«En Londres hay un mercado pronto para los bananos kibuzi. Allí los comen de lunes a lunes. Tenemos muchos pedidos, pero el asunto es cómo hacerlos llegar. Casi 60 por ciento del costo se destina al transporte», explicó el ugandés James Kanyije.
Ésta es una de sus principales quejas. Kanyije es el director de Icemark Africa, una importante empresa ugandesa que exporta verduras y frutas.
Los bananos que se usan para cocinar, comúnmente llamados matoke, cobran popularidad en Gran Bretaña y Estados Unidos, que poseen grandes poblaciones de inmigrantes ugandeses.
"La demanda está allí, especialmente para los kibuzi (nombre local que se da a un tipo de banano para cocinar conocido por durar mucho tiempo sin madurar). He decidido plantar varias hectáreas cerca de Kampala", dijo Kanyije a IPS.
Pero las exportaciones de bananos, como las de otros frutos y flores, están limitadas por las malas carreteras en partes del país y por la falta de electricidad para el transporte de congelados y paquetes.
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Kanyije ha movilizado a los agricultores para que cultiven más bananos kibuzi en Uganda central. Dice que las vidas de algunos cultivadores han cambiado. Ahora pueden pagar cosas básicas como las cuotas escolares, mejores viviendas y vestimentas.
"Si usted quiere confirmar esto, vaya a Kalagala y vea. Allí tenemos unas pocas casas con techos de pasto. Ahora los hombres viajan en bicicletas. Las mujeres usan mejores busutis (vestidos tradicionales) porque les pagamos en efectivo", dijo.
Cuando, a mediados de los años 90, la traqueomicosis atacó a las plantas de café en la mayor parte de Uganda, los cultivadores perdieron una importante fuente de ingresos. Ya no podían pagar la escuela de sus hijos o hacerse cargo de costosas cuenta médicas, o pagar lo indispensable para sus familias.
Los cultivadores en los distritos centrales de Masaka y Rakai y los occidentales de Ntungamo, Isingiro, Buhsenyi y Mbarara tuvieron que crear otros medios de generación de ingresos. Así que se pasaron al cultivo de bananos, pero no sólo por motivos económicos.
Los agricultores de estas áreas cultivaban principalmente bananos verdes para cocinar, con objetivos alimentarios. Ahora llevan las variedades kibuzi y Cavendish para venderlas en otras partes del país.
"Solíamos obtener dinero a partir del café, pero cuando lo afectó esta enfermedad tuve que vender algunos de los bananos para atender a la familia", relató Nalule.
Ahora, a veces Nalule decide transportar personalmente los bananos a la frontera de Malaba, en el oriente, cuando recibe pedidos de sus clientes en Kenia.
Ese país es uno de los principales importadores de banano ugandés. Las variedades cavendish y kibuzi tienen mucha demanda en los supermercados keniatas.
Con sus ganancias, Nalule se las arregla para educar a algunos de sus hijos y a los huérfanos de sus hijos e hijas fallecidos. Un obstáculo significativo para su negocio son los elevados costos del transporte, que afectan sus márgenes de ganancia.
Mohammad Batuma es un habitual proveedor de bananos en Kampala. Cosecha alrededor de 100 cachos de banano por mes, por lo que obtiene 800.000 chelines (420 dólares).
Matovu Tennas, de Rakai, se entusiasmó con que la demanda de bananos en su área esté aumentando como nunca. Muchos comerciantes llegan a su aldea en busca de bananos kibuzi y cavendish, que se exportan principalmente a Kenia y a Sudán del Sur.
"Como cultivadores, ahora estamos ganando dinero. En el pasado, estos bananos solían pudrirse en la época de las cosechas. Ahora los bananos se venden porque los comerciantes llegan directo a nuestros jardines. Acabo de plantar 1,2 hectáreas de (bananos kibuzi o) ndiizi, porque la gente los quiere para llevarlos a Alemania y Gran Bretaña", dijo Tennas a IPS.
Uganda es un importante proveedor de bananos a los mercados europeos, exportando aproximadamente 1.000 toneladas al año. Empresas como Icemark Africa, Amfri y Hortexa son las principales exportadoras de bananos ugandeses a Bélgica, Alemania y Gran Bretaña.
Aunque algunos cultivadores se benefician de la venta de los bananos, el sector todavía enfrenta algunos desafíos. Aparte de los costos relacionados con las exportaciones, los agricultores de otras partes combaten la traqueomicosis del banano, que ha atacado a casi la mitad del país.
Uganda también tiene oportunidades de exportar bananos a los mercados regionales de Ruanda, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y a Burundi, especialmente, con un nuevo proyecto que convierte bananos secos en harina. Esa harina puede usarse para hornear pan, tortas y galletas.