitio económico que hace 17 meses mantiene sobre la franja de Gaza.
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"Ninguno de los dos bandos respetó totalmente los términos del cese del fuego, pero la incursión israelí fue, por lejos, la mayor violación", señaló Stephen Zunes, especialista en el conflicto palestino-israelí de la Universidad de San Francisco.

"Fue una provocación muy grande y me parece que su propósito era obligar a Hamás a romper, de hecho, el cese del fuego", añadió.

Cuando Israel lanzó la actual ofensiva militar contra Gaza el 27 de diciembre, los grandes periódicos de este país responsabilizaron al movimiento islámico de romper el alto al fuego con sus cohetes y sus ataques de mortero sobre territorio israelí y de negarse a prolongar el cese del fuego en sus actuales términos más allá de su fecha límite del 19 de diciembre.

Hamás se arrogó por las armas el control de la franja de Gaza en junio de 2007, tras haber triunfado en las elecciones legislativas en enero del año anterior.

"La ofensiva aérea de Israel contra la franja de Gaza de ayer no debe sorprender a nadie que haya seguido la escalada de hostilidades en la región", decía un editorial del periódico The Washington Post al día siguiente del comienzo del masivo bombardeo israelí.

"Y menos que nadie a Hamás, que en los últimos 10 días invitó al conflicto tras el fin del cese del fuego de seis meses con cohetes y morteros contra Israel", añadió.

Esa recomposición de los hechos corresponde a un gran esfuerzo de relaciones públicas de Israel que coloca a altos funcionarios del gobierno en los programas de noticias de Estados Unidos.

En su aparición en un programa dominical de mucha audiencia de la cadena NBC, la canciller israelí Tzipi Livni, también aspirante a primera ministra en las elecciones del 10 de febrero, expresó el discurso básico de su gobierno, mientras la ofensiva se desarrollaba en el terreno.

"Hace medio año, de acuerdo con la Iniciativa Egipcia, decidimos comenzar una tregua y no atacar la franja de Gaza", señaló Livni. "Hamás violó la tregua a diario. Atacaron a Israel y no respondimos".

Pero su discurso omitió la grave incursión del 4 de noviembre. Los programas de noticias no invitaron a ningún invitado palestino, como el abogado y activista de derechos humanos Mustafa Barghouti, de la central ciudad cisjordana de Ramalá, a rebatir los propósitos de la canciller.

Pero dos días después, Barghouti fue entrevistado por la cadena de noticias por cable CNN y acusó a Livni de dar una versión "incorrecta" de los hechos. También responsabilizó a Israel del fin de cese del fuego y señaló directamente a la operación del 4 de noviembre contra Gaza de haber sido el catalizador del enfrentamiento posterior.

"Israel comenzó a atacar Rafah y a Hamás", señaló Barghouti, y añadió que la decisión del Estado judío de no levantar el embargo contra ese territorio también violó el entendimiento palestino de los términos originales de la tregua.

De hecho, Barghouti se centró en el ataque del 4 de noviembre como la principal causa de que el fin del cese del fuego fue respaldado de forma implícita por un extenso informe divulgado al día siguiente por el Centro de Inteligencia e Información de Terrorismo, una organización privada israelí.

El documento divide la tregua en "un periodo de relativa calma entre el 19 de junio y el 4 de noviembre", cuando "Hamás tuvo cuidado de mantener el cese del fuego". "La escalada y erosión del acuerdo" lo ubica el "4 de noviembre cuando las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron una ofensiva militar cerca de la barrera de seguridad fronteriza del lado de Gaza".

Además, Barghouti señaló que Hamás respondió con cohetes y misiles "en represalia", y que Israel respondió cerrando los cruces fronterizos y reforzando el asedio contra Gaza. Desde ese punto de vista, el cese del fuego que se había mantenido de forma efectiva durante cuatro meses y medio nunca fue totalmente restablecido.

Esa versión de los hechos no fue totalmente ignorada por la prensa estadounidense.

De hecho, un "análisis" publicado por el periódico The New York Times el 19 de diciembre reconoce que "la escalada no terminó con el acuerdo, pero que la decisión tomada por Israel a principios de noviembre de destruir un túnel que estaba cavando Hamás cerca de la frontera agravó el ciclo de violencia".

Pero ese diario, así como casi toda la prensa estadounidense, obvió las posibles consecuencias del ataque de 4 de noviembre sobre la suerte del cese del fuego, enseguida, y poco después, de ocurrido.

En su segunda edición del 5 de noviembre, el diario publicó un artículo de 422 palabras fechado en Jerusalén que daba cuenta de la operación militar de Israel y de la represalia de Hamás con tiros de mortero.

Al día siguiente, The Washington Post le dedicó un espacio similar a una nota de la agencia de noticias Reuters cuyo título sugería que la tregua peligraba por el intercambio de cohetes del día anterior.

La prensa estadounidense, concentrada en las elecciones nacionales históricas, obvió en gran parte el significado de la incursión israelí del 4 de noviembre, pero muchos medios noticiosos extranjeros en inglés si escribieron al respecto y sugirieron que el ataque pudo haber condenado el cese del fuego.

En Gran Bretaña, el periódico The Guardian publicó el 6 de noviembre que la tregua "peligraba" a raíz del ataque. Asimismo, The Independent señaló el mismo día que el cese del fuego "zozobraba ayer después de que las fuerzas especiales israelíes ingresaron al asediado territorio de Gaza y atacaron a Hamás".

El servicio de noticias canadiense Canwest publicó ese mismo día que "la frágil paz fue destrozada la noche anterior por una incursión israelí en Gaza".

The Age, de Australia, tituló una nota sobre la invasión como "Cese del fuego a punto de colapsar".

Los artículos de AP del 5 y 6 de noviembre expresaron conceptos similares, pero no tuvieron casi repercusión en Estados Unidos, donde la prensa se centró casi exclusivamente en el resultado de las históricas elecciones.

El estudio de Nexis señaló que no hubo referencias sobre la incursión israelí en ninguna de las transcripciones de los programas de televisión de actualidad en ese periodo, la omisión es especialmente significativa porque alrededor de 70 por ciento de los ciudadanos estadounidenses dicen que esa es su principal fuente de información de noticias internacionales.

"La incursión del 4 de noviembre, en su dimensión real, casi no existe en la memoria colectiva de los principales medios de prensa", señaló Peter Hart, director de Imparcialidad y Rigurosidad Periodística (FAIR, por sus siglas en inglés).

Israel debió considerar que las elecciones estadounidenses distraerían la cobertura periodística de su acción militar.

"No cuesta mucho revisar y encontrar los hechos. Pero una cobertura contextual que pudiera socavar los argumentos que Israel usó para justificar su incursión, no es exactamente el tipo de prácticas que suelan realizar las grandes corporaciones periodísticas de este país", explicó.

"El hecho de que hayan unas pocas excepciones es en sí mismo revelador. No es de extrañar que el discurso dominante en la prensa respalde la posición israelí", agregó.

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