LITERATURA: Vargas Llosa defiende los libros y el liberalismo

La desaparición del libro «sería un gran empobrecimiento intelectual para la humanidad, y el único consuelo que me queda es que si eso ocurre ya no estaré vivo para verlo», dijo este lunes a periodistas el escritor peruano-español Mario Vargas Llosas, de 72 años, en la capital de Venezuela.

Crédito: Fidel Márquez
Crédito: Fidel Márquez
El laureado autor de "La casa verde", "Conversación en la Catedral", "La guerra del fin del mundo" y "La fiesta del chivo", entre otras novelas, recibió un doctorado Honoris Causa de la estatal Universidad Simón Bolívar, como reconocimiento a su trayectoria y su obra literaria, periodística, política y humanista.

Con cada pregunta en el diálogo con periodistas, un Vargas Llosa de voz entre firme y queda, hiló su discurso con el pespunte de los temas literarios con los políticos, y el tono benevolente con el categórico, mostrado sobre todo para referirse al presidente venezolano Hugo Chávez.

El mandatario, quien propone una enmienda constitucional que le permita postularse otra vez a la reelección, "clarísimamente lo que persigue es eternizarse en el poder y eso sólo puede conducir a una dictadura", según Vargas Llosa.

El escritor se define como "un hombre de libros. Para mí la literatura es eso, palabras, papel, tinta. La palabra escrita siempre ha sobrevivido a las tiranías, a lo largo de la historia. Si la cultura dependiese enteramente de la tecnología, llegaríamos a la pesadilla de Orwell", dijo.
[related_articles]
George Orwell (1903-1950) describió en "1984", escrita en 1949, la pesadilla del totalitarismo como utopía negativa.

De la literatura latinoamericana, Vargas Llosa opina que "está viva y coleando, goza de buena salud, surgen autores jóvenes, y sus escritores conquistan importantes cabezas de playa en otras lenguas o en otras regiones". Como ejemplo citó al chileno Roberto Bolaño, autor de "Los detectives salvajes", quien "incluso después de muerto ha comenzado a ser apreciado y leído en espacios del mundo anglosajón, en Francia y también en Alemania".

No habló de los latinoamericanos a quienes lee. "Quizá por razones de edad, he vuelto a releer mucho obras que marcaron mi vida, pero tengo que leer sobre todo lo que se refiere a mi trabajo".

Actualmente trabaja en una novela sobre la vida del diplomático Roger Casement (1864-1916), al servicio de la corona británica aunque de origen irlandés, quien recorrió la Amazonia y parte de África antes de incorporarse a la lucha por la independencia de su país, lo que le valió morir ejecutado.

En busca de material para esa obra, Vargas Llosa visitó durante 15 días en octubre la República Democrática del Congo.

"Es uno de los países más desgraciados de la Tierra. Yo creía que había visto miseria y pobreza, pero eso allí es algo realmente increíble. Todavía, como consecuencia de una colonización feroz, allí se vive en medio del caos y la miseria", aseveró.

Opinó que esa situación sigue ante la indiferencia de grandes potencias "que parecen convencidas de que en el Congo no hay solución y han bajado los brazos".

El escritor dedicó gran parte de su tiempo a Venezuela, pues según expuso al recibir el doctorado de manos del rector Benjamín Scharifker, "en nuestros días la lucha por la libertad pasa por Venezuela, pues lo que ocurra en este país repercutirá en toda América Latina".

En la región "una corriente socialista que en realidad es socialdemócrata ha llegado a gobernar y trabaja respetuosamente por mejorar la vida de sus habitantes, como en Brasil, Chile y Uruguay, pero no es el caso de Venezuela, que con el nombre de socialismo del siglo XXI en realidad se mueve hacia el socialismo autoritario y el siglo XIX", opinó.

¿Por qué ocurre eso?, se le preguntó. "Porque los pueblos a veces se equivocan y por desesperación renuncian a su democracia, pero pronto se dan cuenta de su error y rectifican. La gente no necesita de un sistema filosófico profundo para saber si hay democracia o no, o si lo que tiene que soportar es una dictadura", argumentó.

Vargas Llosa no se refirió a la cantidad de ocasiones en que Chávez se ha sometido al veredicto de las urnas, ni a las mayorías que, desde 1998, han sufragado casi siempre y por él.

El liberal Vargas Llosa dijo haber escuchado hablar a Chávez durante dos horas al llegar la víspera a Venezuela. "Se me erizaron los pelos cuando le oí decir que organizará empresas de producción social. En Perú las conocimos muy bien durante la dictadura del general Juan Velasco Alvarado (1968-1975)".

"Fueron empresas sostenidas con fondos públicos, administradas por militares semianalfabetos y burócratas, y quebraron en cuestión de meses. Todavía no se recupera Perú del cataclismo que eso significó", aseguró.

Se le recordó su famosa expresión "dictadura perfecta", con la que hace décadas calificó al sistema político mexicano. "Me equivoqué, era imperfecta", y, refiriéndose de nuevo a Venezuela, resumió su parecer sosteniendo que "es una democracia imperfecta que camina hacia el autoritarismo".

En los años 80, Vargas Llosa inició en Perú una carrera política marcada por sus opiniones liberales y derechistas. Se postuló a la Presidencia en los comicios de 1990, pero fue derrotado por Alberto Fujimori (1990-2000). Entonces se mudó a Madrid, y poco después el gobierno de ese país le concedió la nacionalidad española.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe