Influyentes legisladores y otros políticos del gobierno de Estados Unidos alcanzaron un acuerdo para que el Senado apruebe este miércoles el proyecto de ley de rescate a Wall Street, de 700.000 millones de dólares, tras su sonado rechazo en la Cámara de Representantes.
El plan del presidente George W. Bush, redactado por el secretario del Tesoro (ministro de Hacienda), Henry Paulson, no obtuvo los votos necesarios el lunes en la Cámara de Representantes, tras el generalizado rechazado de los legisladores.
Los políticos anunciaron el acuerdo, tras la reunión a puertas cerradas que terminó tarde el martes, pese a que el Congreso legislativo está oficialmente en receso.
Analistas sostienen que hay más probabilidad de que el Senado apruebe el proyecto de ley y, de ser así, sería una presión para que la Cámara de Representantes hiciera lo mismo.
"Estoy muy decepcionado con el resultado, pero aseguro a nuestros ciudadanos y a los del resto de mundo que éste no es el final del proceso legislativo", declaró Bush el martes de mañana.
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Se necesitan 12 votos más favorables en la Cámara de Representantes para aprobar el proyecto de ley.
"Las 12 personas que cambien de opinión serán las más poderosas de Estados Unidos en los próximos días. Le darán forma al proyecto de consenso", sostuvo Darrell West, vicepresidente y director del departamento de estudios gubernamentales de la organización Brookings Institution, con sede en Washington.
Activistas organizaron manifestaciones en varias ciudades estadounidenses para este miércoles contra el plan de rescate de Wall Street, calle de Nueva York donde se ubica la Bolsa de Valores.
Mientras, los economistas alertan contra las consecuencias del plan de Bush e insisten en que es necesario un enfoque totalmente renovado para liberar a los mercados de créditos, los préstamos entre grandes bancos que son clave para el buen funcionamiento de la economía global.
"En este punto no veo ni una sola buena razón para aceptar el rescate", señaló Dean Baker, uno de los directores del Centro de Investigación Económica y Política.
"Muchos de los líderes políticos y económicos anuncian otra Crisis del 29 y el colapso del sistema bancario", apuntó. "Esas historias no son para nada ciertas".
En los días previos a la votación del lunes, 400 economistas suscribieron una carta que repartieron entre los legisladores en la que urgen a no aprobar el plan de Bush, informó el representante Peter DeFazio, del opositor Partido Demócrata, quien recibió la misiva y votó contra el proyecto de ley.
"Si no resolvemos esto de forma correcta, vamos a volver a necesitar dinero y nuestro crédito se habrá agotado", arguyó DeFazio.
"Nos advirtieron que se trata de una apuesta arriesgada a la que no podemos someter a los contribuyentes", añadió.
Por 228 votos en contra y 205 a favor fue rechazado el lunes el multimillonario proyecto de Bush de rescate al sector financiero, dada la masiva oposición de los propios legisladores del gobernante Partido Republicano y un tercio de los demócratas.
"El problema es que el proyecto de ley era muy pobre. La idea de rescatar a las ricas instituciones de Wall Street no tiene adeptos", dijo a IPS West, de la Brookings Institution.
El proyecto daba a Paulson libertad para gastar los 700.000 millones de dólares casi sin ningún control. Tampoco pone un freno a la excesiva indemnización a los gerentes generales ni asiste a las millones de personas que están lidiando con la pérdida de sus casas.
Los candidatos a la presidencia, el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama, instaron a los legisladores de sus respectivos partidos a aprobar el proyecto. Pero éstos se mantuvieron firmes en su postura.
"¿Por qué tenemos que encontrar la forma de salvar a Wall Street y no podemos ayudar a las personas que están en la calle? La gente pierde el trabajo y la casa y no tiene seguro médico. Nadie los rescata, pero de la noche a la mañana tenemos que salvar" a las instituciones financieras, arguyó el representante demócrata John Lewis antes de votar contra el proyecto.
Ciudadanos de todo el país llamaron por teléfono y enviaron mensajes de correo electrónico al Congreso pidiendo a los legisladores que no votaran el plan de rescate. Cientos de ellos les hicieron caso.
"Cuando le digo a mis votantes que un tipo llamado Paulson pidió 700.000 millones de dólares para salvar al sector financiero, me responden ¿y que hay de mí?. Entendemos la urgencia del momento, pero también queremos justicia", dijo por su parte el representante demócrata Elijah Cummings, quien también se opuso al proyecto.
En el contexto de nerviosismo y crisis financiera, el índice industrial Dow Jones cayó en promedio 777 puntos, el mayor desplome de la historia en un solo día. Además, gobiernos del Norte debieron adoptar medidas para salvar al sector financiero local.
Organismos de contralor de Bélgica, Holanda y Luxemburgo salieron al rescate de la entidad bancaria y aseguradora Fortis. La Bolsa de Valores de Brasil cayó nueve por ciento tras el rechazo al proyecto de ley de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
La Reserva Federal (banco central) de Estados Unidos inyectó cientos de miles de millones de dólares a los bancos centrales del mundo, que se prestan la mayor cantidad de divisas, como forma de aliviar el colapso crediticio.
Los mercados estadounidenses se recuperaron un poco el martes.
La posibilidad de que este miércoles el Senado apruebe rápido el proyecto no es compartida por el representante demócrata DeFazio, contrario al plan de rescate.
"Tenemos que asegurarnos de que el Senado no lo apruebe a la fuerza", declaró a la prensa.
DeFazio y otros demócratas progresistas presentaran su propio proyecto de ley para ayudar al sector financiero, según lo anunciaron el martes, que, además, estimularía al atribulado mercado inmobiliario y ayudaría a los propietarios.
"No debería ser tan difícil llegar a un acuerdo para hacer frente al problema de los préstamos entre instituciones bancarias", señaló DeFazio.
"Tenemos que empezar de cero", señaló la representante demócrata Donna Edwards.
"Vengo de un distrito que tiene la mayor cantidad de lanzamientos en Maryland. La gente pierde sus casas. Necesitamos que en el proyecto haya un mecanismo que ayude a esos propietarios", remarcó.