Activistas políticos y académicos de Irán aspiran a que el presidente Mahmoud Ahmadineyad evite sus habituales declaraciones escandalosas la semana próxima, en la 63 sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
En su tercera visita a la sede de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) desde que asumió en 2005, Ahmadineyad se dirigirá a jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo, en medio de objeciones de organizaciones de derechos humanos.
Al menos una manifestación en apoyo de Israel se realizará frente a la sede neoyorquina del foro mundial, aprovechando la presencia del presidente iraní.
La imagen internacional de Irán se ha deteriorado en los últimos tres años, en parte como consecuencia de los comentarios de Ahmadineyad sobre el Holocausto en el que seis millones de judíos fueron masacrados por el régimen nazi de Alemania (1933-1945), al que calificó de "mito".
Sadegh Zibakalam, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Teherán, dijo a IPS en entrevista telefónica que esperaba que el presidente iraní evitara hacer referencias al conflicto árabe-israelí o al exterminio de los judíos en Europa.
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"No debe referirse al Holocausto. Debe evitar referencias a la aniquilación del Estado de Israel", afirmó. "No debe aludir a una eventual victoria de Irán sobre Estados Unidos, ni tratar de dar lección a la humanidad. Debe apartarse de este tipo de retórica."
"Tiene que optar por un lenguaje que demuestre que el pueblo iraní respeta a los líderes que los estadounidenses eligen con su voto y que respetará a quien sea electo el 4 de noviembre como presidente, y señalar su voluntad de negociar con él sobre el papel de Irán en la región y su programa nuclear", agregó.
Ahmadineyad ha dicho repetidamente que está dispuesto a dialogar con Estados Unidos y otras naciones occidentales. Pero su agresiva retórica y su desprecio hacia varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el programa nuclear iraní, sumados a las reiteradas acusaciones de Washington sobre su interferencia en Iraq, envían el mensaje opuesto.
El presidente iraní "ha anunciado en varias ocasiones su deseo de negociar y de llegar a un acuerdo a través del diálogo, pero sus palabras, contrastadas con sus acciones, no ofrecen garantías", dijo a IPS el ex legislador Ali Mazroui.
"Existe una contradicción entre las promesas de Ahmadineyad y lo que realmente hace. No tengo esperanzas sobre un cambio durante este viaje", agregó.
"Las protestas callejeras y las acciones de la sociedad civil no han tenido gran influencia en las relaciones entre Estados Unidos e Irán", declaró a IPS Elaheh Koulaee, ex legislador iraní y actualmente profesor en la Universidad de Teherán.
Durante la visita de Ahmadineyad en Nueva York, están programadas conferencias de prensa de organizaciones de derechos humanos e instituciones judías para fustigar la ausencia de libertades civiles en Irán.
El factor determinante en la política internacional, agregó, ha sido siempre el consenso entre los países poderosos.
"Por lo tanto, Washington y Teherán usan las oportunidades que tienen a su alcance para discutir sus necesidades en el marco de sus intereses. Dudo que esas protestas afecten este diálogo", señaló.
El mes pasado, el vicepresidente de Irán, Esfandiar Rahim Mashaie, declaró que su país era "amigo de todos los pueblos del mundo, incluso el israelí".
Como consecuencia, Mashaie fue salvajemente atacado por el "establishment" de línea dura. Luego, se vio obligado a aclarar que sus comentarios fueron "mal interpretados" y que nadie en Irán reconoce al "régimen sionista".
Sorprendentemente, Ahmadineyad resistió la fuerte presión del parlamento y de algunos de los ayatolás (clérigos) más radicales, al mantener silencio en esta controversia.
La República Islámica de Irán, instaurada en 1979 tras la caída de la monarquía, jamás reconoció al Estado de Israel. No es claro si la declaración de Mashaie y el mutismo del presidente marcan un cambio de postura o simplemente dejan en evidencia un error político.
"Ahmadineyad ha dicho cosas en ámbitos internacionales que llevaron a otros países a tomar una posición negativa hacia Irán, en lugar de mejorar las relaciones con ellos", dijo Mazroui. "Sus comentarios sobre Israel y el Holocausto, por ejemplo, causaron tensión regional e internacional",
"Nada de esto ayuda a Irán", agregó.
El presidente del Consejo Iraní Estadounidense, Hooshang Amirahmadi, declaró a IPS que el pueblo iraní teme una guerra y ha sido severamente castigado por años de sanciones económicas contra el país.
"Los iraníes solo quieren paz y prosperidad. Las relaciones entre Washington y Teherán han sido la preocupación fundamental por años y, actualmente, 90 por ciento de los iraníes, incluidos los que están en el gobierno, desean una rápida normalización", agregó.
Amirahmadi cree que la mayoría de los iraníes espera que su presidente aproveche la oportunidad de su viaje a Nueva York para despertar la buena voluntad del gobierno y el pueblo estadounidense.
"Esto significa que no desean que Ahmadineyad emplee una terminología que escandalice a sus anfitriones. Lo que es más importante: quieren que hable de los estadounidenses con el mayor respeto", afirmó.
"Creo que debería usar la oportunidad para componer relaciones con un actor clave en el vínculo entre Estados Unidos e Irán: Israel", señaló.
"Tiene la oportunidad para ratificar lo que dijo Mashaie acerca de que Irán es amigo del pueblo de Israel y lo considera amigo de Irán, aunque existan sectores que son hostiles hacia la república islámica", agregó.
Sin embargo, es altamente improbable que esto suceda. En una conferencia de prensa en Teherán, esta semana, Ahmadineyad reiteró que el Holocausto es una "farsa" y que el Estado de Israel no debe sobrevivir.