Los presos en el pabellón de la muerte de Japón sufren penurias e incomunicación, bajo uno de los sistemas penitenciarios más herméticos del mundo. El trato que reciben es la muerte en vida, aun antes de la ejecución.
Con motivo del Día Mundial Contra la Pena de Muerte celebrado este viernes, la organización abolicionista Forum 90 realizó una serie de entrevistas a algunos condenados a muerte.
Las 14 preguntas enviadas fueron devueltas a Forum 90 a través de sus familiares y abogados. La organización publicó este viernes las respuestas en su sito de Internet en japonés.
El Día Mundial Contra la Pena de Muerte, centrado este año en Asia, llama a terminar con las ejecuciones en los 14 países de la región.
Los convictos relataron las penurias que conlleva la reclusión en aislamiento, dijo a IPS Akiko Takada, abogado y miembro de Forum 90.
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"De las siete de la mañana a las siete de la noche deben permanecer sentados quietos en un pequeño recinto. Si se mueven, se caen o se acuestan, los guardias los obligan a sentarse de inmediato. Sólo pueden hacer ejercicio dos veces a la semana durante 30 minutos", relató Takada.
"Hay cámaras vigilándolos 24 horas al día mientras comen, hacen sus necesidades, todo", añadió.
La mayoría de los presos declararon que habían sido acusados falsamente y condenados por un sistema de justicia injusto.
"Sus abogados defensores les dijeron que pidieran perdón durante el juicio para poder recibir una sentencia menos dura, aun si no eran culpables", indicó Takada. "Ellos preguntaron ¿por qué tenemos que decir que lo sentimos si somos inocentes?".
"Sus abogados se rindieron porque 99 por ciento de los acusados son considerados culpables en el actual sistema legal", indicó.
Muchos presos también contaron que necesitan atención médica permanente y que tomaban medicación. Casi la mitad dijo recibir ayuda del capellán de la prisión.
Los cuestionarios fueron completados por 76 convictos de entre unos 20 y 80 años. Dos de los consultados fueron ejecutados el 11 de septiembre.
Hay 102 presos los pabellones de la muerte de este país, según el Ministerio de Justicia.
Forum 90 es resistido por buena parte del público japonés por defender condenados a muerte, según Takada.
Todos los días reciben llamadas amenazantes por "tratar de salvar asesinos y no ayudar a las familias de las víctimas", relató.
La cantidad de miembros de Forum 90 cayó de 5.500 a 4.000.
Difícilmente los japoneses cambien de opinión respecto de la pena de muerte por presiones externas, sostuvo Takada. "Antes creía que la presión internacional podía servir, pero la pena de muerte forma parte de la cultura japonesa".
El ex ministro de Justicia Okihara Yasuoka coincidió. "Japón tiene una cultura de vergüenza. Se cree que la muerte es la única forma de expiar algunos delitos".
Activistas contra la pena de muerte esperan que eso pueda cambiar cuando Japón abra un prolongado "sistema de justicia ciudadana" para los procesos penales, en mayo de 2009.
Tres jueces profesionales y seis jurados laicos prestaran juramento en casos de pena capital.
"El impacto que tiene el sistema obligatorio de jurados laicos sobre la gente de a pie es obligarlos a asumir la responsabilidad y formar parte de él", dijo a IPS Teranaka Makoto, secretario general de Amnistía Japón.
"La mayoría de la gente está a favor de la pena de muerte, pero no quiere asumir la responsabilidad de ejecutar a alguien", apuntó.
La Coalición Mundial Contra la Pena de Muerte, con sede en París, acusó a Japón este viernes, con motivo del Día Mundial Contra la Pena de Muerte, de "falta de transparencia" del sistema que dicta el máximo castigo.
"También expresamos nuestra preocupación acerca de Hakamada Iwao, condenado a muerte en 1968 en un proceso injusto", dijo a IPS la secretaria ejecutiva de la Coalición, Cecile Thimoreau.
"Ahora tiene 72 años y es una de las personas que más tiempo lleva en el pabellón de la muerte. Sufre trastornos mentales porque hace más de 28 años que vive incomunicado. Queremos enfatizar en el hecho de que ningún sistema está libre de errores judiciales", remarcó.
La secretaria general de la Federación Internacional de Derechos Humanos, Florence Bellivier, también instó a Japón a "eliminar el hermetismo que rodea la pena de muerte".
Este año fueron ejecutadas 13 personas en Japón.