«Orense es desde ahora la primera fábrica de armas contra el cambio climático», dijo la ministra de Medio Ambiente de España, Elena Espinosa, al inaugurar a 15 kilómetros de esa ciudad gallega una factoría para la construcción de los paneles fotovoltaicos más modernos, grandes y potentes de Europa.
"En alianza con el sol contribuirá a minimizar nuestra dependencia energética del petróleo, cuando un tercio de la humanidad no tiene acceso a la energía eléctrica y es demasiado el peso del petróleo como fuente, junto con los inconvenientes medioambientales que tiene", manifestó la ministra en el Parque Tecnológico Galicia, donde T-Solar instaló su fábrica.
Los paneles solares que producirá esta empresa, apoyada por el Estado, tienen dimensiones de 2,2 metros por 2,6 metros, que rebajan los costes de instalación y hasta 25 por ciento el precio por vatio. También pueden producir tamaños más reducidos, ajustados a las dimensiones estandar de la arquitectura.
Incorporan tecnología de última generación en el proceso de depósito del silicio sobre una placa de vidrio, que se hace a base de varios gases, entre ellos el silano, que facilita su depósito uniforme.
Junto al silicio "amorfo", los paneles llevarán otra capa del mismo material "cristalino". Ambos aumentan la capacidad total productora de electricidad.
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Los primeros paneles fotovoltaicos que producirá T-Solar están destinados a los llamados "huertos solares" que la empresa posee en 16 provincias españolas. Su capacidad total de producción eléctrica será de 40 megavatios el primer año, que se incrementarán a 65 con nueva maquinaria para aumentar el rendimiento de los paneles.
La dependencia total que España tiene del petróleo procedente del exterior, una mentalidad ciudadana y política cada día más sensibilizada con la protección del ambiente y la crítica a la emisión de gases de efecto invernadero, junto con la crisis financiera internacional, están multiplicando estos huertos solares.
La demanda de placas solares para fábricas, hospitales, viviendas y edificios públicos se disparó en este país de tal manera en los últimos meses, que en algunos momentos el mercado quedó desabastecido y fue preciso importar paneles, en particular de Japón que es el principal proveedor mundial.
Elena Espinosa destacó a IPS el papel fundamental que tiene hoy la energía fotovoltaica "como modelo energético sostenible en España". Añadió que "son retos que hay que afrontar, pues la expectativa de crecimiento en el consumo de energía es elevada".
Señaló que actividades pioneras, como esta nueva factoría, contribuyen a la consolidación de la energía solar fotovoltaica en España, ya que la tecnología empleada en su proceso de fabricación permitirá producir los paneles de capa fina de silicio más grandes y "potentes" del mercado. Consciente del potencial de energía solar de que dispone España, por su geografía y por su clima, el gobierno del socialista José Luís Rodríguez Zapatero impulsa con fuertes ayudas económicas y con desgravaciones el desarrollo de esta tecnología energética en la que, en potencia instalada, España es ya el segundo país en importancia en Europa, detrás de Alemania.
Las ayudas a la nueva fábrica ascienden a 18,4 millones de euros (23,2 millones de dólares), facilitados por los ministerios de Hacienda, de Industria y de Educación, aunque estos proyectos están mayoritariamente cofinanciados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, de la Unión Europea. La empresas de energía limpia también reciben apoyo de los gobiernos regionales, en el caso de T-Solar de la Xunta de Galicia, la comunidad autónoma ubicada en el noroeste de España. El ambicioso proyecto de esta fábrica de convertir el sol en una fuente energética relevante y competitiva cuenta con una base accionaria estable y financieramente sólida, encabezada por el grupo promotor, cajas de ahorros, bancos y otras entidades empresariales. El presidente del grupo, Luis Delso, explicó al pie de la fábrica a IPS que, "si el siglo XIX fue el de las ideas, el XXI está siendo el de la energía, sector en el que nuestra empresa producirá cada año energía equivalente a una superficie de paneles solares de más de 700.000 metros cuadrados."
Delso explicó que este es un sector que empieza a caminar poco a poco "hasta conseguir precios competitivos como ocurrió antes con el de la energía eólica". Recordó que, además de la fábrica de Orense, la empresa invirtió 1.000 millones de euros (1263 millones de dólares) para producir 143 megavatios de energía limpia en otros lugares.