La crisis económico-financiera mundial originada en Estados Unidos no perdona por supuesto a Costa Rica. Sin embargo, la mejora lograda en las finanzas públicas en los últimos años en este país puede hacer que capee el temporal de mejor manera que en el pasado ante igual problema.
Pero los expertos advierten que, pese a esta situación más sólida de las cuentas estatales, los avances en materias sociales, como la reducción de la pobreza, se van a perder en el fragor de la batalla económica.
Luego de tres lustros de estancamiento del indicador de pobreza, que fluctuaba entre 20 y 21 por ciento de la población, el actual gobierno de Óscar Arias logró bajarlo a 16,5 por ciento. Pero el propio mandatario alertó que esta situación puede verse afectado por la crisis.
La economía costarricense, que en 2007 y 2008 creció en torno al ocho por ciento anual, va a sufrir las consecuencias de la contracción del comercio mundial y los experto calculan que la expansión en 2009 rondará el tres por ciento.
El economista Fernando Sanz entiende que "América Central va a vivir una situación complicada , aunque en el caso de Costa Rica hay factores que la atenúan, como el drástico descenso de la deuda pública, que pasó de equivaler a 55 por ciento del producto interno bruto en 2004 a 40 por ciento en la actualidad". Una de las causas de ese descenso hay que buscarla en la mejora de la recolección de impuestos.
Este extremo facilitará la presencia estatal en la economía en una época en que la inversión extranjera directa (IED), especialmente en sectores "estrella" como el turismo o la construcción, están sufriendo un bajón acelerado.
Pablo Montes de Oca, gerente de los fondos de inversión del estatal Banco Nacional, la principal entidad crediticia del país, explicó a IPS que "eso es bueno, porque hay un déficit muy importante en infraestructuras, y es el momento de realizarlas para salir fortalecidos y mejorar nuestra competitividad".
Además, el gobierno está esperando una inyección de 850 millones de dólares por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para inversión en infraestructura pública.
En Costa Rica no ha habido ningún plan de rescate bancario, lo que sí hay es una voluntad por parte del gobierno de inyectar liquidez a los tres bancos estatales, Banco Nacional, Banco de Costa Rica, y Banco Crédito Agrícola de Cartago.
Para ello pretende que el parlamento apruebe el proyecto de ley de Capitalización, que pretende hacer llegar 117,5 millones de dólares (50 millones para cada uno de los dos primeros y 17,5 millones para el tercero).
La capitalización inyectará una liquidez en una proporción de 10 a 1, por lo que los tres bancos podrán sacar 1.175 millones de dólares a la calle.
Sin embargo, la oposición ha rechazado la iniciativa en primera instancia. El Partido Acción Ciudadana (PAC) quiere que 60 por ciento de ese dinero sea destinado directamente a las micro y medianas empresas, mientras que el Frente Amplio (FA) busca que los recursos se dediquen exclusivamente a créditos para desarrollo empresarial.
El viceministro de Economía, Eduardo Sibaja, declaró a IPS: "El retraso en su aprobación perjudica en lo referente a nuevos créditos, pero creo que finalmente saldrá adelante".
Con esta ley se pretende evitar la paralización de créditos para la producción en el sector privado, especialmente en la agroindustria, muy castigada con el último temporal que ha arrasado el caribe costarricense, y en la industria exportadora, que se va a ver perjudicada por la recesión en Estados Unidos, el principal socio comercial de Costa Rica.
A juicio de Sibaja, "lo que sí ha habido en los últimos 15 años es una diversificación, tanto de productos como de países a los que exportamos. Hay un abanico muy grande que ayudará a paliar la crisis".
Además de Estados Unidos, el país tiene fuertes lazos comerciales con el resto de América Central, donde se negocia una unión aduanera y se explora crear una moneda común, con la Unión Europea, con la cual se espera firmar un acuerdo en 2009, con China, con el que se negocia un tratado de libre intercambio de cara a 2010, y con Panamá, que crecerá gracias al convenio existente desde este año.
Sibaja explicó que también se ha abierto el acceso al mercado del Medio Oriente, tras la decisión de trasladar la embajada de Costa Rica en Israel de Jerusalén a Tel Aviv"
Otro de los aspectos en los que este país se va a ver beneficiado es en el descenso de los precios de las materias primas, ya sean el petróleo o alimentos, de los que Costa Rica es importador.
El alza en los precios de estos productos a lo largo del primer semestre de 2008 trajo aparejada una fuerte inflación. Si las previsiones más optimistas hablaban de nueve por ciento al comenzar el año, el último informe oficial indicó que se había disparado hasta 16,9 en los últimos 12 meses, dejando la anualizada en torno a 14 por ciento, según las previsiones del Banco Central.
La estimación de inflación para el próximo año, "muy preliminar" advierte Sibaja, sería de 10 por ciento.
El Banco Central de Costa Rica "está más fuerte que nunca se ha capitalizado y está muy cerca del punto de balance", aseguró Sibaja.
