La UE no ha tenido éxito en presionar a Bulgaria para que resuelva sus problemas de corrupción de alto nivel y crimen organizado, por lo que sólo puede mirar cómo el dinero que envía como ayuda desaparece en las arcas de empresarios ligados a la clase política de ese país.
Cuando Bulgaria se sumó a la UE (Unión Europea), el 1 de enero de 2007, el bloque prometió otorgarle al menos 13.800 millones de dólares en ayuda hasta 2013, para desarrollo de infraestructura y programas agrícolas.
Pero en julio, la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, suspendió la entrega de unos 626 millones de dólares. Acusó a Bulgaria de mal manejo de los fondos europeos por la corrupción y la ineficiencia de las agencias nacionales de administración de la ayuda.
La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF, por sus siglas en francés), está actualmente investigando al grupo Nikolov-Stoykov. Sospecha que se apropiaron de 9,3 millones de dólares del Programa de Acceso Especial para el Desarrollo Agrícola y Rural.
Un informe de la OLAF, que se filtró a la prensa búlgara el 15 de julio, señala que el grupo Nikolov-Stoykov es "una red criminal de compañías, compuesta de más de 50 empresas de ese país y otras europeas o extraterritoriales".
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El estudio acusa al grupo de tomar los fondos para comprar nuevos equipos industriales, pero que en realidad adquirieron tecnología alemana de segunda mano, quedándose con la diferencia. Además, importaron alimentos de países no europeos con permisos falsos y luego los revendieron en el mercado de Europa occidental, según la OLAF.
Los dos líderes del grupo han sido investigados por fraude. Ludmil Stoykov fue arrestado el año pasado, pero aún no se formularon cargos en su contra. Mario Nikolov será juzgado por ese delito.
Durante las últimas semanas, la principal fuerza de oposición, Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), ha revelado vínculos entre el grupo empresario y el oficialista Partido Socialista Búlgaro (PSB).
La oposición afirma que Stoykov financió la campaña electoral del presidente socialista Georgi Parvanov. También envió a la oficina del fiscal general evidencias sobre una reunión privada entre el primer ministro Sergei Stanishev, del PSB, y Nikolov en 2005. Luego del encuentro, el grupo empresario entregó casi 125.000 dólares para la campaña socialista.
En respuesta a las acusaciones, Stanishev dijo que su partido recibe alrededor de 3.000 contribuciones anuales y que no puede investigar completamente a cada uno de los donantes. "Si hay evidencias de que alguno violó la ley y se trata de dinero sucio, lo pondremos a la luz", afirmó.
El 14 de octubre, la oficina del fiscal general pidió a la Agencia de Seguridad del Estado (SANS) que investigue el financiamiento de la campaña del PSB. Ese organismo fue creado en 2007 como un servicio de contrainteligencia para combatir el crimen organizado y la corrupción en los altos niveles del gobierno. El gabinete nombra al director, quien luego elige a sus colaboradores más cercanos.
Poco después, el gabinete desplazó al subdirector de la agencia, Ivan Drashkov. El primer ministro lo acusó de "no observar la ley y dañar el prestigio de la SANS", luego de conocerse que había espiado más de 50 periodistas y algunos legisladores.
Un importante dirigente socialista, el ex ministro del Interior Roumen Petkov, condenó la remoción de Drashkov, argumentando que convertía a la SANS en terreno de batalla para una puja de poder interna.
Pero algunos analistas creen que podría tener otras razones. "Drashkov está considerado un hombre de Petkov, quien está enfrentado con Stanishev porque le pidió la renuncia meses atrás y se prepara para convertirse en nuevo líder del partido. Se enfrentan en todos los temas, en este caso por el control de la SANS", dijo a IPS la analista política búlgara Tatiana Kostadinova, quien enseña en la Universidad Internacional de Florida.
Petkov fue forzado a renunciar el 13 de abril, cuando se conoció que había mantenido reuniones con "los hermanos Galevi", quienes eran buscados por las autoridades por sus supuestos lazos con el crimen organizado.
Las encuestas revelan que la confianza del público en el gobierno cayó por debajo de 10 por ciento. Los escándalos de corrupción en los que aparece envuelto el PSB no son la única causa.
El socio en la coalición oficialista, el Movimiento por los Derechos y las Libertades tiene una mala imagen similar y su líder, Ahmed Dogan, está considerado como el político más impopular del país.
Las elecciones generales están previstas para junio de 2009, pero la oposición reclama que se adelante la fecha. El mes pasado, GERB y dos agrupaciones menores de centroderecha lanzaron una campaña para que los ciudadanos firmaran una orden simbólica de remoción del gobierno. En un país de 7,5 millones de habitantes, se recolectaron casi un millón de firmas.
Además del desencanto ciudadano, otras consecuencias de la corrupción se están volviendo evidentes. El 22 de octubre, el ministro de Economía Peter Dimitrov informó que entre enero y agosto las inversiones extranjeras directas habían caído 1.460 millones de dólares respecto del mismo período de 2007.
La crisis financiera internacional es uno de los motivos, pero también la pérdida de confianza de los inversores.
Economistas búlgaros han advertido que los efectos más severos de la crisis económica mundial se sentirán en el país el año próximo y que las instituciones europeas serán reticentes a inyectar dinero en Bulgaria, por temor a que esos fondos terminen en manos de organizaciones delictivas y dirigentes corruptos.