ECONOMÍA: Dos cumbres contra la crisis

A medida que la crisis financiera continúa propagándose por todo el planeta, una treintena de jefes de gobierno prevén participar en las próximas semanas en dos conferencias internacionales para buscar soluciones de corto y largo plazo.

La cumbre del Grupo de los 20 (G-20), que reúne al Grupo de los Siete (G-7) países más ricos y 12 emergentes, se celebrará en Washington este viernes y el sábado. En esta ocasión, se sumará también el presidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, integrando la delegación de la Unión Europea (UE).

La segunda reunión, la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Financiamiento para el Desarrollo (FpD) en Doha, Qatar, se prolongará cuatro días a partir del 29 de este mes y está abierta a la participación de los 192 países integrantes del foro mundial.

Consultado por IPS acerca de la posible superposición de tareas entre ambas reuniones, el secretario ejecutivo de la FpD, Oscar de Rojas, dijo que la cumbre de este fin de semana se concentrará en delinear medidas específicas para atacar la crisis financiera.

Pero no irá mucho más allá en términos de reformas fundamentales del sistema económico y financiero mundial, agregó. "Esa reunión podría ser vista como complementaria, o como un insumo, de las deliberaciones en Doha", evaluó.
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"Confiamos en que habrá oportunidades para que las cuestiones en la agenda de la cumbre se discuta en un foro más amplio de la comunidad internacional, y creemos que la conferencia de Doha es una buena ocasión", indicó.

La reunión fue programada inicialmente como una cumbre del Grupo de los Ocho países más industrializados (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y Rusia).

Finalmente, dada la amplitud de la agenda, reunirá, además de a esos países, a los emergentes Arabia Saudita, Argentina, Australia, China, Corea del Sur, Brasil, India, Indonesia, México, Sudáfrica y Turquía (Rusia integra los dos conglomerados) y a la UE como bloque.

El presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D'Escoto Brockmann, advirtió que cualquier discusión sobre la crisis financiera debería ser "inclusiva, no excluyente". "El ámbito para deliberar no es el G-8, el G-20, el G-25 ni el G-63. Es el G-192, la Asamblea General de la ONU", enfatizó.

El presidente estadounidense saliente George W. Bush, quien asumió un papel clave en la cumbre en Washington, no propondrá, al parecer, ningún cambio radical de las instituciones financieras multilaterales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), ni aumentos sustanciales al financiamiento al desarrollo.

Se trata de dos ideas que han circulado en las últimas semanas en círculos diplomáticos.

El director gerente del FMI, Dominque Strauss-Kahn, dijo que en la reunión se procurará establecer medidas para "aplacar de inmediato la crisis, por ejemplo, a través de respuestas políticas coordinadas y del financiamiento para restaurar la confianza y el crecimiento".

Además, agregó, la cumbre deberá considerar cuestiones para el largo plazo referidas a la arquitectura financiera internacional, como reparar "un sistema regulatorio inadecuado" y desarrollar un sistema confiable de alerta y respuesta tempranas.

En su último informe, el FMI proyectó una caída del crecimiento económico mundial a 2,2 por ciento para 2009, ante el 3,7 por ciento previsto para el cabo de este año y el 5,0 por ciento de 2006.

En tanto, la reunión en Doha hará un seguimiento de la primera conferencia internacional sobre FpD celebrada en 2002 en Monterrey, México.

El borrador de declaración final de la conferencia se refiere a varios asuntos vinculados con la crisis, como la movilización de recursos financieros nacionales e internacionales para el desarrollo, la búsqueda de nuevas fuentes para ese financiamiento, el comercio internacional y el aumento de la asistencia oficial al desarrollo.

El documento indica que varias fuentes innovadoras de financiamiento al desarrollo se han vuelto realidad o están en avanzado estado de diseño hacia su implementación. Entre ellas, menciona los fondos creados con participación del sector privado en la lucha contra el sida, la tuberculosis y el paludismo (malaria) o para campañas de vacunación.

"Reconocemos que esos fondos deben sumarse, y no sustituir, a la asistencia oficial al desarrollo, y que no deben constituir cargas indebidas sobre los países pobres", indica el texto.

El borrador de declaración considera necesaria la convocatoria de una conferencia internacional para revisar la arquitectura del sistema financiero y monetario internacional y las estructuras económicas globales, en especial el FMI.

Los representantes de los países preparan la reunión en Doha a todo vapor.

"Las negociaciones importante sen la ONU siempre son lentas y meticulosas. El martes se sumaron varias sesiones al calendario: habrá prácticamente dos reuniones diarias en las próximas dos semanas", dijo D'Escoto.

Varios jefes de Estado y de gobierno ya confirmaron su participación en la reunión en Doha, reiteró D'Escoto. A comienzos de este mes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció que en esa ocasión se desarrollará "una discusión informal, a nivel de cumbre, sobre la crisis financiera y la reforma del sistema económico".

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