Pastores y representantes de iglesias protestantes manifestaron su desacuerdo con un informe estadounidense que señala a Cuba entre los países que imponen trabas al ejercicio de la religión y aseguraron que, por el contrario, gozan de absoluta libertad en la práctica de su fe.
Ese documento expresa "ignorancia, falsedad y manipulación", dijo a IPS el pastor bautista cubano Raúl Suárez, al refutar el informe anual del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, según el cual los gobiernos de esta isla y de Venezuela imponen "acciones restrictivas" al ejercicio de creencias religiosas.
La declaración de Washington divulgada a mediados de septiembre admitió, sin embargo, que las constituciones nacionales de Cuba y de Venezuela reconocen el derecho de sus ciudadanos a practicar cualquier confesión, siempre y cuando respeten el marco de la ley.
A la vez, afirma que en el caso de Cuba, algunas organizaciones han notado "ciertas mejorías", pues sus autoridades han "permitido a los grupos religiosos apolíticos que se reúnan en sitios aprobados por el gobierno", aunque no acepta "la creación de escuelas privadas, incluidas las religiosas".
También asegura que en esta isla caribeña todos los grupos religiosos deben estar de manera obligatoria registrados ante el Ministerio de Justicia y sólo se permiten las bodas bajo la condición de que sea precedida por la unión civil. "Eso es una ignorancia, porque ese no es requisito impuesto por el gobierno", comentó Suárez.
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Este pastor explicó al respecto que la mayoría de las iglesias exigen que el matrimonio esté debidamente legalizado por las autoridades. "Eso no lo niego, pero no todos seguimos esa regla", afirmó el religioso, quien desde hace algunos años es diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el parlamento unicameral del país.
Suárez fue enfático en señalar que a ningún ciudadano de su país se le impide practicar su fe y el culto de su preferencia. "Nosotros tampoco tenemos dificultad alguna para efectuar trabajo comunitario" a través del Centro Memorial "Martin Luther King Jr", fundado en 1987, indicó.
El religioso es fundador y coordinador de ese centro, que se define como "una organización macroecuménica de inspiración cristiana, que acompaña solidaria y proféticamente al pueblo cubano y a sus iglesias en la formación para la participación popular consciente, organizada y crítica, empeñada en un proyecto socialmente justo".
El informe estadounidense fue rechazado también por representantes de instituciones que integran el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) e instituciones como la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, la asociación Soka Gakkai de la República de Cuba, el Centro Hebreo Sefardí de Cuba y la Liga Islámica de Cuba.
En una declaración al término de un foro inter-religioso para el diálogo constructivo y el análisis de preocupaciones comunes, convocado por el CIC la pasada semana en La Habana, los pastores y religiosos consideran que el documento de Washington está "basado en la desinformación y el desconocimiento de la realidad cubana". Suárez se quejó de que Estados Unidos se niega a conceder en los últimos años visados de ingreso a ese país tanto a él como otros miembros del CIC y del Memorial "Martin Luther King Jr, con lo cual impiden la relación normal con sus "contrapartes históricos" del territorio estadounidense.
"Es una situación que afecta también a instituciones de allá, porque hace mucho que no podemos recibir delegaciones hermanas de la nación norteña y ya no podemos tener ese intercambio que era una bendición para nosotros", afirmó. Añadió que el argumento para negar visas es que "nuestra presencia allá es contraria a los intereses de Washington".
El Consejo de Iglesias de Cuba tiene un programa radial una vez al mes, con posibilidades de que en el futuro se amplíe y sea más seguido. El libre acceso a los medios de comunicación es justamente uno de los puntos pendientes en la agenda de la Iglesia Católica, que también añora participar en la educación, que en este país es gratuita y a cargo del Estado En una entrevista concedida este año a la revista teórica Temas, el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de la Arquidiócesis de la Habana, definió como "buenas" las relaciones entre la jerarquía católica y el gobierno "aunque pueden mejorarse, con un grado de mayor apertura para la Iglesia".
En ese sentido, Ortega señaló que los obispos han tenido posibilidades de hablar en varias provincias, con motivo de festividades católicas. "Habría que pensar, en el futuro, en algún programa que se trasmita no sólo de modo eventual, sino con una frecuencia en el tiempo, mensual o semanal", dijo el prelado.
La Constitución cubana establece el carácter laico del Estado, la igualdad de todas las manifestaciones religiosas ante la ley y el derecho de todos los ciudadanos del país a profesar el culto religioso de su preferencia, a cambiar de creencia, a tener varias simultáneamente o a no tener ninguna.
El artículo ocho de la ley fundamental, aprobada en 1976 y modificada en 1992, asegura que el Estado "reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa", y añade que las instituciones religiosas están separadas del Estado y las distintas "creencias y religiones gozan de igual consideración".