ALGODÓN: Símbolo de desigualdad comercial en África

África occidental produce cinco por ciento del algodón del mundo y es responsable de 15 por ciento del comercio global de fibra de algodón. Sin embargo, los productores de esa región figuran entre los más pobres del planeta.

Su poder adquisitivo es apenas cinco por ciento el de sus pares de Europa, Estados Unidos y Japón.

"El algodón se ha convertido en un símbolo de la injusticia del sistema de comercio mundial", dijo a IPS Amy Barry, portavoz de comercio de la filial británica de la organización no gubernamental Oxfam.

"Solamente en África occidental, 10 millones de personas dependen del algodón para sustentarse. Para estos hogares, los subsidios que Estados Unidos les paga a sus agricultores tienen un peso crítico sobre su capacidad de poner alimentos sobre la mesa, educar a sus hijos y mantener su salud", agregó.

Desafortunadamente, la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se supone debe crear un campo de juego equitativo, encuentra difícil ayudar a estos cultivadores porque los países industrializados no quieren guiarse según reglas.
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La batalla de los algodoneros de África occidental contra los subsidios a sus pares estadounidenses ha sido un tema de debate durante mucho tiempo. El año pasado, Oxfam difundió otro informe sobre el destino de los agricultores africanos.

"Se ha probado una y otra vez que los subsidios al algodón de Estados Unidos perjudican de modo significativo a los cultivadores de los países en desarrollo, particularmente en África occidental. La negativa, hasta ahora, de Estados Unidos, a reformar adecuadamente estos subsidios al algodón es una señal de que no se toman en serio la promesa de reformar las normas comerciales para promover el desarrollo", dijo Barry.

"Estados Unidos debe actuar de buena fe y cumplir sus promesas de tratar al algodón como un tema prioritario", opinó.

Sin embargo, mientras la situación sigue incambiada, hay señales de que los productores de África occidental evalúan adoptar otras formas de cultivo.

La producción algodonera ocupa un lugar clave en las economías de algunos países de la región. La caída de los precios, causada por grandes cantidades de algodón subsidiado en el mercado mundial, afecta los medios de sustento de miles de personas.

Es en este contexto que los gobiernos de Benín, Burkina Faso, Chad y Malí han luchado en la OMC para hallar maneras de poner fin a los subsidios que los agricultores del mundo industrializado reciben de sus gobiernos.

Según Oxfam, estos subsidios causaron pérdidas de 400 millones de dólares a estas economías del occidente africano solamente en el periodo 2001-2003.

Por lo tanto, esta entidad urgió a la OMC a encontrar un modo de estabilizar los precios que se pagan a los productores. Pero, con el colapso de la ronda de Doha de negociaciones comerciales, en julio de este año, los cultivadores de África occidental se verán muy perjudicados.

"Bajo el nuevo proyecto de ley agrícola de Estados Unidos, los productores de algodón de ese país recibirán alrededor de 1.000 millones de dólares anualmente en subsidios durante los próximos cinco años. La vasta mayoría de estas subvenciones se destinan a aproximadamente 12.000 establecimientos algodoneros, en su mayoría de gran escala", señaló Barry.

"Un cuarto de todos los subsidios van al uno por ciento de los beneficiados, cada uno de los cuales obtiene 500.000 dólares en promedio. El proyecto de ley agrícola recientemente aprobado por el Congreso (legislativo) de Estados Unidos en realidad reinstauró los subsidios algodoneros que ya se habían declarado ilegales en la OMC", continuó.

La oferta de Washington "de limitar sus subvenciones agrícolas en 14.400 millones de dólares, planteada en las conversaciones de Doha en julio, no obliga a Estados Unidos a reducir esos subsidios en un solo centavo", dijo Barry.

"Que Estados Unidos no se tome en serio este asunto está debilitando su posición en lo que se suponía serían negociaciones pro-desarrollo", agregó Barry.

El periodista Gerard Migan, de Benín, dijo a IPS que la producción algodonera juega un papel muy importante en la economía de su país. Por lo tanto, cualquier cosa que altere la producción dañará mucho a la nación y a los agricultores en general.

Migan dijo que, desde 2006, el gobierno tuvo que apoyar a los agricultores con la asistencia del Banco Mundial para que pudieran mantener la producción. "Es por eso que Benín se ha unido a otros para luchar contra los subsidios de Estados Unidos a sus cultivadores de algodón", agregó.

La sugerencia de Oxfam de instaurar un fondo de apoyo buscaba crear un mecanismo para estabilizar los precios. Esto se inició en Burkina Faso, donde el gobierno creó el fondo en 1992, asegurando que los agricultores recibieran precios garantizados aunque los de referencia cayeran más bajo de lo esperado.

"Los productores se volvieron activos en la administración del fondo en 1999. Este también aseguró que a las compañías algodoneras se les reembolsara la diferencia entre el precio real de venta y el precio de referencia para el tonelaje vendido, cuando los precios reales caían por debajo del precio de referencia", señaló Oxfam.

Según la organización, esta historia de éxito se vio destruida por subsidios estadounidenses sin revisar y por la tendencia a la baja de los precios de las materias primas.

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