Las celebraciones de los 200 años de la independencia de España que se cumplirá en 2010 en México, están en línea de salida. Nuevos parques, vialidades, museos, bibliotecas, centros comerciales y hasta una marca de sopa en polvo y dos patrullas marinas adoptarán el nombre «Bicentenario».
Diversas autoridades diseñaron en torno a la conmemoración una serie de festejos, exposiciones, debates y hasta retos artísticos como crear en la capital mexicana un grabado de un kilómetro de longitud, que, según el municipio local, romperá un récord Guiness.
También se fabricó un robot que reproduce al héroe de la independencia, el sacerdote católico Miguel Hidalgo y Costilla, el cual relatará desde una plaza céntrica de la capital sus aventuras de la época.
Los festejos empiezan este mismo mes y se prolongarán hasta fines de 2010, cuando México recordará, además de la independencia, el centenario de la Revolución que tuvo como emblemáticos protagonistas a Emiliano Zapata (1879-1919) y a Pancho Villa (1878-1923).
El 15 de este mes, cuando México celebre el 199 aniversario de vida independiente, trabajadores municipales y artistas colocarán en calles de la capital planchas de plástico entintadas y previamente grabadas por artistas y escritores con lemas e imágenes relativos a la celebración.
Sobre las piezas se colocará una tela de 1.000 metros de longitud y luego una máquina aplanadora. Quedará una gigantesca impresión.
El municipio capitalino pondrá además ese mismo día un reloj de gran formato en una esquina del centro histórico de la ciudad. Desde allí se realizará un conteo regresivo hacia el bicentenario.
La sociedad civil no se quedó atrás en el afán de celebrar. Universidades y grupos no gubernamentales tienen una agenda que, entre otras cosas, incluye el montaje de una cantina en el edificio más alto de México, donde a partir del día 28 y entre copa y copa conocidos escritores, historiadores y artistas charlarán periódicamente con el público sobre la conmemoración.
Diversas escuelas organizaron presentaciones de teatro y concursos de redacción y pintura, mientras organizaciones defensoras de los derechos humanos y otras que trabajan con mujeres, niños trabajadores y demás conglomerados presentaron diversos planes de celebración ligados a su actividad.
Pero en los festejos también hay polémica. Los esfuerzos del presidente de México, el conservador Felipe Calderón, para unificar las celebraciones fracasaron en parte porque el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), que gobierna la capital y otros estados, lo considera un mandatario ilegítimo.
El PRD entiende que Calderón ganó la elección de 2006 a través de un fraude.
Además de la del gobierno, cada estado del país y en algunos casos cada municipio y hasta cada barrio tienen su propia agenda de conmemoración.
Para la historiadora Guadalupe Jiménez, una "verdadera" celebración del bicentenario de la independencia y el centenario de la revolución debería apuntar a atender las necesidades más urgentes de la población en este país con 104 millones de habitantes.
Los desfiles, las inauguraciones y las obras de "relumbrón" que costarán mucho dinero, carecen de sentido en un país con muchas necesidades, opinó esta observadora.
En sentido opuesto, el sociólogo Rafael Torres consideró que la conmemoración es "una carretera donde los mexicanos pueden reencontrarse bajo ciertos valores y raíces".
"Las efemérides patrias, igual que los cumpleaños, deben festejarse, pues son las que nos dan cierta identidad. La independencia y la revolución son hechos que marcan nuestro devenir en la historia y no podemos ignorarlos", dijo Torres a IPS.
En toda América Latina, esta efeméride coincidente en casi todos los países, ha sidotomada por autoridades como algo de gran relevancia. Incluso se crearon instancias donde los gobiernos coordinan algunos festejos.
Se trata de una oportunidad para cimentar la identidad y unidad nacional indica el discurso oficial en boga. La conmemoración coincide con la que también celebrará España, pero de su propia rebelión, hace dos siglos, contra la invasión francesa comandada por Napoleón Bonaparte.
En México, el bicentenario es además una palabra que se usará para bautizar numerosos parques, museos, calles, nuevos edificios y encuentros.
Un directivo de una marca comercial de sopas en sobre dijo a IPS que el próximo año sacarán una línea con el nombre Bicentenario.
Mientras, la Secretaría (ministerio) de Marina informó que construye dos patrullas navales de alta tecnología, que entrarán en operación en 2010. Una llevará por nombre Bicentenario y otra Independencia.
El reto para las autoridades y una parte de los mexicanos que alientan las celebraciones del bicentenario de la independencia y del centenario de la revolución "es darle contenido a la diversa oferta que presentarán para no dejarla en el aire o la banalidad", indicó Torres.