La cooperación internacional impulsa el crecimiento de proyectos culturales en Cuba, cuya actividad enriquece la perspectiva tradicional sobre el desarrollo con una dimensión más cercana a las necesidades espirituales del ser humano.
En ese empeño, la agencia suiza de cooperación Cosude y el instituto no gubernamental holandés Hivos han mantenido su trabajo en esta isla caribeña junto a otras iniciativas de organismos multilaterales, a pesar de los vaivenes en las política y la diplomacia.
"La ayuda de la cooperación internacional va directamente al mejoramiento espiritual de la población", dijo a IPS Yoanny Sarmiento, director de la Casa de Cultura del municipio de Jamaica, más de 800 kilómetros al este de La Habana.
En esa localidad del oriente cubano, la segunda más populosa de la provincia de Guantánamo, funciona desde junio de 2006 un proyecto de recuperación de la vida sociocultural con financiamiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que ha dotado de equipamiento técnico a instalaciones culturales.
"Ha habido un salto en el número de talleres de apreciación y en la calidad de las expresiones artísticas", afirmó Sarmiento, de 33 años, quien labora también como profesor instructor de música.
"No apoyamos el arte por el arte, sino por el rol social y cultural que tiene", señaló a IPS Susana Rochna, coordinadora del programa de Arte y Cultura de Hivos para Centroamérica y el Caribe, con sede en San José de Costa Rica.
"Este matrimonio entre la cooperación, su interés por el desarrollo y el arte, tiene un efecto interesante, porque desarrolla un poco más la conciencia social", apuntó Rochna.
"Respaldamos un arte bastante vanguardista y contestatario que hace reflexionar, produce cambios y despierta lo mejor del ser humano", sostuvo.
El Instituto Humanista de Cooperación al Desarrollo, Hivos, ofrece apoyo a unas 800 organizaciones no gubernamentales en el mundo, de ellas 150 en América Latina y el Caribe. El estímulo a proyectos culturales forma parte de su línea de trabajo con las "voces civiles", que incluye también a medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la información.
Dentro del programa de Arte y Cultura, esta organización europea prioriza la calidad artística de las propuestas, la búsqueda de nuevos lenguajes, el acceso de públicos amplios a los productos y el compromiso social de quienes los realizan.
En Cuba, Hivos ha colaborado decisivamente en el desarrollo de instituciones como el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, la compañía de danza Retazos, el Festival Internacional del Cine Pobre de Humberto Solás y el Centro de formación literaria Onelio Jorge Cardoso.
"Hivos nos dio el presupuesto inicial para crear el Centro", relató a IPS Ivonne Galeano, coordinadora del estatal Centro Onelio. "Teníamos la aprobación y el apoyo del Ministerio de Cultura, pero no el dinero para comprar los primeros equipos", recordó.
Esa institución, fundada en 1998 por el cuentista cubano Eduardo Heras León, ha formado en sus cursos de técnicas narrativas a más de 500 jóvenes, residentes en ciudades o en remotos parajes rurales, con lo cual ha generado una verdadera transformación en el "mapa literario de la isla", antes dominado por las grandes urbes.
La cooperación internacional contribuyó luego con el equipamiento para un laboratorio de computación, el mobiliario para las oficinas de la sede, y la editorial Caja China, que ha publicado antologías de cuentos y la revista El Cuentero, especializada en narrativa.
En marzo, el Centro Onelio proyectó su labor más allá de las fronteras de Cuba con el primer Festival Internacional de Narradores Jóvenes, al que pudieron asistir más de un centenar de representantes de las letras de América Latina y el Caribe gracias al respaldo de Hivos, Cosude y de las autoridades culturales del país caribeño.
Ambos actores de la cooperación internacional organizaron entre los días 6 y 8 de este mes el Taller sobre Cooperación Cultural, en el hotel Neptuno de la capital cubana, con la coordinación del Centro de Intercambio y Referencia sobre Iniciativas Comunitarias (Cieric), y la asistencia de proyectos culturales de cuatro provincias del país.
"Creo que el financiamiento es fundamental, porque permite que la gente produzca y ponga en ejecución básicamente sus ideas", consideró Rochna. Según la funcionaria, Hivos cuenta con un presupuesto de unos 100 millones de euros (118 millones de dólares), alrededor de cinco por ciento de los cuales se destina al programa de Arte y Cultura.
"Tratamos de mantener el apoyo por un tiempo lo suficientemente largo como para generar algunas capacidades y dejar infraestructura construida, sobre las que se puede empezar a hacer algo", afirmó.
"Una vez que retiramos el apoyo la gente queda con un prestigio más grande, mayor experiencia, recursos técnicos y con un equipo profesional", añadió Rochna. Luego de la ruptura de las relaciones de cooperación ocurridas en 2003, el área de la cultura, Cuba no recibe cooperación de la Unión Europea (UE) y prácticamente de ninguno de los gobiernos que componen ese bloque, salvo de España y Bélgica.
Esa situación podría cambiar a partir del relanzamiento de los vínculos pactado el 23 de octubre en La Habana por el comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la UE, Louis Michel, y el canciller cubano Felipe Pérez Roque.
La ayuda en el área cultural se dirige a estimular el arte en los territorios, promover la creación, conservar el patrimonio, realizar investigaciones y desarrollar el potencial humano.
En general, la isla sostenía al cierre de 2007 relaciones de colaboración con 39 países, 110 gobiernos locales, 102 organizaciones no gubernamentales y 20 fondos privados. Para este año, los proyectos en marcha comprenden un financiamiento de 109,2 millones de dólares.