Al cumplirse este viernes un año de la firma en España del Pacto de Estado contra la Pobreza, su grupo de seguimiento aseguró que el gobierno cumplió su compromiso de cooperación al desarrollo, aporte considerado primordial para enfrentar ese problema en los países del Sur.
El presidente del Gobierno y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, al asumir el cargo se comprometió a aumentar la asistencia al desarrollo de manera que en 2012 represente 0,7 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país.
En esa línea, el compromiso indicaba que, representando apenas 0,24 por ciento al asumir el gobierno en 2004, se lo duplicaría en 2008, lo cual se ha logrado a pesar de la crisis económica global en marcha, que también salpica a España.
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, dijo a IPS que ese compromiso se mantiene y que la mejor prueba es que este año se ha cumplido lo prometido. "Y seguiremos cumpliendo", añadió.
Para vigilar el cumplimiento de ese Pacto durante su primer año de vigencia, suscripto por el gobierno con organizaciones no gubernamentales, se reunió la Comisión de Seguimiento del mismo y se convocó a una segunda reunión para junio de 2009, con el mismo objetivo.
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Los participantes en la reunión tomaron en cuenta que el cumplimiento del Pacto de aquí en más será complejo, debido a la crisis económico-financiera mundial originada en Estados Unidos, pero destacaron que ese hecho no puede de ninguna manera eximir al gobierno español del cumplimiento de sus compromisos y sobre todo de no disminuir la cantidad de ayuda financiera.
Un tema delicado y al que no se ha recibido respuesta oficial es la demanda de la Comisión de que a los presupuestos generales del Estado se añada un informe sobre la Ayuda Oficial al Desarrollo y otro sobre la contribución de España a los organismos multilaterales.
El Pacto, según los participantes en el mismo, "goza de buena salud" y como prueba señalaron que no sólo el gobierno español ha cumplido su compromiso sino que al mismo se han sumado este año las comunidades autónomas de de La Rioja, Cantabria, Baleares y Navarra, las provincias de Cuenca y Guadalajara y las ciudades de Tudela, Toledo, Talavera de la Reina, San Sebastián de los Reyes, Albacete, Ciudad Real y Puerto Llano.
Además, el Pacto aparece como punto de referencia en la elaboración del III Plan Director de la Cooperación Española, a cargo de la Agencia Española de Cooperación Internacional y para el Desarrollo (Aecid).
La Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo ha subrayado que en la actualidad hay 75 millones más de personas con hambre en el mundo que hace un año y que se debe tener eso en cuenta para definir los pasos mínimos que España debe dar en su lucha contra la pobreza.
En ese sentido, la Coordinadora considera que es necesario cumplir con la ley de Cooperación y con la de Deuda, con la reforma del Fondo de Ayuda al Desarrollo y con la elaboración de una normativa adecuada para el otorgamiento y el uso de las subvenciones.
Señala, además, que "en todo caso, de poco servirá que mejore la ayuda al desarrollo si no se realiza un esfuerzo paralelo por mejorar la coherencia de políticas para el desarrollo para no caer en el riesgo de quitar con una mano lo que se da con la otra".
Un tema que ronda una y otra vez, pero que sigue sin solucionarse y que sirve "para quitar con una mano lo que se da con la otra", son los aranceles a los productos de importación de los países del Sur, que en toda Europa se aplican, con diferencias entre los distintos países, tanto de recepción como de origen de los productos.
Ese es un tema que no depende de la Aecid ni de la cancillería, sino directamente del gobierno, que debería tomar la iniciativa y llevarla al Parlamento para que allí sea discutida y promulgada.
Por eso, la Coordinadora afirma que, a pesar de la crisis, ésta de ninguna puede eximir al gobierno de ejecutar sus compromisos en materia de cantidad y calidad de la ayuda, ya que son los países del Sur los más perjudicados por la crisis económico-financiera internacional.
Marina Navarro, coordinadora de la Campaña del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas en España, también considera positivo el cumplimiento de sus compromisos por parte del gobierno de Zapatero con los ocho compromisos adoptados por los gobiernos en 2000, que encabeza la lucha contra la indigencia y el hambre.
"España es el país de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) que más incrementó su ayuda al desarrollo, está en el buen camino, no sólo en la cantidad sino también en la calidad, dedicando gran parte de sus esfuerzos al África subsahariana", indicó.
Algo que todavía falta, prosiguió, es armonizar esas actividades con otros gobiernos europeos y, "muy importante", corregir la ayuda que se otorga en modo de créditos a las empresas españolas presentes en el Sur, "porque eso no es ayuda a los países sino a las empresas".
Asimismo, considera que es una asignatura pendiente la legislación sobre el comercio, que a su entender no sólo es contradictoria con la política de apoyo al desarrollo de España sino del resto de la Unión Europea (UE).
"Y España, que es país puntero en la ayuda oficial al desarrollo, también debería hacer valer eso dentro de la UE para impulsar a los demás países a que sigan su ejemplo", sugirió.
