Activistas sociales e integrantes de «parejas insólitas», como llama la Iglesia Católica a las formadas por gays, lesbianas o transexuales, discuten qué acciones adoptarán cuando a mediados de enero se concrete en México el Encuentro Mundial de las Familias, organizado por el Vaticano.
Hay numerosas propuestas circulando, pero será a comienzos de enero que se anunciarán y "las habrá muy importantes", dijo a IPS Víctor Espíndola, director de la Agencia de Noticias sobre Diversidad Sexual de México, organización no gubernamental especializada en temas vinculados a las comunidades lésbico, gay, bisexual, travesti, transgénero y transexual.
El Encuentro Mundial de las Familias, que se realizará del 13 al 18 de enero en la capital mexicana, es el sexto de su tipo que realiza la Iglesia Católica desde 1994. La cita, igual que las anteriores realizadas en Italia, Brasil, Filipinas y España, está basada en el concepto de que la familia sólo puede estar conformada por hombre, mujer e hijos.
"Dicen que no somos familia, pero lo somos y además católicos y orgullosos de ello", dijo a IPS Esteban Castillo, un profesional de la electrónica que vive en unión libre con otro hombre.
Carrillo y un grupo de amigos planean presentarse en el lugar del encuentro en México, que será el centro de convenciones perteneciente al banco Banamex, y a viva voz, con carteles y alguna "sorpresa", reclamar "nuestro derecho a ser quienes somos, a ser respetados y reconocidos como creyentes católicos", según expresó.
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Espíndola prefirió en cambio no adelantar información, pero advirtió que el dinamismo y la diversidad propia de los activistas asegura que habrá acciones incluso planeadas "de un día para otro y no por eso menos importantes".
La organización del Encuentro Mundial de Familias de enero próximo arrancó desde su última cita en Valencia, España, en 2006, a la que asistió el papa Benedicto XVI. En la nueva edición no estará presente el jefe de la Iglesia Católica, pero se espera la participación de más de 30 cardenales y 200 obispos de diferentes países, así como cientos de familias católicas de todo el orbe.
Bajo el lema "la familia formadora de los valores humanos y cristianos", los asistentes dialogarán sobre sus creencias y alentarán "una recta conciencia moral" en momentos que se "advierte una frecuente disociación entre lo que se dice creer y el modo concreto de vivir", según ha declarado el Papa.
Los organizadores pidieron que durante el encuentro los asistentes eleven de forma periódica la siguiente oración o plegaria a Dios "por las familias": Dios nuestro, Trinidad indivisible, tú creaste al ser humano a tu imagen y semejanza y lo formaste admirablemente como varón y mujer para que, unidos y en colaboración recíproca en el amor, cumplieran tu proyecto de ser fecundos y dominar la tierra".
Para Carrillo, quien aseguró que "aún con el rechazo" de la Iglesia a su preferencia sexual asiste regularmente a misa, "es injusto que se nos quiera excluir y satanizar por tener una pareja diferente".
Pero eso cambiará en un futuro no lejano "si es que el Vaticano no quiere quedarse sin fieles", sostuvo.
En el texto titulado "Familia y Procreación Humana", difundido en 2006 por el llamado Consejo Pontificio para la Familia de la Iglesia Católica, se llama "familias insólitas" a las conformadas por personas del mismo sexo.
En ese documento se reitera el rechazo tajante de la Iglesia Católica al aborto, al uso de métodos anticonceptivos no naturales y se critica a los grupos feministas y a quienes promueven las investigaciones con células embrionarias.
La Iglesia advierte que no puede aceptar uniones homosexuales y peor que sus integrantes deseen adoptar hijos. Sin embargo, aclara que acepta a los creyentes con esas preferencias sexuales si éstos desean acercarse a Dios.
Elio Masferrer, presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones, declaró a IPS que, al no aceptar el derecho de homosexuales, lesbianas y transexuales a formar parejas, la Iglesia Católica está excluyendo a una importante parte de la sociedad y abonando así la progresiva pérdida de fieles.
En octubre de 2004, en el Congreso Eucarístico realizado en México los prelados asistentes aseguraron que jamás la Iglesia Católica reconocerá al homosexualismo como algo "normal".
"Es inadmisible afirmar que todo lo que habita bajo el mismo techo es familia, incluidas las cucarachas, los gatos o los perros, como pretenden quienes defienden el matrimonio entre homosexuales", se quejó en esa cita el obispo Javier Lozano, presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud del Vaticano.
Cuando hay posturas contrarias a los derechos a la diversidad sexual o se ataca directamente a los homosexuales, los activistas reaccionan. No será la excepción en el próximo Encuentro Mundial de las Familias, advirtió el director de la Agencia de Noticias sobre Diversidad Sexual de México.
La cita será en la capital mexicana, lugar donde el gobierno municipal y la legislatura ha tenido fuerte roces con la jerarquía católica por aprobar normativas que permite la unión de personas del mismo sexo, el aborto antes de la 12 semanas de embarazo, la posibilidad de que una persona transexual cambie su identidad en documentos de nacimiento y el derecho de un enfermo terminal a definir si desea que no se prolongue la atención médica.
Con legislaciones de ese tipo, las autoridades de la ciudad lo único que han logrado es abonar la desintegración familiar, declaró Enrique Glennie, secretario ejecutivo de la Pastoral Familiar de la Conferencia del Episcopado Mexicano.