El bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba, que Washington llama embargo, volvió a ser blanco de mayoritario rechazo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tras una campaña en la que se empleó a fondo la diplomacia cubana.
El proyecto de resolución presentado por La Habana, bajo el título de "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba", fue aprobado este miércoles en la Asamblea General de la ONU, con 185 votos a favor, tres en contra y dos abstenciones.
"Triunfo de Cuba en la ONU", dijo en su programa de noticias del mediodía la televisión estatal cubana, que mostró imágenes del canciller cubano Felipe Pérez Roque felicitado por el resultado de la votación. Washington consiguió solamente el apoyo de Israel y Palau.
Islas Marshall, que el pasado año había votado contra la propuesta cubana, optó en esta ocasión por la abstención, junto a Micronesia. Albania se sumó a las naciones que piden el cese de la política de restricciones económicas y comerciales estadounidenses, vigente desde 1962.
Una moción similar recibió el año pasado el voto favorable de 184 países, mientras cuatro se pronunciaron en contra: Estados Unidos, Israel, Palau e Islas Marshall, con la abstención de Micronesia.
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La Habana llevó por primera vez este caso a la ONU en 1992, con una resolución que aprobaron solo 59 países.
En su discurso ante el foro internacional, Pérez Roque dijo que siete de cada 10 personas de este país han vivido bajo esa política de prohibiciones que afecta todos los aspectos de la vida económica y social de Cuba, con perjuicios estimados en 93.000 millones de dólares desde su implantación.
"Lo más cruel del bloqueo es su impacto en la salud y en los niños", comentó a IPS Irania Martínez, una ecologista cubana impedida de viajar a Estados Unidos para recibir un premio de 10.000 dólares que concede la cadena televisiva de noticias CNN a personas que se destaquen en la protección y preservación del ambiente.
El premio "era a título personal, pero lo compartiríamos entre todos y en cosas para el Cepru (Centro Ecológico de Procesamiento de Residuos Urbanos). Somos gente humilde, y hubiéramos hecho muchas cosas con ese dinero, pero estábamos preparados para no poder cobrarlo. Lo doné a Unicef", relató.
El Cepru es un antiguo vertedero que Martínez, con apoyo de gente del barrio aledaño, convirtió en un centro ecológico que mejoró las condiciones de vida de la comunidad y en el que trabajan más de 30 personas.
Un informe cubano que circuló en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York afirma que entre mayo de 2007 y abril de este año, el impacto de las restricciones en la salud pública fue superior a los 25 millones de dólares, en buena medida por la necesidad de comprar insumos, productos y equipos en mercados más lejanos y con fletes más costosos.
El texto incluye nombres y direcciones de niñas y niños, de entre dos y cuatro años de edad, afectados por la negativa de empresas como Boston Scientific y Amplatzer a suministrar a Cuba dispositivos para cateterismos y otras técnicas para corregir defectos congénitos del corazón.
"Es una de las tantas pruebas de que el bloqueo nos priva de beneficiarnos de tecnologías, medicamentos o equipos del campo de la salud que Cuba no tiene. Además, imposibilita el intercambio científico que sería favorable para los dos países", afirma Martínez, quien hace unos años perdió a su pequeña hija de leucemia.
En su opinión, el canciller cubano desafió al gobernante estadounidense que resulte electo en los comicios del 4 de noviembre a decidir si admite que el bloqueo es una política fracasada o si persiste en su pretensión de castigar a Cuba por tener un régimen socialista.
Tanto el candidato del gobernante Partido Republicano, John McCain, como el del opositor Partido Demócrata, Barack Obama, han dicho que mantendrían el embargo, aunque con ciertas diferencias.
Mientras el senador McCain preludia una continuidad de la política dura sostenida por el presidente George W. Bush, Obama es partidario de la flexibilidad y de una "diplomacia directa".
El senador demócrata, a quien las encuestas apuntan como estrecho favorito, se comprometió a eliminar las restricciones a los viajes y envíos de remesas, impuestas por Bush en 2004, pero aseguró que el embargo económico y comercial contra Cuba será una "palanca" para obtener reformas democráticas en este país.
"Con Obama como presidente se podrían crear condiciones para que se elimine el embargo, previa aprobación del Congreso, y se cree un vínculo normal entre los dos países. Yo creo que eso facilitaría la democratización de la sociedad cubana", dijo a IPS el disidente Óscar Espinoza Chepe.
Para el ingeniero Francisco Gutiérrez, de 30 años, "el bloqueo es la razón por la cual el gobierno cubano se niega a permitir determinados derechos ciudadanos", y contribuye a mantener un discurso político basado en la confrontación con "el enemigo".