El crudo West Texas Intermediate (WTI), marcador estadounidense, se cotizó brevemente este viernes en Nueva York a 99,99 dólares el barril de 159 litros, su precio más bajo desde el 2 de abril y probablemente la señal de que la carrera alcista del último año por fin se ha revertido.
El Brent del Mar del Norte, referencia europea, ronda los 97 dólares desde la semana pasada, y la cesta de 13 crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) promedió esta semana 98,57 dólares, también su cota más baja desde abril.
La caída es de casi 50 dólares desde que el WTI alcanzó el récord de 147,26 dólares el 11 de julio, al cabo de un año de loco ascenso desde sus 70 dólares de mediados de 2007.
La caída se registra pese a que la OPEP recortó su oferta, el huracán Ike afecta instalaciones petroleras en el golfo de México, las reservas de Estados Unidos bajaron 5,9 millones de barriles en la primera semana de septiembre y que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, volvió a agitar el fantasma de cortar las ventas de crudo a ese país en medio de una fuerte disputa diplomática entre ambos gobiernos.
Ahora "las pretensiones de alentar altos precios no tienen futuro, aunque tampoco los precios serán muy bajos, abstracción hecha de su escala cuantitativa, porque se zanja la vieja disputa entre las industrias de refinación y automotriz acerca del auto eléctrico, que ya alcanza estatus comercial", dijo a IPS Víctor Poleo, profesor de postgrado en hidrocarburos en la Universidad Central de Venezuela.
Otro experto venezolano, Elie Habalián, comentó a IPS que los precios, "que han crecido con la burbuja financiera especulativa en las bolsas de Londres y Nueva York, retroceden como en ciclos del pasado, al achicarse dicha burbuja".
"Los precios petroleros siguieron bajando esta semana, afectados principalmente por la persistente preocupación por la economía mundial y el sostenido fortalecimiento del dólar", señaló en su informe semanal el Ministerio de Energía de Venezuela.
Se trata de "la más esperada señal en la ruta seguida por el petróleo", desde que hace cinco años comenzó un ciclo de alzas sostenidas, estimó el profesor de la estadounidense Universidad de Columbia y ejecutivo de la firma Newedge, Antoine Halff.
El presidente de la OPEP, Chakib Jelil, ministro petrolero de Argelia, expresó temor porque al finalizar este año o comienzos de 2009 se presente un exceso de oferta de crudo de hasta 1,5 millones de barriles diarios en el mercado global, que consume diariamente 86 millones de unidades.
"Hay suficiente petróleo en el mercado. Las reservas de crudo y productos (derivados) son bastante buenas y a fines de año se puede presentar un exceso de entre medio millón y millón y medio de barriles" por día, señaló Jelil. Lo que se está verificando, según Jelil, "es la relación inversa entre el dólar y el precio del crudo. Cuando el precio (del barril) subió, el dólar estaba bajando, y ahora que el dólar se está fortaleciendo, el precio del crudo está bajando".
La divisa estadounidense vivió un mal año, a raíz de la crisis del mercado inmobiliario en ese país, y llegó a entregarse a cerca de 1,60 unidades por euro, pero se apreció en lo que va del mes hasta un nivel de 1,39 frente a la moneda europea.
Los responsables de la OPEP, que compartieron con los consumidores la preocupación por los elevados precios del petróleo y el imperio de factores especulativos, siempre defendieron que el mundo estaba suficientemente abastecido de petróleo, y seguramente desearían un precio ligeramente por encima de los 100 dólares por barril.
El ministro ecuatoriano de Petróleo, Galo Chiriboga, estimó que "un precio adecuado" para el crudo sería entre 110 y 120 dólares por barril.
La OPEP está formada por Angola, Arabia Saudita, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela. Es que Indonesia se retiró del grupo este mes, porque con una producción de 800.000 barriles diarios y un consumo de un millón de unidades, ha pasado de exportador a importador neto de petróleo.
En su reunión del 10 de septiembre, la OPEP decidió reducir en 520.000 barriles diarios su producción efectiva, a partir del reconocimiento de que algunos productores —notoriamente Arabia Saudita— se excedían en las cuotas autoasignadas.
De ese modo, el compromiso es que 11 socios —excluida Iraq, que no participa del sistema de cuota desde 1991— bombearán 28,8 millones de barriles diarios. Arabia Saudita, que en vez de su cuota de nueve millones de barriles diarios producía casi 9,5 millones, deberá efectuar la mayor reducción.
Arabia Saudita lideró la mayoría de la OPEP a favor de moderar los precios, frente a Irán y Venezuela, partidarios de recortar la producción para mantener los valores altos.
"Venezuela e Irán comparten la posición de emplear renta petrolera para desestabilizar equilibrios regionales, y a diferencia de la mayoría de los productores OPEP y otros ajenos al grupo poco han cuidado de acumular capital con fondos soberanos, por lo cual son más vulnerables financieramente y favorecen precios altos para más ingresos", opinó Poleo. El precio del petróleo avanzó en los principales mercados horas después del anuncio de la Organización, en Viena, pero luego volvió a retroceder. Tampoco el cierre de instalaciones petroleras en el golfo de México por el avance del huracán Ike hizo repuntar significativamente las cotizaciones.
Ike impactará la costa del golfo este fin de semana, y los cortes en la refinación a que obliga seguramente impulsarán al alza los precios de la gasolina. Pero, a diferencia de otras oportunidades, los operadores no presionaron sobre los contratos de crudos a futuro como compensación por menores ganancias en la franja refinadora del negocio.
Finalmente, no se abonó el nerviosismo por la caída en las existencias comerciales de crudo y de gasolina en Estados Unidos, como en otras oportunidades.
La explicación para esta situación puede estar en un dato ofrecido por el Departamento de Energía estadounidense: su consumo de petróleo fue, en la primera mitad del año, 4,5 por ciento más bajo que en 2007, es decir que se consumieron 925.000 barriles menos cada día.