El gobierno de Cuba y representantes de la oposición interna, como las Damas de Blanco, celebraron de manera diferente y con puntos de vista encontrados el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Mientras sesionaba un taller internacional, convocado el miércoles por los capítulos cubano y venezolano de la Red de Redes en Defensa de la Humanidad y la Comisión Nacional Cubana de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), opositores manifestaron sus posiciones de forma discreta.
Una protesta citada en un céntrico parque habanero nunca llegó a realizarse, pero por tercer día consecutivo las esposas y madres de presos políticos, conocidas como las Damas de Blanco, protagonizaron una marcha pacífica en la capital sin ser molestadas.
Durante los casi 50 años de la Revolución Cubana, "no hay una sola familia cubana que llore a un familiar desaparecido" o "asesinado extrajudicialmente", afirmó el canciller de Cuba, Felipe Pérez Roque, tras recordar a las víctimas de las dictaduras militares que vivió América Latina en el pasado.
El ministro de Relaciones Exteriores no hizo referencia directa a la oposición interna, considerada por el gobierno como "mercenaria" al servicio de Estados Unidos, pero sí reconoció que el proceso cubano era una "obra imperfecta como toda obra humana" y, por ende, "perfectible".
Al mismo tiempo, reivindicó el derecho de Cuba a demandar un nuevo orden económico internacional y también en el universo de la información y las comunicaciones. Un orden que posibilite "el disfrute de la libertad de expresión en condiciones de objetividad y justicia", dijo.
En relación a Estados Unidos, Pérez Roque recordó cómo las autoridades de ese país siguen evadiendo la obligación de enjuiciar o extraditar a Venezuela al terrorista de origen cubano Luís Posada Carriles, uno de los responsables de la voladura de un avión comercial cubano.
Sobre el Examen Periódico Universal que el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, llevará a cabo sobre Cuba, el canciller aseguró a la prensa que Cuba está segura de que "si prevalece un ambiente de no selectividad, no discriminación, no politización", el Consejo "ganará autoridad".
En declaraciones a la prensa en el Palacio de las Convenciones, el canciller aseguró que Cuba "no pierde el sueño" por no ser miembro de la Organización de los Estados Americanos y que apuesta por la creación de una institución regional con la presencia de todos países de América Latina y el Caribe y sin Estados Unidos.
Además de demandar la liberación de cinco cubanos presos en territorio estadounidense hace ya 10 años, acusados de espionaje, el canciller cubano reclamó poner fin a las detenciones arbitrarias y torturas en la base naval de Guantánamo, enclave militar estadounidense en territorio cubano.
Guantánamo ha servido desde 2002 como centro de reclusión de presuntos "combatientes enemigos" de Estados Unidos, sin posibilidad de ser juzgados por el sistema penal de ese país y contraviniendo el derecho humanitario internacional.
En consonancia con el reclamo cubano, la pacifista estadounidense Cindy Sheehan, madre de un soldado muerto en Iraq, lamentó que Estados Unidos viole los derechos humanos en territorio cubano y consideró que el fin de la administración de George W. Bush sería el momento para exigir la normalización de las relaciones con Cuba.
"Aunque todas las sociedades tienen sus problemas, muchos estadounidenses estarían deseosos de tener los sistemas de salud y educación que tienen los cubanos", añadió Sheehan.
Mientras, unas 30 esposas y familiares de opositores encarcelados desfilaron hasta la escalinata del Capitolio habanero, edificación que albergó al Congreso legislativo antes del triunfo de la revolución, en enero de 1959, para lanzar consignas a favor de la libertad de sus parientes y el respeto de las libertades cívicas.
"Estamos aquí para reclamar no sólo la libertad de nuestros presos políticos y de conciencia, sino para protestar por todas las injusticias", dijo Laura Pollán, una de las más conocidas Damas de Blanco.
Parte de la caminata transcurrió por un concurrido sector comercial habanero. No hubo incidentes en el trayecto de entre tres y cuatro kilómetros, seguido por medios extranjeros de prensa y la curiosidad de los transeúntes, algunos de los cuales recibieron pequeñas banderas cubanas que repartieron las mujeres durante la caminata.
"Con estas demostraciones queremos ganar un poco de espacio entre la población, que sepan quiénes somos", comentó a IPS Berta Soler, que reivindicó su "derecho" a defender las libertades cívicas. "Estamos demostrando que de forma correcta y pacifica se puede defender esos derechos, y nadie puede violarlos", afirmó.
En tanto, otro grupo de no más de 10 disidentes de Agenda para la Transición, recordaron el aniversario con un acto en la casa de Vladimiro Roca, uno de sus afiliados y promotores.
En presencia de varios corresponsales extranjeros, la opositora Martha Beatriz Roque criticó la política de diálogo de la Unión Europea (UE) con el gobierno cubano.
En su opinión, tras el levantamiento en junio de medidas diplomáticas aplicadas por la UE desde 2003, en Cuba se ha logrado a cambio "sólo más represión".