Una economía mundial más «verde», que tome en cuenta la protección del ambiente, podría erradicar la pobreza a través de la creación de decenas de millones de nuevos empleos, pero esto no se logrará confiando en la «mano invisible» del mercado, señaló un estudio.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Internacional de Empleadores (IOE) y la Confederación Sindical Internacional (ITUC), difundieron un informe titulado "Empleos verdes: Hacia el trabajo decente en un mundo sustentable y bajo en carbono".
"Estamos enviando la señal de que las tecnologías y procesos de producción eficientes en el uso de energía y menos contaminantes serán los ganadores en la nueva economía que está emergiendo", dijo a IPS Achim Steiner, director del Pnuma.
Según el informe, "las inversiones realizadas para combatir el cambio climático y sus efectos ya están generando nuevos puestos de trabajo".
En Alemania, por ejemplo, la creación de empleos en el sector de la energía renovable pasó de 66.600 en 1998 a 259.100 en 2006, señaló la investigación.
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En 2006, agregó, ese sector daba trabajo a más de 2,3 millones de personas en todo el mundo, muchas de ellas en países en desarrollo como Brasil y China. De acuerdo con el estudio, la cifra trepará a más de 20 millones para 2030.
Otros sectores de gran potencial para la creación de empleos "verdes", tanto en las naciones en desarrollo como las ricas, son los de reciclaje, transporte público, mejoramiento de la eficiencia energética de los edificios, agricultura sustentable en pequeña escala y manejo de bosques, según el informe.
Asimismo, destacó que para 2030 el mercado de los productos y servicios ambientales movilizaría 2,74 billones de dólares al año, frente a los 1,3 billones de la actualidad.
Pero el estudio también contiene algunas malas noticias. En los países en desarrollo, el número de nuevos empleos bien pagos para los pobres está muy lejos de ser el deseado.
Alrededor de 1.300 millones de trabajadores, 43 por ciento del total mundial, ganan demasiado poco para elevarse, y a sus familias, por sobre la línea de pobreza de dos dólares al día por persona. Los expertos señalan que es necesario actuar de inmediato.
La transición hacia una economía que tome en cuenta los desafíos del cambio climático y reduzca sustancialmente el desempleo y la pobreza "no es suficientemente rápida", dijo Steiner.
"Hace falta que los gobiernos asuman sus responsabilidades, planifiquen e inviertan", señaló a IPS Guy Ryder, secretario general de la ITUC. El desarrollo sustentable requiere mayor cooperación entre las autoridades, los empleadores y los sindicatos, agregó.
Sin embargo, esa reorientación de la economía hacia un nuevo paradigma implicará la pérdida de puestos de trabajo en los sectores que actualmente más contribuyen a la contaminación.
"Se puede tener ambientes laborales más 'verdes' en todas las industrias, pero algunas de ellas eventualmente podrían desaparecer o volverse mucho más pequeñas", dijo a IPS Ronnie Goldberg, vicepresidente de la IOE.
Por este motivo, la ITUC reclama "transiciones justas", que contemplen "la protección de los trabajadores desplazados, que les ofrezcan alternativas, como reentrenamiento y nuevas inversiones, para que puedan moverse con el mínimo sufrimiento de donde están ahora hacia las nuevas oportunidades", dijo Ryder.
El director general de la OIT, Juan Somavia, advirtió por su parte que "los empleos 'verdes', por definición, no son decentes". Especialmente en industrias como la del manejo de desperdicios son "sucios, peligrosos y dificultosos".
A medida que los recursos naturales se vuelven más escasos y caros aparecen nuevas ideas de negocios: por ejemplo, el reciclaje de teléfonos móviles, que se ha convertido en los últimos años en una industria que factura centenares de millones de dólares.
"La demanda de los consumidores por bienes y servicios 'amigables' con el ambiente está creciendo en forma exponencial", dijo a IPS Tim Augustin, gerente de Relaciones Públicas y Mercadeo de la compañía alemana Soluciones Verdes, que se dedica al reciclaje de teléfonos móviles.
"En 2007, recolectamos alrededor de 450.000 teléfonos, con un crecimiento de 175 por ciento respecto de 2006", agregó. Se estima que, sólo en Europa, 100 millones de teléfonos móviles son reemplazados cada año.
Este ejemplo alimenta el optimismo de Steiner. "Dentro de 30 ó 50 años estaremos produciendo la misma cantidad de bienes con muchos menos desechos provenientes de ellos. Los desechos de un proceso de producción serán utilizados por otro", afirmó.