Actrices y actores mexicanos tomaron a su cargo la promoción del multipremiado documental Bajo Juárez, que aborda el caso de cientos de mujeres asesinadas en la ciudad de ese nombre, mientras cantantes y músicos preparan un disco sobre el mismo tema.
La cinta Bajo Juárez se estrenará este viernes en las salas de cine de México luego de una amplia difusión hecha por figuras como Héctor Bonilla, Cecilia Suárez, Ana de la Reguera y Eugenio Derbez. Ellos, al igual que el filme, denuncian que hay impunidad en el caso de las llamadas "muertas de Juárez".
En forma paralela, el grupo musical Jaguares y las cantantes Eugenia León y Ely Guerra, entre otros, anunciaron que unirán sus voces para grabar un disco en honor a las mujeres asesinadas en Juárez, la ciudad mexicana lindante con la estadounidense El Paso. Los artistas no tienen fecha, pero indicaron que lo harán lo antes posible.
El documental Bajo Juárez se centra en el caso de una de las mujeres asesinadas y en su desarrollo entrelaza otros y expone el testimonio de periodistas y versiones de autoridades policiales que parecen rayar en el absurdo.
La pieza se estrenó de forma previa en encuentros en los que fue premiado como Sundance, en el San Diego Latino Film Festival y en el Chicago Latino Film Festival, los tres en Estados Unidos, y en Cinesul de Río de Janeiro.
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"El documental genera indignación, pero al mismo tiempo invita a la solidaridad con la víctimas y a la denuncia", dijo a IPS el crítico de cine Rey Ojeda.
La serie de asesinatos de mujeres en Juárez, la gran mayoría de los cuales permanece impune, motivó una amplia movilización de organizaciones humanitarias y feministas de México y del extranjero. Sobre el tema se han escrito numerosos libros y producido varios documentales.
Pero Bajo Juárez es una de las mejores producciones realizadas hasta la fecha "por su manejo cinematográfico impecable", opinó Ojeda.
La película fue dirigida por los mexicanos José Antonio Cordero, quien trabaja en ficción y en el género documental desde 1991, y Alejandra Sánchez, con una experiencia similar desde 1996.
En el caso de Juárez, "la impunidad es lo que más duele cuando se sabe quienes son los culpables y nadie hace nada", declaró el actor Eugenio Derbez, quien junto a varios más del gremio artístico promocionó el documental.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos y de familiares de las víctimas indican que en Juárez han sido asesinadas unas 500 mujeres desde 1993, gran parte de las cuales fueron antes violadas y torturadas.
Las hipótesis sobre los motivos de esos crímenes abarcan desde cultos satánicos hasta negocios vinculados con la pornografía. También hay sospechas de tráfico de órganos humanos.
Pero un informe de 2006 de la extinta Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Relacionados con los Homicidios de Mujeres en el Municipio de Ciudad Juárez, creada por el gobierno del conservador Vicente Fox (2000-2006), sostuvo que se "distorsionó la dimensión exacta del problema", lo que creó mitos y rumores infundados.
Las investigaciones de la Fiscalía que en su momento indignó a los activistas, dieron como resultado que en la muerte violenta de cerca de 400 mujeres —no de 500 como dicen los grupos no gubernamentales— no hay ningún patrón de asesinatos seriales y que sólo 78 casos están relacionadas a ataques sexuales.
Además, se afirma que 125 murieron en sus propios domicilios a manos de familiares o amigos y la mayoría de las asesinadas convivía en un ambiente altamente "criminológico y violento".
"Cualquiera que se la versión correcta, los asesinatos de una o dos mujeres deben ser denunciados y generar indignación, esa es la virtud de documental Bajo Juárez", expresó Ojeda.
Los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez han sido materia de estudio de comisiones legislativas, peritos extranjeros especialmente contratados y de organismos internacionales como el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La edad de casi todas las asesinadas estaba en la franja de 15 a 30 años, y muchas de ellas eran de estratos sociales pobres que trabajaban en maquilas, que son las zonas francas de fabricación de productos para exportación.
En Ciudad Juárez, como en otras localidades mexicanas sobre la frontera con Estados Unidos, se concentran ese tipo de fábrica donde se arman productos con insumos importados. La fuerza de trabajo de las maquilas está formada en su mayor parte por mujeres jóvenes, que a menudo viven lejos de sus familias.