Portugal, Inglaterra y Dinamarca lideran la lista de países de la Unión Europea (UE) donde las personas con discapacidades físicas o mentales cuentan con más oportunidades de trabajo.
Un estudio del proyecto comunitario Equal, proporcionado a IPS por la analista de asuntos laborales Carla Aguiar, del Diario de Noticias de Lisboa, coloca a Portugal en el primer lugar, con 55,2 por ciento de minusválidos profesionalmente activos entre los seis países contemplados.
El segundo lugar es ocupado por Inglaterra, que forma parte de Gran Bretaña, con 54,6 por ciento, y de Dinamarca, con 52,8 por ciento.
En el lado opuesto, se sitúan Lituania, España e Italia, que completan la investigación, aunque no se indica los porcentajes de discapacitados empleados. Los seis países representan los dos extremos en la situación laboral que afrontan las personas con problemas físicos y mentales en el universo de los 27 estados miembros de la UE.
Respecto del porcentaje de discapacitados en el total de la población económicamente activa, encabeza el grupo Inglaterra, con 27,2 por ciento de puestos de trabajo, seguida por Dinamarca y Portugal, que comparten el segundo lugar con 19,9 por ciento, en contraste con España, que sólo llega a 8,7 por ciento, Lituania con 8,4 e Italia con 6,6 por ciento.
De ellos, el estudio indica que la inmensa mayoría de estas personas logran llevar una vida integrada por sus propios medios. Tienen familia, trabajo y redes de socialización plenas.
No obstante, muchos de ellos pretenden tener una participación más activa en la vida de sus respectivas colectividades, mediante una plena integración social.
Equal es una iniciativa comunitaria desarrollada en el período de programación de los fondos estructurales de la UE entre 2000 y 2008 y es cofinanciada por el Fondo Social Europeo, con el objetivo de promover la creación de puestos de trabajo.
Cuanta con la participación de universidades, que contribuyen con enseñanza, investigaciones e integración de las cuestiones sociales en los negocios como ventaja competitiva, así como con el compromiso de los medios informativos para crear canales directos de divulgación sobre las posibilidades de empleo para discapacitados.
En este ámbito de Equal se inserta el proyecto cuyo título en inglés, Respons&Ability, es un juego de palabras cuya traducción libre de sentido a otros idiomas seria "Responsabilidad y Habilidad", que contempla los impactos de la gestión de la diversidad en pequeñas y medias empresas europeas.
Su misión central es la desarrollar, ensayar y comunicar políticas y prácticas innovadoras de gestión de recursos humanos, en el marco de la responsabilidad social de las empresas, para promover la creación de puestos de trabajo a personas con limitaciones físicas y mentales.
La perspectiva orientadora del estudio que contempla se centra en la gestión de la diversidad en las pequeñas y medias empresas europeas, con el objetivo central de identificar buenas prácticas de integración de la diversidad en sus respectivas estrategias.
En la globalidad de la UE, la tasa de personas con este tipo de insuficiencias, representa casi 16 por ciento de toda la población laboralmente activa, cuya franja de edad está contemplada entre los 16 y 64 años.
Según un informe de 2004 del Observatorio de las Pequeñas y Medias Empresas (comunitarias) Europeas, tan sólo 28 por ciento de éstas declaran que las actividades relacionadas con el empleo de discapacitados están integradas en sus estrategias de negocios.
La definición de la UE de pequeña y media empresa, por recomendación de 2003 de la Comisión Europea, su brazo ejecutivo, es el de firmas que emplean entre 10 y 250 trabajadores, con un volumen de negocios de hasta 50 millones de euros por ejercicio fiscal anual, que equivalen hoy a unos 63 millones de dólares.
En el caso de Portugal, que ocupa el primer lugar del listado de oportunidades laborales para estas personas con dificultades, las pequeñas y medias empresas representan entre 75 y 83 por ciento de las posibilidades de empleo en general que se producen en todo el país.
"Portugal es en efecto uno de los países europeos con mayor porcentaje de personas con deficiencias que cuentan con un empleo, pese a que un cuarto de las empresas dice que es imposible admitir a un ciego entre sus funcionarios", comentó Aguiar a IPS.
La analista cita al presidente de la Asociación Portuguesa de Parálisis Cerebral, José Mendes de Barros, quien sostiene que esta realidad está asociada a una economía basada en bajas calificaciones, que apuesta "en dar formación a las personas en áreas en que las probabilidades de integración en el mercado laboral son reales y no una acción sólo para entretener a la gente".
Aguiar subrayó que, en un universo de 63 pequeñas y medias empresas consultadas en el estudio, "ser discapacitado sigue siendo considerado un obstáculo a la contratación, más de un cuarto de sus gerentes rechazan definitivamente la posibilidad de contratar un trabajador ciego, al considerar que esa característica les convierte en difícilmente integrables".
"Las deficiencias motrices son encaradas con mayor tolerancia por 39,2 por ciento de las pequeñas y medias empresas, que consideran medianamente integrables personas con ese tipo de problemas físicos". Es un porcentaje cercano a la posibilidad de contratar a un ex adicto a las drogas, a los que 36,5 de los empresarios ven con posibilidades de integración.
Del total de firmas contempladas en el universo del estudio, 31 por ciento manifestaron más disponibilidad para admitir a un ex preso, mientras que una persona sorda solo sería contratada por 21,6 por ciento de las compañías.
Son considerados inactivos para ejercer una profesión 41 por ciento de los discapacitados, en su mayoría con edades comprendidas entre los 25 y los 34 años.
El trabajo también indica que el porcentaje de mujeres discapacitadas trabajando, en general, es superior a la de los hombres, a excepción de Italia y España, donde son superadas.
En cuanto a la cesantía de minusválidos, la más elevada se registra en Lituania, con 6,9 por ciento de los activos, seguida por España, con 5,2, Inglaterra e Italia, con cuatro por ciento, Portugal, con 3,6 por ciento y cierra la lista Dinamarca con 3,5 por ciento.
El estudio respeta las singularidades socio-históricas de cada país, lo que convierte en relativo el propio concepto "diversidad", que en Lituania e Italia no tiene el mismo significado que en Inglaterra o Portugal, países con un vasto pasado colonial que les significó una presencia secular en diversas zonas del planeta.