JUEGOS OLÍMPICOS-MÉXICO: En busca del honor perdido

Enriqueta Basilio fue la primera mujer en la historia de los Juegos Olímpicos modernos en portar la antorcha. Lo hizo en 1968 en la capital mexicana, pero esa imagen no se ha repetido en América Latina y el Caribe y es posible que no ocurra en algunos lustros.

La ciudad de México ha sido la única en la región en organizar juegos olímpicos, a la que le puede seguir la brasileña Río de Janeiro si es finalmente elegida para la competencia de 2016, para la cual es candidata oficial junto a otras seis poderosas competidoras. Londres ya fue designada para ser la anfitriona en 2012.

"México ha perdido una oportunidad, porque existía el ejemplo y el conocimiento de 1968. No hablo sólo de la capacidad organizativa, sino de la capacidad económica, política, social y de infraestructura", explicó a IPS Eduardo Gorraez, director del Centro Deportivo Olímpico Mexicano e integrante del Comité Organizador de las justas de hace 40 años, las número 19 de la historia.

Los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) eligieron como sede para 1968 a la capital mexicana en su reunión de 1963 en la ciudad alemana de Baden-Baden, desechando a la francesa Lyon, la estadounidense Detroit y Buenos Aires.

Esa selección no estuvo libre de polémica, pues México es una nación en desarrollo y se creía que la altitud de su capital, superior a los 2.000 metros sobre el nivel del mar, podía afectar a los atletas.

En poco más de dos años, México construyó infraestructura deportiva, como la piscina olímpica, los estadios Olímpico y Azteca y el velódromo, y preparó a la urbe para recibir a miles de turistas y deportistas.

Pero ahora "México se ha rezagado, nos desbarrancamos, la infraestructura está muy dañada, y estamos como muy absorbidos en copiar lo de afuera, pero no valoramos lo de adentro", comentó a IPS Luis de la Torre, fundador de la no gubernamental Patronato Ruta de la Amistad, una organización dedicada a preservar la memoria cultural de los Juegos Olímpicos de 1968.

Entre 1965 y 1969, México erogó para la edificación de infraestructura 1.960 millones de pesos, que al cambio actual sumarían unos 200 millones de dólares, una cifra irrisoria para los parámetros que se manejan hoy al organizar los juegos. Una de las fuentes financiadoras fue la creación de nuevos impuestos, como el de la posesión de vehículos que a la fecha aún subsiste.

Expertos consideran a los Juegos de 1968 como una frontera entre los torneos previos y los subsiguientes. Por primera vez en la historia del deporte mundial hubo una olimpíada cultural, con actividades musicales y plásticas, se aplicó un sistema electrónico de registro inmediato de resultados y las competencias fueron transmitidas al mundo en televisión a color.

"En cada encuentro olímpico hay innovaciones, pero lo de México fue trascendental", enfatizó Gorraez, una memoria viviente de aquella experiencia mexicana.

"Realizamos cosas a partir de nuestras propias ideas. Fue una época de invención nacional, con una mezcla de elementos indígenas y modernos, lo cual permitió que nos reconciliáramos un poco con lo que somos. Finalmente, quedaron las bases para organizar una olimpiada, que tuvo cultura e imagen corporativa", manifestó De la Torre.

En los años 60 y comienzos de la década siguiente, México mostraba un crecimiento económico notable, con tasas promedio de cinco por ciento, y con inflación prácticamente cero. Pero luego vino la crisis económica y el país padeció sus efectos, situación similar a la que vivió el resto de América Latina y el Caribe.

Esa etapa impidió que la región pudiera organizar actos deportivos de envergadura, como es el caso de los Juegos Olímpicos.

Cuatro décadas después, América Latina parece haber recuperado vigor económico, con promedios de crecimiento económico otras vez de cinco por ciento, pero se enfrenta a coyunturas como el surgimiento de la inflación y la amenaza de una crisis alimentaria.

Río de Janeiro puja por ganar la sede para 2016, pero enfrenta una reñida pugna con Baku, la capital de Azerbaijan, Chicago, Doha, Madrid, Praga y hasta Tokio, que ya organizó las competencias en 1964. La Asamblea General del COI elegirá en octubre de 2009 en Copenhague, a una de ellas para hospedar a los juegos.

El año pasado, un grupo de empresarios intentó promover, sin éxito, a la ciudad de Monterrey, capital del norteño estado mexicano de Nuevo León y ubicada a 930 kilómetros de la capital del país, para candidata a los Juegos Olímpicos de 2016. Incluso, se creó una página electrónica, ahora inactiva, para impulsarla. Sin embargo, no se logró inscribirla ante el COI.

El COI cuenta con un instructivo para las nominaciones a ser sede. La ciudad aspirante tiene que responder a un cuestionario sobre varios temas. Luego de que expertos estudien sus respuestas, el Comité Ejecutivo del COI decide cuáles aplicaciones serán aceptadas como candidatos. Estas urbes pueden entonces continuar con el procedimiento y pasar a la fase de candidaturas concretas.

Las ciudades candidatas tienen varios meses en los que envían un expediente en respuesta a un segundo cuestionario del COI. Una Comisión de Evaluación tiene la tarea de analizar los archivos enviadas por las candidatas y hacerles visitas de inspección (cuatro días por ciudad).

Esa comisión elabora entonces un reporte para los miembros del COI, para permitirles juzgar la habilidad de cada ciudad para hospedar los juegos. Este reporte es hecho público no más allá de un mes antes del inicio de la sesión del COI, uno de cuyos roles es elegir las ciudades sede de los Juegos Olímpicos.

En septiembre pasado, Felipe Muñoz, presidente del Comité Olímpico Mexicano, descartó a Monterrey como candidata al considerar que el país no está preparado para organizar ahora esta competencia deportiva global.

A comienzos de este año, esa especie volvió a cobrar fuerza, pero ahora para 2020. En marzo, el gobernador de Nuevo León, Natividad González, dijo a la prensa que "Monterrey está listo para una justa de ese tipo, tiene la infraestructura necesaria y, si Guadalajara será sede de los (Juegos) Panamericanos en 2011, pues Monterrey puede organizar la olimpiada de 2020".

Monterrey, con 3,7 millones de habitantes, y Guadalajara, en el noroeste del país y a unos 300 kilómetros de la ciudad de México, son las principales plazas mexicanas, detrás de la capital.

México cuenta con una vasta experiencia en organizar actos de gran magnitud. Además de los Juegos Olímpicos de 1968, también fue responsable de los torneos mundiales de 1970 y 1986 de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA).

"Por antecedentes, México no para. Tiene una cantidad importante de antecedentes que ha organizado", señaló Gorraez.

"Unos juegos olímpicos y un mundial (de fútbol) se le dan a los países que el mundo moderno considera que van a dar el paso a sociedades maduras y modernas. Creo que Monterrey no es una opción, porque nos hemos quedado atrás", comentó, por su parte, de la Torre.

México acogió en 1968 a aproximadamente 5.000 atletas de 100 países en 172 pruebas. Nueve deportistas mexicanos treparon al podio. En octubre próximo el país celebrará 40 años de haber organizado los Juegos Olímpicos.

+China pide dejar la política de lado (https://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=89320) +América Latina abarca pero no aprieta (https://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=89311) + Detrás de las medallas (https://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=89324)

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