RELIGIÓN: En busca de una cultura de paz

Más de una decena de líderes políticos se reunirán en la ONU para impulsar una «cultura de paz», haciendo hincapié en combatir los equívocos en torno a las religiones, en especial el Islam, y contra el aumento del racismo, la xenofobia y la intolerancia en el mundo.

La gran mayoría de los jefes de Estado y de gobierno que participarán en el encuentro a realizarse este miércoles y el jueves serán dirigentes de países musulmanes, como Arabia Saudita, Barhein, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Kuwait, Marruecos, Pakistán y Qatar.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, también será parte del encuentro de dos días en el marco de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de 192 miembros, en lo que será su segunda visita a la sede del foro mundial este año después de las sesiones de septiembre.

"Será una conferencia muy importante", aseguró el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Ban señaló que la ONU es el centro de los esfuerzos mundiales tendientes a impulsar respeto mutuo, comprensión y diálogo.
[related_articles]
La iniciativa de la reunión fue del rey Abdulá bin Abdulaziz, de Arabia Saudita, guardián de dos mezquitas sagradas.

Con ésta y otras iniciativas tendientes a promover comprensión y reconocimiento entre religiones, distintas confesiones y culturas, la comunidad internacional podrá promover más diálogo, harmonía y reconciliación, alegó Ban.

"Estoy seguro de que le dará un muy buen impulso", añadió.

La reunión de alto nivel dedicada a una cultura de paz es la continuación de otra organizada en Madrid en julio de 2007.

El encuentro se hace en un contexto de creciente islamofobia, en especial en Europa, donde se agravó por la publicación de unas caricaturas del profeta Mahoma en un periódico danés, y al aumento de ataques suicidas en Afganistán, Iraq y Pakistán.

"El Islam no tiene nada que ver con ataques suicidas, ni desde el punto de vista religioso ni de su jurisprudencia", señaló Ekmeleddin Ihsanoglu, secretario general de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), con 57 miembros y una delegación permanente en la ONU.

¿Por qué un hombre o una mujer se suicidan? ¿Qué objetivo es más valioso que la propia vida? ¿Qué razones psicológicas, políticas y sociales llevan a ese tipo de acciones?, preguntó.

Hasta que no se planteen esas preguntas, se encuentren las respuestas y se lidie con el asunto, el terrorismo y los atentados suicidas seguirán aumentando, declaró Ihsanoglu en una conferencia de la ONU.

Ban Ki-moon condenó en marzo "con duros términos" una película que ofende al Islam y que se difundió en Holanda.

"No hay justificación alguna para un discurso de odio que incite a la violencia", remarcó. "El derecho a la libre expresión no está en juego aquí. La libertad siempre debe ir acompañada de responsabilidad social".

"También tenemos que reconocer que el verdadero problema no es entre musulmanes y occidentales, como algunos quieren hacernos creer, sino entre pequeñas minorías de extremistas, de ambos bandos, interesadas en incitar a la hostilidad y al conflicto".

El presidente de la Asamblea General de la ONU, el sacerdote católico nicaragüense Miguel d’Escoto, señaló que el tema de la reunión no es la religión.

Se hablará sobre los valores comunes de las diferentes culturas, ya sean religiosos, de civilizaciones, éticos o filosóficos, añadió.

La semana pasada, los estados miembros de la ONU divulgaron el documento "Combatir la difamación de las religiones".

El concepto de "difamación de las religiones" no está contemplado por el derecho internacional y los esfuerzos para combatirla suelen terminar en restricciones a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión y de expresión, según Estados Unidos.

Este país reconoce que desde el punto de vista legal, el concepto de "difamación de las religiones" es "muy problemático porque la legislación en materia de derechos humanos existente protege a las personas, no a las religiones ni a las ideologías ni a las creencias".

"Pero el concepto apunta a expresar la idea de que la religión puede quedar amparada bajo la legislación de derechos humanos, lo que puede socavar la protección de las personas".

En cuanto a la libertad de expresión, Estados Unidos sostiene que los gobiernos no deben prohibir ni castigar declaraciones, aun cuando sean ofensivas o inciten al odio, en base a una confianza subyacente de que en una sociedad libre, ese tipo de ideas no prosperará por su falta intrínseca de méritos.

Estados Unidos también considera que se debe hacer más para promover la comprensión interreligiosa, que deben tomarse medidas concretas para fomentar la tolerancia y que los derechos de las personas son el mejor instrumento para combatir los abusos y las ideologías de odio.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe