El despliegue de banderas nacionales y afiches con imágenes del ejército proliferaron a lo largo de una semana de festejos en Sri Lanka, ordenada por el gobierno a raíz de las últimas victorias militares sobre los insurgentes tigres tamiles autonomistas.
«Nos unimos a todos los amantes de la paz de este país para saludar a las fuerzas de seguridad y a la policía por el heroico y patriótico papel que cumplieron para recuperar la estratégica ciudad de Pooneryn», señaló el diario Daily Mirror el lunes en un editorial, titulado «Logro heroico».
El entusiasmo también se reflejó en Internet. Muchos usuarios del sitio Facebook remplazaron las fotos que los identifican con la bandera nacional o imágenes de homenaje a las fuerzas armadas.
Los programas matutinos de radio fueron inundados con llamados telefónicos de oyentes que dejaban mensajes de congratulación.
El sábado 15, el ejército recuperó Pooneryn, ciudad de gran valor político y estratégico en la septentrional península de Jaffna. El presidente Mahinda Rajapakse aprovechó la oportunidad para exigir, por segunda vez en dos semanas, la rendición de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE).
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«Pido a los Tigres que dejen inmediatamente las armas y acuda a la mesa de negociaciones. Es el más grande servicio que pueden realizar al pueblo», dijo en el mensaje transmitido por cadena nacional de radio y televisión para informar sobre el ingreso de las tropas a Pooneryn.
Las victorias en el campo de batalla alimentaron especulaciones sobre una posible convocatoria a elecciones anticipadas por la coalición de gobierno, con el fin de aprovechar la ola de entusiasmo para ganar un segundo mandato.
El éxito militar permitió al gobierno abrir una ruta de abastecimiento a Jaffna y otras zonas del norte de la isla por primera vez en casi un decenio.
«La pérdida de Pooneryn debilitará la capacidad ofensiva de los tamiles», dijo a IPS Rohan Gunaratana, experto en terrorismo del Instituto de Defensa y Estudios Estratégicos, con sede en Singapur.
Gunaratana cree que las tropas del gobierno podrían apoderarse de otras áreas en manos rebeldes en el futuro.
El sábado 15 también se informó de combates a lo largo de la línea que marca el linde con las áreas controladas por los tamiles. Dos días más tarde, el gobierno anunció que las tropas habían cercado Mankulam, importante ciudad a 30 kilómetros de Kilinochchi, bastión crucial para los LTTE.
«Ganaremos la batalla contra el terrorismo. Expulsaremos a los Tigres Tamiles las áreas del norte y crearemos una atmósfera pacífica para que todas las comunidades vivan en armonía», dijo el secretario (ministro) de Defensa, Gotabaya Rajapakse, hermano menor del presidente.
Los rebeldes tamiles, que se habían mantenido casi en silencio en las recientes batallas, señalaron que en las 48 horas posteriores al día 15 habían rechazado tres intentos consecutivos de las tropas gubernamentales de quebrar sus líneas de avanzada en la zona septentrional conocida como Vanni.
Agregaron que habían matado a 36 soldados y herido a muchos más.
Los combates se intensificaron en coincidencia con la llegada a Colombo, el mismo sábado, del primer embarque de suministros de emergencia enviados por el gobierno de India, para ser distribuidos por la Cruz Roja entre los más de 230.000 desplazados internos en áreas controladas por el LTTE.
Esta es la primera iniciativa de Nueva Delhi desde la desastrosa experiencia del envío, a mediados de los años 80, de la Fuerza India de Mantenimiento de la Paz (IPKF), como parte de un acuerdo tripartito que involucró a los LTTE y a los gobiernos de dos países.
Pero el ejército indio, que en un punto había prometido el despliegue de 70.000 efectivos para el IPKF, debió retirarse de Sri Lanka en 1990, tras sufrir fuertes pérdidas combatiendo al LTTE y enfrentado con la falta de apoyo político de Colombo.
La Cruz Roja es la única fuerza de alivio que permanece en la zona de Vanni. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras agencias internacionales se trasladaron a otras áreas a mediados de septiembre, siguiendo directivas del gobierno.
«Esta es la primera vez que India envía ayuda humanitaria a personas afectadas por el conflicto de Sri Lanka a través de la Cruz Roja. Hemos visto los suministros y se ajustan a las necesidades de los desplazados», dijo Paul Castella, jefe de la delegación de la organización humanitaria.
Los paquetes incluyen comida, ropa, elementos sanitarios y de higiene.
La Cruz Roja y la ONU han advertido que el inicio de las lluvias en Vanni ha elevado el riesgo de enfermedades que se contagian a través del agua, fundamentalmente por la falta de instalaciones sanitarias y refugios adecuados.
«La Cruz Roja y las autoridades del área de salud permanecen en alerta ante la posibilidad de brotes de paludismo y otras enfermedades transmitidas por mosquitos, ante la llegada de la estación de lluvias en Vanni», señaló la organización humanitaria en su boletín mensual de octubre.
El responsable de las operaciones de la Cruz Roja en las áreas controladas por los rebeldes tamiles, Hicham Mandoudi, dijo que los desplazados internos quieren estabilidad, luego de ser forzados a trasladarse de un lugar a otro varias veces.
«La seguridad y la estabilidad son lo que más les preocupa. Muchos debieron huir en más de una ocasión desde que se produjo una escalada en las hostilidades en julio. Están exhaustos tras moverse de un lado a otro, cada vez dejando pertenencias detrás», agregó Mandoudi.