La dictadura militar de Birmania ha renovado sus esfuerzos con el objetivo de eliminar toda oposición, de cara a las elecciones previstas para 2010.
Catorce activistas políticos fueron condenados esta semana a 65 años de cárcel por su participación en las protestas pacíficas de agosto y septiembre del año pasado, lideradas por monjes budistas.
Se trata de las más recientes en una serie de duras sentencias aplicadas a activistas, artistas, periodistas y abogados en las últimas semanas.
"La junta militar, claramente, está reprimiendo todas las expresiones de disenso en el país", dijo a IPS Zin Linn, un ex prisionero político, al comentar las condenas del martes. "Quieren silenciar a la oposición antes de las elecciones."
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló que al menos 31 personas murieron por la represión a las protestas callejeras del año pasado, el mayor desafío a los militares desde que tomaron el poder hace 20 años.
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Otros nueve líderes del grupo de activistas, incluidos los tres más importantes —Min Ko Naing, Ko Ko Gyi y Htay Kyew— habían sido condenados hace poco a seis meses de cárcel por desacato al tribunal.
Según informes oficiales, los acusados interrumpieron continuamente el proceso y trataron de hacer callar a gritos al juez. Se negaron a aceptar la autoridad del tribunal e insistieron en que continuarían oponiéndose al sistema judicial con tácticas no violentas y de desobediencia civil.
Luego, fueron trasladados a una prisión en el delta del río Irrawaddy, arrasado por el ciclón Nargis.
"Tememos que reciban un tratamiento duro, pues se trata de un lugar aislado, lo cual dificulta la visita de familiares. Las condiciones de detención para los presos políticos empeoran cada vez más", dijo a IPS la activista Khin Omar.
Muchos de los miembros del grupo, que estuvieron al frente de las masivas manifestaciones prodemocráticas de 1988, fueron torturados y recibieron largas condenas de prisión luego del golpe militar de hace 20 años.
Reanudaron la actividad política cuando fueron liberados en 2004, organizando protestas usualmente centradas en los problemas económicos del país.
Muchos analistas creen que la junta teme más a los estudiantes que a la Liga Nacional por la Democracia (LND), liderada por la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, quien ha pasado bajo arresto domiciliario la mayor parte de los últimos 20 años.
La LND triunfó cómodamente en las elecciones de 1990, pero los militares jamás le permitieron formar gobierno.
Según un diplomático occidental, los militares "creen que pueden manejar a la LND, pero saben que no controlarán a los estudiantes".
La activista por los derechos laborales Su Su Nway fue condenada a más de 12 años. Ya había estado nueve meses en prisión hace dos años, por su campaña contra el trabajo forzado.
Además, 10 miembros de la LND de Bogalay, en el delta del Irrawaddy, fueron condenados a entre ocho y 24 años de cárcel.
"Se trata de una clara señal para todos acerca de que el régimen no tolerará ninguna clase de oposición en el camino hacia las elecciones de 2010", dijo a IPS Benjamin Zawacki, de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional.
Las sentencias de este martes siguieron a la condena a más de 20 años, hace 10 meses, de Nay Phone Latt, responsable del más popular blog de Internet, por publicar una caricatura del máximo líder militar, el general Than Shwe Su juicio se desarrolló a puertas cerradas, al igual que el de los otros activistas..
El conocido poeta Saw Wai también fue condenado a dos años de prisión por "incitar a crímenes contra la paz pública". Fue arrestado en enero, tras la publicación de un poema en el que se burlaba de Than Shwe.
La diferencia en la severidad de las condenas impuestas al blogger y al poeta sugiere que la dictadura está más preocupada por el uso que la oposición puede hacer de la tecnología, en especial de Internet.
"La junta está muy preocupada por las cosas que no puede entender y controlar. La condena del blogger refleja el grado de amenaza que los militares ven en Internet en comparación con la poesía", señaló Zawacki.
Asimismo, antes de que Nay Phone Latt fuera condenada, su abogado, Aung Thein, y un colega, Khin Maung Shein, recibieron una sentencia a cuatro meses de cárcel por "desacato" al tribunal. Su único delito, declaró a la prensa Aung Thein, fue tratar de defender a su cliente.
Más de 15 periodistas permanecen detenidos a la espera de juicio, según la Asociación de la Prensa Birmana. La mayoría de ellos están presos por publicar artículos sobre la situación en las áreas devastadas por el ciclón Nargis y las deficiencias de las tareas de socorro a las víctimas.
Esta serie de condenas judiciales "revela el grado de deterioro de las libertades políticas básicas. Muestran claramente lo que podemos esperar en 2010", dijo un diplomático occidental.
Todos los que se oponen a la "hoja de ruta" hacia la democracia diseñada por la dictadura y a la Constitución —aprobada en un referendo caracterizado por la intimidación y la manipulación— son blanco de la junta militar.
"Están usando esas duras condenas para advertir a la gente que no se oponga al régimen. Lo único que se ha modificado es la retórica, no existe 'hoja de ruta' hacia el cambio político", aseguró Zawacki.