En sus primeras medidas en política exterior, el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, nombró a dos importantes negociadores: George Mitchell como enviado a la crisis entre israelíes y palestinos y Richard Holbrooke como encargado de buscar una solución a la «deteriorada situación» en Afganistán y Pakistán.
Obama explicó los nombramientos en una conferencia de prensa el martes, presidida por la recién confirmada secretaria de Estado (canciller), Hillary Clinton, y acompañado por el vicepresidente, Joe Biden.
El mandatario dijo que los dos nombramientos revelaban su compromiso de "buscar, en forma activa y dinámica, una paz duradera entre Israel y los palestinos, así como entre Israel y sus vecinos árabes".
También encarar de modo urgente lo que llamó "el frente central en nuestra larga lucha contra el terrorismo y el extremismo" en Afganistán y Pakistán.
Mitchell, quien se retiró del Senado en 1994, negoció el Acuerdo de Viernes Santo que llevó la paz a Irlanda del Norte, viajará a Medio Oriente "lo antes posible" y "de inmediato se le otorgarán plenos poderes en la mesa de negociaciones".
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Obama también dijo estar "profundamente preocupado por la pérdida de vidas palestinas e israelíes en los últimos días y por el sustancial sufrimiento y las necesidades en Gaza".
Sin embargo,reiteró la postura de su predecesor, George W. Bush, de que no negociará directamente con Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) a menos que este grupo reconozca el derecho de Israel a existir, renuncie a la violencia y acepte los acuerdos entre el gobierno israelí y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Toda la ayuda estadounidense humanitaria y para la reconstrucción, señaló, será canalizada a través de la Autoridad Nacional Palestina, que ejerce el poder sólo en Cisjordania.
Al nombrar a Holbrooke como "representante especial ante Afganistán y Pakistán", Obama señaló que liderará los esfuerzos de su gobierno "para forjar e implementar un enfoque estratégico y sostenible a esa región crítica".
Holbrooke negoció en 1995 los Acuerdos de Paz de Dayton que pusieron fin a la guerra en Bosnia.
"No hay respuesta en Afganistán que no le haga frente a las bases de (la red extremista islámica) Al Qaeda y el (movimiento islamista) Talibán a lo largo de la frontera, y no habrá paz duradera a menos que expandamos nuestras esferas de oportunidad para los pueblos de Afganistán y Pakistán", indicó. "Éste es realmente un desafío internacional del más alto orden", añadió.
Se esperaba que el mandatario nombrara también al embajador Dennis Roos, enviado especial a Medio Oriente de la administración de Bill Clinton (1993-2001), para un tercer puesto encargado de las relaciones con Irán, cuya posición geoestratégica y su creciente influencia regional lo convierten en un actor importante en los esfuerzos de paz en Medio Oriente y Asia central.
Pero la activa campaña de Ross para el puesto, así como su estrecha asociación con grupos clave que constituyen el "lobby israelí", parece haber hecho cambiar de opinión a los principales asesores de Obama, incluyendo a la propia Hillary Clinton. Según algunas fuentes, el nombramiento de Ross aún está siendo negociado.
Antes de ir al Departamento de Estado, Obama firmó dos órdenes ejecutivas que prohíben las prisiones secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en el exterior y las "técnicas de interrogatorio" impuestas por el gobierno de Bush y que no son otra cosa que prácticas de tortura.
Además, dispuso el cierre de la prisión en la base militar de Guantánamo, el enclave estadounidense en la isla de Cuba, donde hay unos 245 detenidos.
También ordenó estudiar el destino de esos detenidos, que son considerados una amenaza para la seguridad de Estados Unidos, pero que podrían sufrir persecución y tortura si regresan a sus países de origen.
"Las órdenes que firmé hoy deberían enviar un inequívoca señal de que nuestras acciones en defensa de la libertad serán tan justas como nuestra causa, y de que nosotros, el pueblo, mantenemos los valores fundamentales en forma tan alerta como protegemos nuestra seguridad", afirmó Obama.
"Una vez más, el ejemplo moral de Estados Unidos debe ser el cimiento y el faro de nuestro liderazgo mundial", añadió.