Los gobernantes de la Comunidad del Caribe (Caricom) y de Cuba advirtieron que el «devastador» impacto de la crisis económica y financiera nacida en Estados Unidos amenaza con erosionar el progreso alcanzado en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo para el Milenio.
Catorce jefes de estado y de gobierno de la Caricom y el presidente anfitrión, Raúl Castro, renovaron en la cumbre realizada en Santiago de Cuba su opción por la solidaridad y la colaboración como parte de los esfuerzos para afrontar el impacto de la recesión internacional sobre las economías de esta región.
Ese deterioro en curso de la economía mundial pone en riesgo los avances en pos de los ocho grandes Objetivos, que encabeza la erradicación de la indigencia y el hambre e incluye entre otros la educación universal para la niñez y la reducción de la mortalidad materno-infantil. Estos mandatos con plazo en 2015 fueron fijadas en 2000 en la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"La crisis es de tal magnitud que pone a los países pequeños y vulnerables en una grave situación y si no profundizamos en la cooperación y la integración vamos a estar muy afectados", comentó a IPS Luis Fernando Andrade Falla, secretario general de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).
Andrade asistió a la III Cumbre Cuba-Caricom, que analizó el lunes el impacto en el área caribeña de la crisis financiera, energética, alimentaria y ambiental, la situación y perspectivas de la cooperación y buscó unificar criterios de cara a la cumbre sobre integración y desarrollo a realizarse el 16 y 17 de este mes en Salvador, capital del nororiental estado brasileño de Bahía.
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A esa cita, a la que están convocados los mandatarios de América Latina y el Caribe, se prevé que asista Raúl Castro. Fuentes cercanas a la Caricom dijeron esperar que esa reunión de Brasil abra espacios para el diálogo entre los grupos de integración en la región.
Al respecto, la nación anfitriona y los estados miembros de la Caricom decidieron trabajar "activamente" a favor de los actuales esfuerzos de integración y concertación de la gran región americana de la que sólo están excluidos Canadá y Estados Unidos.
"El ánimo (de los países presentes en la cumbre de Cuba) es asegurar un reconocimiento pleno del Caribe dentro del contexto de América Latina y el Caribe", indicaron.
Expresamos nuestra esperanza de que esa Cumbre en Salvador "contribuya a dichos esfuerzos sobre la base de los principios consagrados en el Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y de la solidaridad, la cooperación y el trato especial y diferenciado para las economías más vulnerables de la región", se señala en la Declaración de Santiago de Cuba, emitida al finalizar las sesiones de trabajo en la noche del lunes.
"Sentarse a dialogar y que Brasil sea el país promotor de esa iniciativa va a ayudar a un diálogo más franco. No estamos reuniéndonos en situaciones de bonanza, hay incertidumbre respecto del nivel de profundidad de la crisis" y estos encuentros facilitan el intercambio en torno a intereses comunes, sostuvo Andrade.
Añadió que en la región, la crisis ya está causando desempleo, por el quiebre de empresas, el descenso del turismo y la devaluación de las monedas nacionales, entre otros efectos visibles. "No hay país que escape de esta situación tan compleja", remató. Sobre el tema, los asistentes a la cita realizada en esta ciudad considerada la más caribeña de Cuba, distante 847 kilómetros de La Habana, estimaron necesaria "una reforma fundamental de la arquitectura financiera internacional, a través de un proceso amplio, transparente e inclusivo bajo la égida de (la Organización de) las Naciones Unidas".
Los líderes caribeños expresaron también preocupación por el tránsito de desechos nucleares y otro tipo de materiales peligrosos por el mar Caribe y llamaron a los países industrializados a aportar recursos financieros nuevos y adicionales para implementar medidas de adaptación ante el cambio climático.
Asimismo exhortaron al gobierno de Estados Unidos a levantar "con efecto inmediato el injusto bloqueo económico, comercial y financiero" impuesto contra Cuba y abandonar la aplicación de varias medidas que para reforzar esa política fueron adoptadas por el actual gobierno de George W. Bush, a partir de 2004.
Al respecto, Andrade consideró "relativo y hasta especulativo" pensar que el cese del embargo estadounidense podría afectar a las economías caribeñas, especialmente en sectores como el turismo, importante fuente de recursos de las pequeñas naciones del área.
"El turista no va a dejar de visitar otros lugares, aunque (inicialmente) puede resultar atractivo para gente que ha querido visitar Cuba por muchos años y no ha podido hacerlo", comentó el directivo de la AEC, organización que tiene como miembros pleno a 25 países de la cuenca del Caribe, incluidos Cuba y los 15 estados miembros de la Caricom.
En esta cita, la isla anfitriona se comprometió a continuar la cooperación que presta desde hace años a las vecinas pequeñas naciones caribeñas y anunció nuevos programas en las esferas de salud, educación, energía y enfrentamiento a los desastres naturales.
Los planes incluyen la ampliación de servicios de cirugía oftalmológica y atención integral en varios países del área, y 480 nuevas becas universitarias para el año próximo, 150 de la cuales para estudiar medicina. Cuba prestará también asesoramiento en estudios, información de mercado y uso de energías renovables.
Asimismo, La Habana ofreció asesoría especializada en materia de prevención y mitigación de desastres naturales, cooperar en la creación de centros de gestión para la reducción de riesgos, realizar talleres técnicos regionales, cursos de postgrado y maestrías para el fortalecimiento de las capacidades nacionales y locales.
La primera Cumbre de Cuba y la Caricom se realizó en 2002, con motivo del 30 aniversario del establecimiento de vínculos de La Habana con Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad Tobago, concretados el 8 de diciembre de 1972.
La segunda edición fue tres años más tarde y tuvo por sede a Barbados.
Este tercer encuentro fue el primero que se realizó en ausencia del líder cubano Fidel Castro, apartado de la vida pública por enfermedad, a quien por su "excepcional contribución al desarrollo de la región" le fue conferida en esta ocasión la Orden Honoris Causa de la Comunidad del Caribe.
Cuba mantiene relaciones diplomáticas con los 14 estados de la Caricom que son independientes, a saber Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.
De este bloque caribeño también forma parte como miembro pleno la isla de Montserrat, que es un territorio dependiente de Gran Bretaña.