«Por muy horribles que fueran los atentados terroristas (de 2001), no se justifica lo que vino después ( ). No entiendo que (el presidente estadounidense George W.) Bush metiera a un montón de países aliados en unas guerras de venganza y destrucción ( ). Han creado un infierno sin salida».
La reina Sofía, esposa del rey de España, no anduvo con vueltas a la hora de pronunciarse sobre varios temas, polémicos en su mayoría, como lo hizo respecto de la política exterior de Bush o para criticar aspectos de la ley que habilita la unión de homosexuales. "Si quieren casarse pueden estar en su derecho, según las leyes ( ), pero que a eso no le llamen matrimonio", enfatizó.
Más allá de que haya hablado con la periodista Pilar Urbano para publicar o convencida de que no lo haría, como ahora aduce, sus expresiones la tienen a mal traer y la han puesto en los titulares de los medios de comunicación de su país y en muchos del exterior, con el consecuente daño para la imagen de neutralidad política e institucional que supo cultivar.
Las opiniones de Sofía contenidas en el libro titulado "La reina, muy de cerca" sobre líderes políticos españoles y extranjeros, como Bush, así como sobre religión, uniones homosexuales, despenalización del aborto y otros asuntos levantaron una polvareda que no logran acallar la Casa Real ni el propio gobierno español de José Luís Rodríguez Zapatero.
El lanzamiento de la publicación de Urbano, conocida adherente a la conservadora prelatura católica del Opus Dei, sorprendió y preocupó— a los reyes Juan Carlos y Sofía en su estancia de fines de la semana pasada en El Salvador, donde asistieron a la XVIII Cumbre Iberoamericana.
Algunas de los tramos del libro sorprendieron también al gobierno y a la oposición en España, ya que desde que Sofía de Grecia se casó en 1962 con Juan Carlos I de Borbón nunca había hablado públicamente de estos temas y la idea general es que no debe ni puede hacerlo, como indicó a IPS el profesor de derecho constitucional Roberto Blanco Valdés.
"La Constitución exige que los actos del Rey estén refrendados por el gobierno y, aunque no hay una norma expresa que impida hablar al matrimonio real, sí existe la obligación de imparcialidad, lo cual es incompatible con la expresión de ideas ( ). La norma consuetudinaria es que no se manifiesten", sostuvo Blanco Valdés.
Antes de estallar la polémica y antes del regreso a España de Juan Carlos, Sofía y del propio Zapatero, la Casa Real trató de evitar el previsible escándalo a través de un comunicado que pretendía aclarar que las declaraciones atribuidas a la Reina no reflejaban "su impecable trayectoria de absoluto respeto y neutralidad ".
En el texto también se señala que Urbano "ha puesto en boca de Su Majestad unas supuestas afirmaciones que, en todo caso, se han hecho en un ámbito privado y no responden con exactitud a las opiniones vertidas por la Reina, como oportunamente se ha hecho saber a la autora".
La reina Sofía, según lo publicado, se manifiesta entusiasmada con el triunfo de Barak Obama en las elecciones presidenciales del 4 de este mes en Estados Unidos. "Me siento muy satisfecha con la posibilidad de que un negro pueda llegar tan alto. Creo que es un hombre sincero, inteligente y eficaz".
Del líder cubano Fidel Castro recuerda que le sugirió "que abriera un poquito, un poquito" la rigidez del sistema socialista de la isla. Pero "me dijo: "nooo, mi reina, si abro un poquito, enseguida me pedirán un muchito".
Sobre Hassan II de Marruecos (1929-1999), padre del actual rey Mohamed V: "A mi marido (siempre) intentaba tenderle trampas. Ven, ven a Ceuta o Melilla —le decía— y yo te monto allí un recibimiento por todo lo alto". "Era para decirle: Pero Hassan ¿cómo vas a recibirme tú en unas tierras que son mías", en referencia a la disputa territorial de ese lugar por ambos países.
Felipe González, jefe de gobierno español entre 1982 y 1996: "Siendo republicano fue exquisito en el cuidado con todo lo que tiene que ver con la Corona. Es un hombre simpático".
José María Aznar, en el gobierno de 1996 a 2004: "No fue antipático con nosotros. Tal vez su aspecto, su expresión tan seria no le ayudaba". Zapatero: "Es un presidente joven, muy volcado en su tarea, nada superficial ni engreído".
Sofía también se pronuncia en contra de la despenalización del aborto. "Hay que respetar a toda criatura viviente", apuntó. "Estar por la vida no es ser retrógrado", aclaró.
Le dijo a Urbano que "en los colegios se ha de enseñar religión ( ). Los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida".
"No me gustan las cuotas en los cargos de dirección o de gobierno", respondió ante la pregunta de la periodista respecto a esta herramienta para pugnar por la igualdad de género en actividades sociales y políticas.
Las declaraciones de Sofía en el libro tienen eco diario en los medios de comunicación, tertulias de televisión y radiofónicas y por supuesto en las calles de toda España, mientras comienzan a sentirse también en el exterior. Unos se muestran de acuerdo con ellas y otros discrepan total o parcialmente, pero a pocos dejan indiferente en este país.
A pesar de que algunas opiniones de la reina consorte van en contra del contenido de leyes impulsadas o aprobadas por el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el presidente Zapatero salió de inmediato en su defensa.
"La Reina cumple de manera ejemplar su función constitucional", apuntó.
Lo mismo han dicho el canciller Miguel Ángel Moratinos y otros dirigentes del PSOE. Es que la Reina ha sido neutral en los 46 años que lleva en España, porque dudan de que las declaraciones fueran hechas para ser publicadas y, posiblemente también, porque quieren evitar que provoquen problemas diplomáticos con personalidades o países aludidos en ellas.
Los dirigentes del opositor Partido Popular (PP) callan o se muestran de acuerdo con las opiniones de Sofía sobre moral, religión y libertades, que están próximas al ideario político de esta agrupación centroderechista.
Esteban Martínez Pons, vicesecretario de Comunicación del PP indicó, sin embargo, que la reina "ha ofendido a una parte de los españoles" y que "en estos asuntos debe ser neutral."
Por su parte, el líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, declaró a IPS que "Doña Sofía no debió inmiscuirse, ni interferir en de la mayoría democrática, que es la única "soberana" en España".
Urbano asegura que el texto de su libro ha sido aprobado en su integridad por los asesores de la Reina, que lo leyeron y revisaron, pero no tiene grabaciones ni documentos escritos que puedan acreditarlo.
Son muchos los que creen que las declaraciones fueron hechas de modo confidencia, no para ser publicadas. Otros analistas creen que la autora intentó arrimar harina para su molino religioso. Algunos sospechan un hábil plan para identificar a lo reyes con posiciones ultraconservadoras que nunca tuvieron y para dificultar sus buenas relaciones con los socialistas.
En Marruecos, las declaraciones cayeron mal en círculos políticos próximos al rey Mohamed VI. En Italia, el diario La República entiende que la Reina "tiene una visión del mundo cercana a la derecha política y en línea con las ideas del cardenal Antonio María Rouco Varela", representante de la línea dura de la Iglesia Católica y presidente de la Conferencia Episcopal Española.
El diario francés Le Monde publicó que, en caso de ser ciertas, las declaraciones de Sofía sobre libertades y moral "destaca su opción contraria a la del gobierno", mientras que el corresponsal en España del diario argentino Clarín entiende que "la Reina ha roto el sentido de neutralidad de la monarquía".
El temporal, lejos de amainar, se encrespa y Urbano se frota las manos: su libro "La reina, de cerca", gracias a la polémica, se vende como rosquillas.