La Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria para Todos, convocada por la ONU y el gobierno de España, finalizó este martes sin aprobar medidas concretas, pero sí comprometiéndose a redoblar esfuerzos para aumentar la ayuda oficial al desarrollo (AOD).
En el encuentro, iniciado el lunes en Madrid, participaron representantes oficiales y no gubernamentales de un centenar de países de distintas partes del mundo y fue clausurado por el presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.
Tanto en los discursos de inauguración y clausura como en las mesas de trabajo se enumeraron y comentaron los problemas de hambre que sufren en este planeta 1.000 millones de personas, casi todas ellas del Sur, pero sin adoptar resoluciones concretas sino manifestando el convencimiento de lo que se debe hacer. Un ejemplo se refiere a la financiación. En la declaración final de la cumbre se insta a los gobiernos y entidades internacionales a "movilizar" los recursos comprometidos anteriormente y a que "identifiquen" las necesidades financieras necesarias para superar el subdesarrollo.
Y, además, los firmantes manifiestan estar "convencidos" de que se deben redoblar los esfuerzos para aumentar la AOD orientada a la alimentación, la agricultura y los programas de lucha contra el hambre.
Un aspecto positivo, considerado así por representantes de organizaciones no gubernamentales, es el llamamiento consignado en la declaración final a "eliminar todas las formas de subsidios y medidas de promoción de la exportación (agropecuaria)", por considerar que distorsionan el mercado libre y, en especial, afectan negativamente a los pequeños y medianos productores del Sur.
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Jacques Diouf, vicepresidente del Equipo de Tareas de Alto Nivel del Secretario General de la ONU sobre la Crisis Mundial de la Seguridad Alimentaria, refiriéndose a la depresión económica global, advirtió de que todo indica que "ésta puede agravarse y afectar en especial a los sectores de menos ingresos".
Para enfrentar esta situación, añadió, es necesario que se aplique la propuesta del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de eliminar totalmente el hambre. Para ello cree que puede ser decisivo formar un grupo de expertos de alto nivel para realizar un análisis científico que permita facilitar la coordinación de todos los programas al respecto y en especial los aprobados en la ONU.
Diouf aclaró que "no se trata de crear nuevos organismos e instancias, sino de reformar lo existente para que la acción sea más eficaz".
En cuanto al cumplimiento de los compromisos, el canciller de España, Miguel Ángel Moratinos, dijo a IPS que el gobierno que integra considera que antes de 2012 todos los países del Norte industrializado deben asumir el compromiso obligatorio de destinar a la AOD el 0,7 por ciento de su producto interior bruto (PIB).
España ya se ha comprometido a hacerlo y Zapatero anunció este martes que aumentará la aportación en 1.000 millones de euros (1.300 millones de dólares).
Al compromiso español se unen otra quincena de países que, en total, prometieron aportar unos 5.500 millones de euros (unos 7.200 millones de dólares) en los próximos cinco años, además de los 1.300 millones (1.700 millones de dólares) que semanas antes dispuso aportar la Unión Europea.
"Los países del Norte tenemos recursos y medios, conocemos las soluciones, podemos y debemos aplicarlas", concluyó Moratinos, quien tiene una amplia experiencia en cooperación, ya que antes de asumir su cargo actual dirigió organismos de cooperación en España y en la Unión Europea.
En una de las mesas redondas, el representante de la Federación Sindical Mundial, que agrupa a 65 millones de trabajadores, señaló que, si se aprueba la necesidad de recaudar más dinero para la AOD, la solución está clara: "basta con reducir solamente 10 por ciento del presupuesto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte para conseguir 100.000 millones de dólares".
Hablando de Fondos, representantes de las no gubernamentales Médicos Sin Fronteras y Acción contra el Hambre advirtieron de que, con la consigna de luchar contra el hambre, las empresas transnacionales buscan beneficiarse.
Así lo señaló Lidia Senra, dirigente de Vía Campesina Europa, con sede en España, cuando afirmó que "hay un interés muy fuerte de utilizar el dinero para ayudar a resolver el problema del hambre apuntando a que las empresas puedan vender sus semillas y fertilizantes".
Está muy bien que se hagan reuniones internacionales, añadió, pero la cuestión está en que se respete "una soberanía alimentaria y que cada país pueda decidir sus políticas agrarias, protegiendo las producciones de cada nación y región y combatiendo la especulación".
Lennart Bage, presidente del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), dijo a IPS que un problema es que, aunque los precios han descendido muchísimo, la crisis alimentaria continúa.
En ello es de destacar, añadió, que la ayuda a los pequeños y medianos productores agrícolas, que suman unos 450 millones en el mundo, haría que su producción fuera muy importante y así permitirles salir de la pobreza y contribuir a alimentar al resto del planeta.
Las organizaciones no gubernamentales Cáritas, Ingenieros sin Fronteras, La suma de Todos y Prosalud armaron e impulsan la campaña "Derecho a la alimentación. Urgente", y en esa línea subrayan que existen condiciones para vencer al hambre.
Esa lucha, explicaron en un comunicado público, "debe afrontarse desde los derechos humanos, en un marco en el que los Estados asuman sus obligaciones y desarrollen marcos políticos en materia de agricultura que tengan como finalidad la realización del derecho a la alimentación".
Además añaden que la agricultura dirigida a la alimentación humana debe estar en el centro de las agendas públicas, que toda la sociedad civil debe participar y que no se pueden ofrecer "recetas únicas", pues la crisis, aunque haya razones de fondo comunes, tiene características diferentes en cada país.
Así, además de identificar a las personas hambrientas, "los gobiernos deben hacer patente la corresponsabilidad en la lucha contra el hambre mediante la creación de un código de conducta para las empresas que trabajan con los insumos de la agricultura y que se fundamente en los principios del derecho a la alimentación", agregaron.
Los impulsores de esta campaña felicitaron a Zapatero por los acuerdos económicos alcanzados y se mostraron esperanzados en que éste asuma un liderazgo global, comprometido y eficaz para una nueva forma de lucha contra el hambre.