BALCANES: Crimen organizado no sabe de fronteras

Bosnios, croatas y serbios se detestan. Pero la «hermandad» impuesta por el régimen comunista que imperó en la antigua Yugoslavia, disuelta en un baño de sangre en los años 90, se mantiene en bandas criminales que no conocen divisiones étnicas ni religiosas.

El hecho tuvo una nueva confirmación con el asesinato en octubre del croata Ivo Pukanic, de 47 años, propietario del semanario Nacional, que llevaba adelante una campaña contra el crimen organizado en la región.

Dos semanas antes, había sido asesinada en una emboscada la joven abogada Ivana Hodak. Ella y su padre, también abogado, participaron en un sonado caso contra generales devenidos empresarios, acusados de desvío de fondos públicos con fines privados en los tiempos de la guerra de independencia de Croacia, en los años 90.

Las investigaciones del último incidente, la primera muerte de un periodista en Croacia desde la independencia en 1991, pusieron al descubierto la red criminal que conspiró para perpetrar el asesinato, la cual reúne a bosnios musulmanes, croatas, montenegrinos y serbios.

Un bosnio musulmán fabricó la bomba que un serbiobosnio colocó cerca del automóvil de Pukanic. En el episodio ocurrido en el centro de Zagreb, el 23 de octubre, murió además del periodista su acompañante, el publicista Niko Francia, de 35 años.
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Tres croatas, el serbiobosnio que colocó la bomba y un serbio de origen montenegrino que supuestamente ayudó a uno de los primeros a escapar de su país tras el atentado, fueron acusados del asesinato por la fiscalía de Croacia.

A los pocos días del atentado, la policía croata detuvo a los tres primeros: Robert Matanic, su primo Luka Matanic y su amigo Amir Amalfani.

El serbiobosnio que colocó la bomba, Zeljko Milovanovic, se fugó tras ver su nombre publicado en la prensa de la región como uno de los cinco acusados por la policía.

El montenegrino Boban Djurovic esperaba en la frontera serbio-croata con documentos falsos para llevar a Matanic a Serbia. El bosnio musulmán Elvis Hodzic, identificado por la policía croata como el hombre que fabricó la bomba, fue detenido en Bosnia, donde permanece preso.

"El asesinato de Pukanic demuestra que no hay líneas divisorias ni fracturas étnicas dentro del crimen organizado de los Balcanes, y que su grado de cohesión obstaculiza el propósito de los países de ingresar en la Unión Europea", dijo a IPS el experto en seguridad pública Milos Vasic.

El primer croata detenido, Robert Matanic, de 31 años, fue arrestado varias veces en Serbia y Bulgaria, pero liberado en todas esas ocasiones por falta de pruebas.

También lo responsabilizan del "trabajo sucio" del crimen organizado, en especial por su participación en el asesinato de varios jefes mafiosos en Bulgaria.

Pukanic fue asesinado porque "era un testigo clave de la mafia de los Balcanes", especuló el fiscal italiano de la meridional ciudad de Bari Giuseppe Scelsi, quien investigó el contrabando de cigarrillos entre su país y Montenegro en los años 90

El asesinato de Pukanic llevó al ministro de Justicia de Croacia, Ivan Simonovic, a anunciar una ofensiva contra el crimen organizado, tras la dura advertencia de la Unión Europea contra Zagreb para que lo liquide si pretende ingresar al bloque.

"Es un claro retroceso para Croacia en lo que se refiere a su integración" al bloque, señaló Hanes Svoboda, observador del Parlamento Europeo para ese país.

"El gobierno debe imponer estabilidad y orden si pretende ser miembro de la Unión Europea en breve", dijo Svoboda, entrevistado por una radio estatal de ese país.

La presidencia francesa del bloque instó a todos los países de los Balcanes que aspiran integrarse a mantener una estrecha cooperación contra el crimen organizado.

Además, el comisario de Justicia europeo, Jacques Barrot, señaló que los países de los Balcanes debían tomar medidas drásticas contra el crimen organizado y la corrupción si pretendían unirse a la Unión Europea.

Barrot participó en una conferencia urgente de representantes del bloque y los ministros de Justicia y del Interior de la región, realizada en Zagreb, una semana después del asesinato de Pukanic.

"Hubo avances en la región. Pero debe darse especial atención a los desafíos comunes como la lucha contra el crimen organizado y la corrupción", añadió.

"La colaboración entre redes criminales debe combatirse mediante la cooperación entre las fuerzas de seguridad de la región", indicó la ministra del Interior de Francia, Michèle Alliot-Marie, tras la reunión de Zagreb.

La titular de la cartera subrayó la "necesidad de luchar contra las redes que no conocen límites ni fronteras entre comunidades".

"La cooperación debe basarse sobre unidades policiales mediante allanamientos coordinados contra fabricantes y contrabandistas de armas. Debe crearse, además, una base de datos con información de esas personas", añadió.

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