El ex primer ministro de Tailandia Thaksin Shinawatra y su esposa Pojaman prefirieron el exilio en Londres antes que afrontar un juicio por corrupción ante la Corte Suprema de su país.
Thaksin dijo desde la capital británica que el exilio era la única alternativa porque sus enemigos políticos estaban interfiriendo con el sistema judicial. Tenían la intención de "terminar conmigo y con mi familia", aseguró.
El jefe de gobierno desde enero de 2001 hasta septiembre de 2006, cuando fue depuesto por un golpe militar, agregó en ese texto enviado por fax a la prensa local: "Esas personas me ven como un enemigo político. No tienen la menor consideración por el sistema judicial, la verdad y los principios legales."
Asimismo, afirmó: "Mi familia y yo hemos sido tratados continuamente de manera injusta." Y pidió sus simpatizantes que lo sigan "un tiempo más".
Thaksin, de 59 años, ya era un multimillonario magnate del sector de las telecomunicaciones antes de ser elegido primer ministro en 2001
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La partida de los Shinawatra, la familia política más poderosa del país, marca el abandono de sus promesas de hace apenas seis meses, al regresar al país de otro exilio en Londres, que se había extendido un año y medio.
En esa ocasión anunció que lucharía en los tribunales contra los casos de corrupción iniciados contra él y su esposa.
La serie de procesos judiciales se originaron en la investigación de una comisión especial designada por la junta militar que tomó el poder tras provocar su caída.
Una de las causas se refiere a una venta de tierras supuestamente irregular. El matrimonio debió haberse presentado ante la Corte Suprema en la mañana de este lunes, día en que presentó su escrito ante la prensa.
En sus cinco años como primer ministro, Thaksin no fue conocido por respetar los principios de imparcialidad y justicia que ahora reclama para él y su familia, afirman sus críticos. Fue famoso por presionar e intimidar a la oposición, ignorar la ley y violar los derechos humanos, agregan.
Citan como ejemplo una "guerra" lanzada para librar al país de las redes de narcotraficantes, en la que murieron 2.500 personas, muchas de ellas civiles inocentes.
El 31 de julio un tribunal condenó a la esposa de Thaksin a tres años de cárcel por evasión fiscal. El hermano adoptivo de Pojaman, Bhanapot Damapong, y su secretaria también recibieron penas de prisión.
Desde ese momento crecieron las especulaciones sobre la posible fuga e los Shinawatra. Los rumores se alimentaron con el permiso que les otorgó la semana pasada la Corte Suprema para salir del país para una visita a Japón y asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing.
El domingo a la tarde, el matrimonio no abordó el avión que debía llevarlos de regreso a Bangkok desde la capital china.
"La huída no detendrá la marcha del proceso judicial. La Corte los juzgará en ausencia, como ocurre en los casos de corrupción", dijo el abogado Somchai Homlaor, experto en derechos humanos.
"Thaksin no tiene argumentos serios para decir que su juicio no será justo, y la prueba de ello es el proceso contra su esposa", agregó.
Analistas también anticipan un potencial conflicto diplomático entre Gran Bretaña y Tailandia, pues ambos países tienen un tratado de extradición en vigencia. "La obligación del fiscal es iniciar el trámite de extradición", afirmó Somchai.
Pero observadores dudan que Bangkok elija ese camino. La actual coalición oficialista, encabezada por el Partido Poder del Pueblo, está estrechamente ligada a Thaksin, quien fue una pieza clave pasa asegurarle el triunfo en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2007.
"Thaksin parece haber tomado la mejor decisión para sus intereses. Es mejor vivir en el exterior con su fortuna que en una cárcel tailandesa", dijo a IPS Michael Nelson, académico alemán experto en la cultura de este país asiático.
"No será fácil para él retornar a la política, porque habrá más condenas judiciales en su contra y también las órdenes de arresto", agregó.
La situación es extraordinaria, señaló Nelson, "porque nunca hubo en el país un caso a gran escala como éste contra una familia tan poderosa".
Lo que no es tan inusual es que figuras políticas o jefes mafiosos escapen cuando la justicia se pronuncia contra ellos. El caso más reciente es el de Vatana Asavahame, ex viceministro del Interior y actualmente jefe de asesores del partido Puea Pandin, que integra la coalición de gobierno.
Vatana no se presentó ante un tribunal en julio, en un juicio por corrupción en la construcción de una multimillonaria planta de tratamiento de aguas residuales. Huyó a Camboya y se ha emitido una orden de arresto contra él.
Antes, Somchai Khunpluem, jefe de un poderoso clan político provincial, también escapó a Camboya luego de que la Corte Suprema lo encontrara culpable de un negociado con tierras en la ciudad turística de Pattaya.