La vigencia del bloque que integran Estados Unidos, América Central y República Dominicana, la finalización de las negociaciones con la Unión Europea (UE) y el inicio de deliberaciones con China marcan para Costa Rica un año de consolidación del libre comercio.
Más de seis años en la batalla por el DR-Cafta (el acuerdo entre América Central, Estados Unidos y República Dominicana, vigente desde el 1 de enero) han agotado al más pintado. Además, ese mismo día entró en vigor el tratado de libre comercio (TLC) entre Costa Rica y Panamá. Pero las autoridades costarricenses parecen haber tomado impulso, pues se aprestan a negociar y formalizar convenios comerciales con diversos países.
Costa Rica tiene firmados en este momento otros cinco tratados: con Canadá, con la Comunidad del Caribe (Caricom), con Chile, con México y con República Dominicana, país que también integra el bloque del el DR-Cafta).
La sexta y última ronda de negociaciones entre América Central y la UE por un Acuerdo de Asociación (convenio de libre comercio y de cooperación económica y política) se realizará en Bruselas (Bélgica) del 26 al 30 de este mes.
Antes, el día 19, comenzarán las negociaciones por un TLC con China, un mercado en que el gobierno se muestra especialmente interesado.
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"El futuro lo vemos más en Asia. Dada la recesión mundial vemos muy difícil que tanto Europa como Estados Unidos sean muy agresivos suscribiendo tratados de libre comercio", dijo a IPS el ministro de Comercio Exterior costarricense Marco Vinicio Ruiz.
"Seremos muy atractivos como destino de inversión para países asiáticos que quieran entrar en buenas condiciones a Estados Unidos", aunque la prioridad es "asegurar el comercio que hoy tenemos", explicó el funcionario.
Con China se dará el primer paso hacia el ingreso en el mercado asiático. Costa Rica cabildea desde su Embajada en Singapur, sede permanente de la secretaría general del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés).
APEC cuenta por ahora sólo con tres socios latinoamericanos (Chile, México y Perú), y ha dispuesto una moratoria al ingreso de nuevos miembros.
"Nos hemos asegurado, con varias alianzas, que Costa Rica será un candidato sumamente fuerte cuando APEC considere su apertura", dijo Ruiz. "De hecho, ya fuimos invitados a participar como observadores en grupos de trabajo."
Singapur será, precisamente, el siguiente paso en materia de libre comercio, pues está en estudio la posibilidad de negociar un tratado bilateral.
El ministro destacó que el comercio amparado en tratados internacionales habrá pasado de 25 por ciento en el comienzo del actual periodo de gobierno a entre 92 al 94 por ciento al cabo de 2010, cuando ya estén en vigor los acuerdos con Singapur, China y la UE.
Además, Canadá pretende renegociar su tratado con Costa Rica (firmado en 2001 y en vigor desde 2002), con lo que podría abrirse aun más el abanico.
Estados Unidos continúa siendo el principal socio comercial del país centroamericano, pues concentra 37 por ciento de su intercambio.
"Somos muy críticos con toda la ideología y la filosofía de los tratados de libre comercio", dijo a IPS el líder del opositor partido Frente Amplio, José Merino, uno de los principales opositores al DR-Cafta. "Se negocia de forma asimétrica desde los países grandes con los pequeños."
"Examinaremos con ojo crítico" los tratados en ciernes, agregó Merino. "No creemos que haya diferencias fundamentales" entre ellos y el TLC con Estados Unidos, pero en el que se negocia con la UE "hay instrumentos de cooperación inexistentes" en el DR-Cafta, los cuales "valoramos positivamente", sostuvo.
Pero la feroz batalla política por el DR-Cafta a lo largo de seis años y medio no se repetirá, pues "la firma del TLC con Estados Unidos les facilita" algunos aspectos de la negociación a China y a la UE, sostuvo Merino.
Esas cuestiones "muy sensibles", como la ruptura del monopolio estatal de los seguros y las telecomunicaciones o los derechos de propiedad intelectual, "se han resuelto a favor de trasnacionales" en el caso del DR-Cafta.
A juicio del dirigente opositor, "esto bajará la temperatura".
Sin embargo, afirmó, podrían forjarse distintas alianzas contra los nuevos tratados. Sectores conservadores se oponen al criterio de la UE de impulsar una mayor integración política en América Central, recordó. Algunas industrias, añadió, se resisten al ingreso masivo de productos chinos.