Organizaciones de derechos humanos urgieron a la ONU a implementar plenamente una resolución del Consejo de Seguridad que exige mayor participación de las mujeres en la prevención de conflictos y la construcción de la paz.
"A ocho años de la adopción de la resolución 1.325 del Consejo de Seguridad, se habla mucho más sobre la protección y promoción de los derechos humanos de las mujeres en situación de conflicto", declaró una coalición de organizaciones de la sociedad civil, entre ellas Human Rights Watch y Amnistía Internacional.
Activistas por los derechos femeninos temen que este año todas las intenciones de volver realidad la resolución 1.325 queden reducidas a meras palabras.
"No creo que sintamos que el espíritu real de la 1.325 realmente haya llegado al corazón del Consejo de Seguridad y sus esfuerzos. Debería ser más que un aniversario", dijo Jessica Neuwirth, presidenta de la organización feminista internacional Equality Now.
El Consejo de Seguridad celebró el aniversario el miércoles, con su octavo debate abierto sobre "Mujeres, paz y seguridad" en la sede de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en Nueva York.
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Neuwirth advirtió que, a pesar de que la resolución pretendía llevar más voces femeninas al Consejo de Seguridad, el órgano rara vez atiende a las mujeres a la hora de considerar cómo resolver conflictos.
"Hay un momento, una vez al año, en que hablan de la boca para afuera sobre esta resolución, pero no es lo que realmente nos gustaría ver", dijo la activista a IPS.
"Lo que nos gustaría ver es, de un modo muy formal, que ante cada conflicto el Consejo de Seguridad busque consejo y orientación en las mujeres, y que las incorpore a las discusiones", agregó.
Vivian Stromberg, directora ejecutiva de la organización internacional Madre, que promueve los derechos femeninos desde hace 25 años, tampoco se mostró optimista.
Sin embargo, cree que la participación de la sociedad civil en la discusión —y particularmente de las organizaciones de mujeres, en este caso— fue de vital importancia para presionar a los gobiernos que no cumplen con sus obligaciones.
"La participación de las mujeres pone sobre la mesa todo lo que afecta a las mujeres: cuestiones de género, de sexualidad, de ambiente, de paz y seguridad, de guerra y de economía. Es una vasta cantidad de temas que todo el mundo afronta ahora, con el grado de pobreza que estamos viendo", dijo Stromberg a IPS.
"Pienso que las mujeres están en la mejor ubicación para responder a todos esos asuntos, y que relegarlas a cuestiones con las que tienen una relación biológica está mal", manifestó.
Según el informe de la ONU sobre "Mujeres, paz y seguridad", hubo avances las áreas de acción establecidas en la resolución: conciencia sobre la importancia de la igualdad de género, transversalidad de esas políticas, desarrollo de planes de acción nacional, creación de infraestructuras y apoyo a una mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones, incluyendo elecciones y gobernanza.
Sin embargo, persiste una brecha entre las políticas y la implementación de la resolución, en particular en el ámbito nacional.
El informe señala que apenas 10 países han desarrollado planes de acción nacional específicos para la implementación de la resolución y que cinco más están en proceso de hacerlo.
"Tenemos un largo camino que recorrer para garantizar la participación igualitaria de las mujeres y su pleno involucramiento en todos los esfuerzos por mantener y promover la paz y la seguridad, particularmente en materia de prevención y resolución de conflictos, una representación equitativa en las instituciones de seguridad y en los órganos de toma de decisiones, así como garantizar que las mujeres estén protegidas de la violencia sexual y poner fin a la impunidad", dijo al Consejo de Seguridad Rachel Mayanja, asesora especial de la ONU sobre cuestiones de género y progreso de las mujeres.
En relación a la violencia sexual, incluida la ejercida por fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU, la presidenta de Madre dijo que el foro mundial debe combatir la impunidad, como prometió.
"Si tienen una política de tolerancia cero, entonces se supone que tienen que tener una tolerancia cero. No pueden simplemente hablar sobre esto. Tienen que avanzar, y eso significa que los países deben ser responsabilizados", declaró Stromberg a IPS.
También se mostró preocupada de que la falta de participación de la sociedad civil abra un gran vacío a través del cual los gobiernos puedan deslizarse y ocultarse.
Mayanja también enfatizó la importancia de las organizaciones de la sociedad civil, observando que han sido "activas en el proceso de implementación nacional, responsabilizando a los gobiernos e inyectando nuevo dinamismo en las sociedades".
Sin embargo, estas organizaciones no gubernamentales no gozan de la cooperación del Consejo de Seguridad en estas cuestiones críticas, dijo.
"Esperamos que renueven sus compromisos con la implementación de la resolución 1.325, y nos gustaría ver esto como más que un acontecimiento anual. Debería ser algo cotidiano. Deberían incorporar a las mujeres. Nos gustaría que eso ocurriera", expresó Neuwirth a IPS.