Los habitantes de una aldea del sur de Sri Lanka están decididos a salir de la pobreza con un original producto: adornos hechos con moldes en arcilla de huellas de animales como elefantes y leopardos.
Los aldeanos de Koulara, fabricantes de ladrillos por tradición, descubrieron el potencial económico en una actividad que reúne la protección de la jungla, de los animales salvajes y de su hábitat natural. Se trata del proyecto "Huellas de Animales". "Proteger el ambiente crea empleos y un futuro seguro para las familias", dijo a IPS el célebre alfarero Ajito Perera, que dirige el grupo.
Huellas de Animales se concretó cuando la firma Dilmah, principal exportadora de té de Sri Lanka, solicitó a Asanka Abayakoon, de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), colaboración para sus proyectos de sustentabilidad ambiental y de desarrollo en las aldeas. El vínculo entre los pobladores de Koulara, lindera con el Parque Nacional Uda Walawe, la UICN y Dilmah acercó, a su vez, a los seres humanos y a los animales salvajes hasta unirlos en armoniosa coexistencia.
Los aldeanos nunca inbresaban en el parque nacional, debido a su pobreza. Pero "ahora recogen huellas de animales y aprenden sobre ellos y sobre su comportamiento ", relató Perera.
Los jóvenes trabajadores del taller Huellas de Animales y del centro de capacitación dieron en agosto los toques finales a decenas de diminutos colgantes hechos de terracota.
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"Necesitamos una materia prima de calidad, porque estos productos son exportados a todo el mundo", dijo Dilhan C. Fernando, de la Fundación MJF, creada por Dilmah para sus proyectos humanitarios.
Los delicados colgantes se abrirán paso en los paquetes de té Dilmah hacia comercios de Polonia, Australia y Nueva Zelanda.
"Éste es un proyecto puramente caritativo. No buscamos ni obtenemos ningún valor comercial. Los colgantes se obsequian a nuestros clientes como muestra de gratitud y para que sepan de qué son capaces nuestros aldeanos", dijo Fernando.
Hace poco, la competencia en el negocio de los ladrillos obligó a los residentes de Koulara a buscar empleo en una plantación de caña de azúcar cercana.
"Ganábamos menos de 3.000 rupias (alrededor de 30 dólares) al mes, y eso si había trabajo", recordó Sriyani Subasinghe, gerenta del taller de Huellas de Animales.
"Ahora las mujeres y las niñas reciben 24.000 rupias (casi 240 dólares) mensuales gracias a esta iniciativa. Ganamos en dos meses lo que antes ganábamos en más de un año con la plantación de azúcar y otros trabajos menores", dijo, instalada en la oficina del proyecto.
El complejo emplea a 100 mujeres, que trabajan en chozas de adobe y cañas con techo de paja y hojas de coco secas. Los espacios abiertos permiten que haya luz y ventilación natural.
También fabrican platos, ornamentos y joyas a base de arcilla, usando moldes de huellas de elefantes, leopardos y otros animales del parque.
Aventurándose en ese predio, con la ayuda de los guardaparques, los aldeanos buscan huellas y las rellenan con yeso, que en unos minutos se convierte en un molde.
"A menudo —como ocurre en el caso de los elefantes— se necesita seguir a los animales y buscar huellas frescas que permitan hacer un molde mejor", explicó Abayakoon.
Perera, que vive viajando entre Koulara y su propio estudio de alfarería en Boralesgamuwa, cerca de Colombo, dijo que la Fundación MJF ha rejuvenecido a la aldea.
"Pasamos de la nada a ser alguien. Las mujeres usan sus habilidades, hasta ahora desconocidas, para producir ornamentos y colgantes delicadamente tallados y dirigidos a los mercados mundiales. Es como un sueño para ellas", dijo.
"Este proyecto nos dio esperanzas a todos. Con los ingresos que obtienen, nuestros trabajadores reconstruyen sus hogares, compran cosas que necesitan y también ahorran", dijo Anoma Jayaratne, otra gerente de Huellas de Animales, de 24 años.
Shanthi Kumar, de 32 años, elabora 300 colgantes por día en su propio hogar. Comenzó a principios de agosto, luego de un curso de capacitación en el taller.
"Estoy muy feliz porque puedo ganarme la vida trabajando cómodamente en casa", dijo, mientras sus dos hijos, de trece y cinco años, la observaban trabajar.
Su esposo, que por carecer de un empleo regular se dedica a trabajos ocasionales en la aldea, está sentado orgullosamente frente al televisor que compraron en cuotas hace pocos días. "Este proyecto nos ha elevado", aseguró.
Otros 50 aldeanos trabajan desde sus hogares.
Huellas de Animales ha sido seleccionado como uno de los cinco mejores proyectos ambientalmente sustentables que se presentarán en la próxima conferencia de UICN en Barcelona, en la que también participarán el fundador de Dilmah, Merril J. Fernando, y su hijo, Dilhan C. Fernando.
A comienzos de este año, la UICN galardonó a Dilmah por su esfuerzo en la integración de sus agendas humanitaria, ambiental y de negocios.
En una ceremonia realizada en la sede de UICN en Suiza, la directora general de la organización, Julia Marton-Lefèvre, aplaudió a la Fundación MJF porque "mejora la vida de las comunidades que dependen de los recursos naturales, y fortalece la conciencia comunitaria de la necesidad de conservar esos recursos para las futuras generaciones".
La asociación entre UICN y Dilmah comenzó luego del desastroso tsunami que azotó a Sri Lanka, entre otros países, en diciembre de 2004. La empresa srilankesa apeló entonces a la UICN en busca de mecanismos para aliviar el sufrimiento de los poblados afectados.
"Nosotros aprendimos a trabajar de modo sustentable mientras la UICN aprendió técnicas de administración y sobre el funcionamiento del sector privado", señaló Dilhan C. Fernando.
"Tenemos una estrategia de ida y vuelta. Queremos que ellos se sostengan por sí mismos. Nosotros los ayudamos a hallar los mercados. Desde junio los entrenamos en administración de efectivo, y ahora son estrictamente una operación empresarial administrada por una sociedad cooperativa que ayudamos a establecer. Ellos obtuvieron una ganancia de 2,5 millones de rupias (más de 25.000 dólares) en tres meses este año", agregó.
Dilmah compró miles de colgantes del proyecto, y los puso en sus paquetes de té saborizado como obsequios. Ahora se dispone a importar un horno y donarlo a la aldea. "Queremos expandir este proyecto a tres aldeas", anunció Dilhan C. Fernando.
Perera quiere emular el modelo de Huellas de Animales en todos los parques nacionales de Sri Lanka, en asociación con Dilmah, UICN y el Departamento de Naturaleza del país.
"También queremos enseñar a los estudiantes en estas aldeas cómo un poco de arcilla puede convertirse en un producto usando huellas animales que pueden sostener la economía de la aldea y también proteger a los animales y su hábitat", dijo.