La ONU y otras agencias humanitarias internacionales en Sri Lanka se retiraron del baluarte tamil de Kilinochchi, bajo sitio militar. La responsabilidad de suministrar alimentos a decenas de miles de civiles de los alrededores recae ahora en el gobierno.
"Ahora tendremos que trabajar más duro para hacer ingresar los suministros. Ya no hay escasez, pero si los convoys del Programa Mundial de Alimentos (PMA) se retrasan tendremos problemas", dijo a IPS Nagalingam Vedanayagam, funcionario del gobierno.
Vedanayagam está a cargo de representar a Colombo en las áreas de Kilinochchi dominadas por los insurgentes Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE)
Pero, según el sitio web TamilNet, operado por simpatizantes de los rebeldes, el ejército de Sri Lanka impidió el día 17 que 15 camiones entregaran suministros a los desplazados en Kilinochchi. No fue posible obtener una confirmación independiente.
El gobierno había notificado el 5 de este mes a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y a otras agencias humanitarias internacionales que debían trasladarse de la región de Vanni al distrito de Vavuniya, pues no podría garantizar la seguridad de su personal.
[related_articles]
Colombo dijo haber capturado Vanni, bastión del LTTE que abarca varios distritos en el extremo norte de la isla, tras haberle arrebatado el este hace un año a esta organización insurgente, que lucha para crear una patria tamil separada en estas áreas del país dominadas por la etnia cingalesa.
El presidente Mahinda Rajapakse declaró que Vanni quedaría estabilizado para fines de año, aunque analistas señalan que la organización insurgente puede replegarse en la jungla y librar desde allí una guerra de guerrillas.
Según fuentes del gobierno, el LTTE cuenta con unos 5.000 combatientes. Analistas de defensa aseguran que la organización, altamente motivada y entrenada, posee hasta el doble de esa cifra. Las guerrillas ya están atrincheradas en la jungla alrededor de los distritos de Kilinochchi y Mullaitivu.
"Trasladamos a todo nuestro personal y oficinas internacionales. No tenemos personal permanente" en Vanni, dijo el portavoz de la ONU en Sri Lanka, Gordon Weiss.
El último convoy de funcionarios humanitarios de la ONU y otras agencias internacionales abandonó la capital política del LTTE en Kilinochchi el 16 de este mes.
Poco antes, la reubicación se había suspendido por tres días debido a protestas públicas que bloquearon el único acceso carretero a la salida de Vanni.
Funcionarios de la ONU mantuvieron discusiones con el LTTE para garantizarse un pasaje seguro, dijo Weiss a IPS. Las fuerzas del gobierno también habían asegurado el paso del convoy a través de áreas de combate al sur de Kilinochchi.
La reubicación es el último giro de los acontecimientos en dos meses y medio de fuertes combates en Vanni, especialmente en el flanco occidental, con fuerzas gubernamentales ingresando en áreas dominadas por los Tigres en múltiples frentes.
Según estadísticas de la ONU, en Vanni hay por lo menos 160.000 desplazados y al menos 70.000 han abandonado sus hogares desde junio. Por lo menos 150.000 personas recibían la asistencia llevada por el PMA en agosto.
El gobierno pidió a los civiles que salieran de Vanni y se dirigieran a áreas controladas por el gobierno.
Pero a medida que la lucha se acercaban a Kilinochchi —fuentes oficiales dijeron que estaban a menos 10 kilómetros al sur del despliegue de los Tigres—, los civiles se adentraban más en lo profundo de las áreas dominadas por los rebeldes, señaló el agente del gobierno.
Agregó que "6.521 familias abandonaron 14 aldeas en el distrito de Killinochchi debido a fuertes bombardeos. Se trasladaron a áreas al noreste de Kilinochchi".
Otras organizaciones civiles y de derechos humanos advirtieron que la falta de una presencia permanente de agencias internacionales en Vanni, excepto al Comité Internacional de la Cruz Roja, ha puesto más en peligro a los civiles.
Esta retirada hará que los desplazados queden aun más vulnerables ante el fuego de las fuerzas armadas de Sri Lanka, así como a mayores restricciones de movimiento, reclutamiento forzado y otros abusos por parte del LTTE, dijo el Christian Solidarity Movement (CSM, Movimiento Cristiano de Solidaridad), en un informe difundido el día 17.
"Oímos de varios trabajadores de asistencia y sacerdotes que la gente vive con temor a la leva del LTTE, cuya política actual es reclutar a una sola persona por cada famila. Pero se teme que se haya extendido a dos. Incluso los hombres mayores son reclutados por el LTTE", señala el texto.
El CSM dijo que había muy pocas posibilidades de que los civiles se trasladaran pronto a áreas controladas por el gobierno.
"Necesitamos saber qué estamos haciendo, cuándo, dónde y cómo al operar en una zona militarizada. Hay riesgos físicos ", dijo Jeevan Thiyagaraja, director ejecutivo del srilankés Consorcio de Agencias Humanitarias, que reúne a organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales.
Quienes trabajaban en tareas de asistencia para organizaciones no gubernamentales internacionales lo harán ahora como voluntarios, a la orden de los representantes del gobierno de los distritos de Kilinochchi y Mulaithivu, dijo uno de esos empleados radicado en Vanni.
Todas las agencias que operaban allí "están presentes en Vavuniya. Ninguna ha vuelto atrás. El personal local en Vanni está en proceso de vincularse con agentes del gobierno como voluntarios y desvincularse de las organizaciones no gubernamentales internacionales", explicó.
Vedanayagam, representante del gobierno en Kilnochchi, dijo que su oficina espera la lista de nombres de los empleados de organizaciones no gubernamentales internacionales.
Weiss afirmó que la ONU estaba dispuesta a ayudar en los esfuerzos del gobierno para suministrar ayuda a Vanni, y que el PMA jugaría un rol vital. Agregó que tenían lugar conversaciones entre el gobierno y los representantes internacionales para establecer los mecanismos para el traslado de los suministros.
El gobierno también expresó su entusiasmo por continuar transportando los suministros del PMA a Vanni sin interrupciones. La agencia de la ONU tiene camiones con una capacidad de 240 toneladas, y el año pasado construyó depósitos cerca de allí.
El Comité Internacional de la Cruz Roja es la única agencia internacional con una presencia permanente en Vanni.
El gobierno dijo que el Comité permanecerá porque sus funcionarios operan como observadores en el único cruce que conecta el área con el resto del país, y también facilita el intercambio de los cuerpos de combatientes muertos.
"Estamos en constante diálogo con ambas partes, pero, al mismo tiempo comprometidos a cumplir con el rol del Comité de ayudar a la población civil no combatiente en áreas de conflicto", dijo en Colombo la portavoz de esa institución, Aleksandra Matijevic.
El Comité también evalúa su propia seguridad diariamente.