La aprobación del nuevo Código Aduanero y la eliminación del doble cobro del Arancel Externo Común del Mercosur, que los países miembros negocian desde hace varios años, tampoco se resolverán en la cumbre de este miércoles en Brasil.
Las dos cuestiones quedarán para una reunión extraordinaria del Consejo del Mercado Común del Mercosur (Mercado Común del Sur) en el próximo semestre, "lo más pronto posible", anunció el canciller brasileño Celso Amorim, en rueda de prensa.
Amorim habló al final de la reunión del Consejo, que reúne a los ministros de Economía y de Relaciones Exteriores del bloque, en Costa do Sauípe, complejo turístico situado 70 kilómetros al norte de Salvador, capital del nororiental estado de Bahia.
Faltó "dos por ciento" para llegar al consenso sobre el Código Aduanero, que debería entrar en vigencia este año, en sustitución del de 1994, según una resolución adoptada en 2005 por el Consejo.
El código define reglas comunes y otras cuestiones arancelarias, como las zonas francas y otros tipos de enclaves aduaneros, el mar territorial sujeto a esas reglas y también la distribución del ingreso arancelario entre los países miembros —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— en casos específicos.
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Vinculada a esta última cuestión está la doble tributación del Arancel Externo Común para bienes que circulan en más de un país miembro, cuya eliminación se discute hace más de cinco años.
El obstáculo ahora es la posición de Paraguay, dijo Amorim, añadiendo que comprende sus razones, ya que el ingreso aduanero constituye "una parte importante" de la recaudación total del país. Además, eso puede afectar "dinámicas económicas", como las inversiones.
"Es un problema complejo que exige más diálogo", admitió el canciller brasileño. Pero el doble cobro genera otras dificultades, como costos más elevados en la cadena productiva, en desmedro precisamente de los países menores del bloque, como Paraguay, y trabas en negociaciones comerciales con la Unión Europea, que arguye la no existencia del libre tránsito de mercancías en el Mercosur, acotó.
El gobierno paraguayo "habla de incertidumbres sobre los mecanismos de transferencia" de los ingresos, y es "razonable" que uno tema los efectos de que su recaudación pase antes por el presupuesto de otro país, evaluó.
Como Paraguay es el único país del bloque sin acceso directo al mar, sus productos importados pasan primero por el puerto y el territorio de un país vecino, donde se cobra primero el arancel. El fin de la doble tributación representa una renuncia paraguaya al control de esa fuente de ingresos, a cambio de esperar que una parte le sea transferida posteriormente.
No hay ánimo de obstrucción por parte de Paraguay, o no habría reunión extraordinaria para tratar el asunto, según Amorim, que justificó la cautela también en el hecho de que el país vecino tiene un nuevo gobierno, investido en agosto.
En esto y en el Código Aduanero, Brasil reclama información clara y precisa de sus socios sobre las dificultades y cuestionamientos, para buscar soluciones.
Amorim rechazó que la presidencia brasileña del Mercosur en este semestre fuera un fracaso, como han indicado algunas evaluaciones, alegando que no siempre las expectativas se cumplen y los aplazamientos no significan pérdidas para la integración.
El ministro subrayó varios logros que serán ratificados o firmados en la reunión cumbre de este miércoles, como la creación del Fondo de Garantía para Pequeñas y Medianas Empresas, que "beneficiará principalmente a los pequeños países" y de otro destinado a la agricultura familiar.
Este último ya existe, pero era financiado hasta ahora por el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas. Su responsabilidad pasará ahora a los miembros del Mercosur.
Además, se firmará un acuerdo de preferencias arancelarias con la Unión Aduanera de África Austral y se incluyeron 35 servicios en el acuerdo comercial de Chile y el Mercosur más Venezuela, cuya pertenencia al bloque aún no es plena.
Asimismo, el bloque y Venezuela asumieron el compromiso de absorber, totalmente desgravadas, las exportaciones que Bolivia destinaba a Estados Unidos en el marco preferencial de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas (ATPDEA por sus siglas en inglés), que Washington dejó sin efecto por discrepancias en la lucha contra el narcotráfico.
Las reuniones del Mercosur se celebran poco antes de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo que se llevará a cabo entre este martes y el miércoles.
Además, se aprovecha la presencia de casi todos los mandatarios de la región para celebrar encuentros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y del Grupo de Río, una instancia de concertación política que incorporará a Cuba en esta cumbre.
La ausencia de los presidentes Álvaro Uribe, de Colombia, y Alan García, de Perú, no habilita interpretaciones de rechazo a estas iniciativas por parte de gobernantes conservadores por razones ideológicas, según Amorim.
Uribe alegó que su permanencia en su país era necesaria por las graves inundaciones del territorio colombiano tras varias semanas de lluvias.
Perú es un socio regional con el que Brasil registra un fuerte crecimiento del comercio, además del gran aumento de las inversiones brasileñas en ese país andino y de relaciones bilaterales excelentes, acotó.
La cumbre latinoamericana y caribeña es "histórica" por ser la primera de iniciativa de la propia región y una "señal de madurez", dijo el funcionario. "Tenemos mecanismos para tratar nuestro desarrollo entre nosotros, sin tutela", concluyó el canciller brasileño.
