El estadounidense grupo de estudio de derecha Freedoms Watch cierra sus puertas porque su principal patrocinador y contribuyente, el magnate de casinos Sheldon Adelson, es uno de los grandes afectados por la actual crisis financiera.
Freedoms Watch, que según Las Vegas Review Journal, tiene previsto despedir a muchos empleados a fines de diciembre, era una de las organizaciones más destacadas y cercana al Partido Republicano.
Adelson contribuyó con más de 30 millones de dólares en 2007 y 2008, pero tuvo que cortar su filantropía porque sus ganancias netas, estimadas en 36.000 millones de dólares el año pasado, cayeron a 13.000 millones.
Su empresa, Las Vegas Sands Corporation, registra grandes pérdidas porque su agresiva campaña de expansión a Singapur y Macau coincidió con la debacle financiera internacional.
Freedoms Watch fue creado en marzo de 2007 como filial de la Coalición Judía Republicana de Florida, que Adelson integraba hace tiempo.
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Su objetivo es "apoyar las principales políticas públicas conservadores", pero las campañas del grupo se han concentrado en reflejar su apoyo incondicional a la guerra de Iraq y a las políticas favorables al gobernante Partido Likud, de Israel, defendidas por su benefactor.
En noviembre de 2007, Adelson se ubicó en la extrema derecha del Comité de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelí (Aipac, por sus siglas en inglés), al denunciar su posición favorable a la creación de dos estados como solución al conflicto palestino-israelí.
"Si alguien está por saltar de un puente, sus amigos deben disuadirlo", declaró a la Jewish Telegraph Agency. "No apoyó más organizaciones que dejan que sus amigos se suiciden sólo porque es su voluntad saltar".
En el verano boreal de 2007, Freedoms Watch destinó 15 millones de dólares a un aviso combativo a favor de la iniciativa del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de aumentar los efectivos en Iraq.
El peso de Adelson sobre la gestión financiera de la organización y el hecho de que tenga que autorizar y aprobar todas las campañas publicitarias y todos los gastos molestó a los miembros del directorio de Freedoms Watch y a altos dirigentes republicanos que le critican su estilo de dirección verticalista.
La crisis financiera global y la rápida expansión del imperio de casinos de Adelson en Asia coincidió con su ruptura con los evangélicos cristianos, alineados a los intereses neoconservadores en materia de política exterior, promovidos por Freedoms Watch.
Las tensiones se acentuaron el 29 de septiembre cuando el presidente de la Coalición Cristiana de Alabama, Randy Brinson, denunció a Adelson por "no compartir los valores de los ciudadanos" de ese estado.
Los intereses económicos de Adelson en Macau, enclave chino de apostadores cercano a Hong Kong, propició su politiquería a favor del gobierno de ese país al que la derecha cristiana critica por ser comunista, violar los derechos humanos y restringir la libertad de culto.
El 25 de mayo, un juez de Nevada falló a favor de Richard Suen, empresario de Hong Kong, por lo que Sands Corporation fue obligada a indemnizarlos con 43.3 millones de dólares.
Suen alegó en el juicio haber trabajado como "organizador" de reuniones entre Adelson y Sands Corp. con altos funcionarios de Beijing.
La versión del empresario chino es que Adelson y Sands Corp. trataban de obtener una licencia para introducirse en el lucrativo mercado de casinos de Macau. El empresario se enteró en 2001 gracias a esas reuniones que a Beijing le tenía muy preocupado el intento de representantes republicanos de impedir que China fuera sede de los Juegos Olímpicos de 2008.
Según la declaración de Suen, Adelson, interesado en obtener los favores de Beijing, se comunicó de inmediato con el líder de la bancada republicana de entonces, Tom Delay, tras lo cual llamó al alcalde de la capital china y le dijo: "El proyecto nunca verá la luz. No se preocupe".
Sands Corp. logró obtener la atractiva licencia y abrió el Cotai Strip y el Venetian Macau a un costo de 2.400 millones de dólares, además de los entre 10.000 y 12.000 millones que deberá investir hasta 2010.
La estrecha relación entre Adelson y el gobierno chino perjudicó su alianza con la derecha cristiana, muy poderosa en la interna del Partido Republicano.
"Por el lugar que eligió Sheldon Adelson para colocar su tesoro se deduce dónde tiene su corazón: en las apuestas y en el régimen chino que persigue a los cristianos", sentenció Brinson.
La contracción de la fortuna de Adelson implicó grandes recortes en sus emprendimientos filantrópicos, como Birth Right Israel, que financia a jóvenes judíos un viaje a ese país con todos los gastos pagos.
Él y su esposa Miriam aportaron 70 millones de dólares en los últimos dos años, pero sus promesas para 2009 y 2010 deberán reducirse a 20 millones y 10 millones de respectivamente.
La conjunción de la crisis financiera internacional, el mayor interés de la prensa por sus negocios en China y su ruptura con los evangélicos cristianos y Freedoms Watch marcó un año particularmente adverso para un hombre que en 2006 decía compungido al conocido entrevistador Charlie Rose: "Mil millones de dólares no compran lo mismo que antes".