DDHH-ISRAEL: Acoso contra la prensa

El gobierno de Israel trata con mano dura a los periodistas que informan sobre la ocupación militar de territorio palestino, alertó la ONU en un nuevo informe sobre la situación de los derechos humanos en esa zona.

El estudio de 20 páginas, que se presentará ante la 63 sesión de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) ahora en curso, destaca el maltrato sufrido por Mohammed Omer, premiado colaborador de IPS y otros medios de prensa en Gaza.

En junio, cuando regresaba de Europa a su casa en Rafah, en el sur de la franja de Gaza, Omer fue desnudado, interrogado y golpeado por funcionarios de seguridad en un puesto de control israelí en la frontera entre Jordania y el territorio palestino de Cisjordania.

Este periodista de 24 años venía de recibir en Londres el premio Martha Gellhorn de Periodismo 2008 por "exhibir coraje y destreza en la cobertura de zonas de guerra". El galardón fue compartido con otro corresponsal de IPS, Dahr Jamail.

Omer está convencido de que el brutal maltrato que recibió corriò por cuenta de personal del Shin Bet (servicios de seguridad israelíes), indica el informe de la ONU, realizada por el relator especial sobre los derechos humanos en territorio palestino, Richard Falk.
[related_articles]
Los agentes de seguridad "eran totalmente conscientes de que él había recibido el premio Gellhorn mientras estuvo en el exterior, e intentaron confiscar el dinero del premio, pero se vieron frustrados porque había sido depositado en una cuenta bancaria", por lo que no lo tenía consigo.

Antes de su viaje de Gaza a Europa, Omer se había asegurado de que diplomáticos holandeses le escoltarían a su regreso. Pero estos funcionarios llegaron tarde al puesto de frontera Allenby, donde Omer fue interrogado y golpeado hasta quedar inconsciente.

Según el testimonio de Omer, un oficial israelí que vestía uniforme policial le obligó a desnudarse. Fue inmovilizado sobre el piso con una bota en su cuello. Relató que colapsó durante el interrogatorio, y que volvió en sí porque le estaban abriendo los párpados por la fuerza.

Luego, sujetado por los pies, fue arrastrado por el piso por funcionarios del Shin Bet.

Omer fue llevado en ambulancia desde el cruce de Allenby hasta el hospital de Jericó, en Cisjordania, donde estuvo unas horas. Desde allí fue transferido a Gaza.

Una nota de la Oficina de Prensa del Gobierno de Israel desacreditó el relato de Omer sobre abusos físicos a manos de funcionarios israelíes. "En contradicción con sus alegatos, el reclamante en ningún momento fue sometido a violencia física o mental", señaló.

Pero técnicos de la ambulancia de la Sociedad de la Medialuna Roja Palestina determinaron: "Observamos marcas de dedos sobre el cuello y el pecho."

El Hospital Europeo de Gaza, dependiente del Ministerio de Salud de la Autoridad Nacional Palestina, incluye una nota posterior a las revisaciones practicadas a Omer: "Se halló equimosis (decoloramiento causado por sangrado interno, típicamente causado por contusiones) en la parte superior de la pared torácica".

Tras el ataque, organizaciones internacionales de defensa de la libertad de prensa, como el Comité para la Protección de los Periodistas y Reporteros Sin Fronteras, exigieron una investigación pública inmediata del episodio.

El embajador holandés en Ginebra garantizó a Falk que el incidente se está tomando de un modo "extremadamente serio" y que pretende una explicación del gobierno de Israel.

Pero en momentos en que trasciende el informe de la ONU, Israel no había respondido a ninguno de los pedidos de explicaciones.

Según Falk, el infortunado incidente "no puede considerarse un accidente o una anomalía a manos de personal de seguridad israelí indisciplinado".

"El trato al señor Omer parece haber estado motivado por indignación israelí en torno al reconocimiento internacional de su trabajo, que describe la ocupación de Gaza, de su disposición a divulgarlo en el exterior y de su dedicación e intención de continuar en el rol profesional de dar testimonio de los excesos de la ocupación", agregó.

Falk también destacó que todos los palestinos están sujetos a acoso arbitrario y abusos en las fronteras y puestos de control militar, "aunque la hostilidad hacia los periodistas parece particularmente severa".

Durante el tiempo que pasó en Europa, Omer también habló con miembros del Parlamento Europeo, a quienes informó sobre el sufrimiento causado por el sitio israelí contra Gaza y la escasez de combustible y alimentos.

"Debería notarse que el señor Omer no fue acusado de ningún delito, ni portaba ningún material prohibido", dijo Falk.

El trato que recibió, tal como fue descrito, parece constituir una flagrante violación del artículo 3(1)(a)(c) de la cuarta Convención de Ginebra, que prohíbe "atentados a la dignidad personal, en particular trato humillante y degradante" de personas bajo ocupación militar.

"Richard Falk tiene absoluta razón", dijo a IPS Nadia Hijab, del Instituto para los Estudios Palestinos, con sede en Washington.

Otros periodistas fueron asesinados o heridos por las fuerzas de seguridad israelíes, aunque ellos y sus vehículos estaban claramente identificados con grandes carteles de "prensa", agregó.

Pero el ataque contra Omer tuvo varios aspectos particularmente escalofriantes, sostuvo Hijab.

"Él acababa de estar en una exitosa gira europea de conferencias, había recibido un premio prestigioso, y se aprestaba a recibir a diplomáticos europeos al regresar a casa", señaló.

Mediante sus acciones, Israel estaba enviando un mensaje en cuanto a que ningún palestino, periodista o no, está seguro, y que ni siquiera los diplomáticos europeos están a la altura de Israel.

"Ése es un mensaje muy escalofriante para un pueblo indefenso", opinó Hijab.

En su informe, Falk también indicó que aunque el incidente afectó solamente a un individuo, inevitablemente tiene "un efecto escalofriante, y parece ser parte de un patrón más amplio de interferencia punitiva israelí con el reporte periodístico independiente sobre la ocupación".

Falk señaló que la ONU tiene "una responsabilidad clara y una obligación definida de proteger el periodismo independiente, especialmente en zonas de guerra y áreas bajo ocupación, como parte de su compromiso con los derechos humanos y las leyes internacionales".

Consultada por IPS, Hijab expresó que la ONU "no está equipada para proteger a los periodistas que cubren los territorios (palestinos) ocupados, del mismo modo que no está equipada para proteger a los civiles".

"La única protección posible sería que Estados Unidos y/o Europa le dejaran muy claro a Israel que no condonan sus violaciones del derecho internacional", agregó.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe