IRAQ: Avance político y militar de milicia sunita en Baquba

La más reciente operación militar en la provincia iraquí de Diyala puso de relieve el avance político y militar de las milicias sunitas Sahwa, a pesar de los obstáculos que, inicialmente, les puso el primer ministro Nouri al-Maliki.

El aparentemente exitoso embate contra combatientes y simpatizantes de la red extremista Al Qaeda comenzó el 29 de julio en esta inestable provincia y en la frontera con Irán. En ella participan fuerzas del ejército iraquí y de Sahwa.

Al parecer, el chiita Al-Maliki había abandonado su intención de luchar contra Sahwa, versión provincial de las milicias sunitas Fuerzas del Despertar creadas para combatir a Al Qaeda. Las fuerzas estadounidenses pagan a cada uno de sus 90.000 miembros en todo Iraq 300 dólares al mes.

Integrada, al igual que el resto de las Fuerzas del Despertar, por ex combatientes de la resistencia e incluso por algunos miembros de Al Qaeda, Sahwa terminó operando de forma autónoma y paralela al ejército y la policía.

Los combatientes de Sahwa se enfrentaron durante mucho tiempo con efectivos del ejército iraquí, pero lograron arrancar de las autoridades la promesa de crear 3.000 puestos para ellos en la policía nacional.
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Esta decisión responde a que Al-Maliki bajó los brazos, pues se había opuesto persistentemente a que combatientes de Sahwa se integraran a las fuerzas regulares.

"Ustedes lucharán mañana junto con nosotros contra Al Qaeda", le dijo el 2 de julio el comandante del ejército, general Ali Gaidan, a miembros de Sahwa en un campamento cerca del distrito de Kanan, 12 kilómetros al noreste de Baquba.

Junto a él se encontraba el primer ministro Al-Maliki, quien dejó de lado su reticencia cuando los líderes de Sahwa informaron a Gaidan de una lista de insurgentes desconocidos por el gobierno.

Como consecuencia, las autoridades decretaron un toque de queda de dos días en Baquba, capital de Diyala, para que las fuerzas de seguridad rastrillaran la zona. Pero la operación aún no terminó, pues continúa por las noches.

El portavoz del Ministerio de Interior, Abdul-Kareem Khalaf, informó que las propias fuerzas de seguridad echaron a correr rumores sobre el operativo, al que se denominó "Buena Nueva". La intención, explicó, era abrir "una brecha entre los líderes y sus seguidores en medio del caos".

Así, se les dio tiempo a los jefes de bajo rango para escaparse, lo cual creó divisiones entre combatientes y líderes.

"Cuando regresen", los desertores "no tendrán condiciones para trabajar porque habremos cambiado la zona con esta operación", dijo a IPS un general de la unidad de investigación criminal que pidió reserva de su identidad.

La policía, el ejército, la unidad de investigación criminal, del Ministerio del Interior, algunos jueces, la policía de tránsito y otros comandos de la misma secretaría participan en el operativo.

También fueron incluidos funcionarios de los ministerios de Agua, Electricidad y Salud, lo cual indica que se trata, por lo menos, de una maniobra publicitaria. Además, ministros y políticos locales se refirieron al plan, y con un tono solemne, en apariciones públicas.

Las fuerzas iraquíes sitiaron la provincia, pero hasta el momento la operación no implicó allanamientos masivos. Sí se dispusieron puestos de control en las calles y se restringió el movimiento de vehículos.

"Cuando se detiene a una persona debe trasladársela ante un comité de jueces en Al-Jawal, un campamento del ejército iraquí cerca de Baquba", señaló un general que pidió reserva de su identidad.

Se buscan "supuestos terroristas", añadió el general.

Sahwa desempeña un papel importante en el operativo. Contrariamente a lo esperado, se desplegaron muchos de sus combatientes.

La unión de esas fuerzas tan dispares fue inesperadamente bienvenida.

"Pensábamos que iban a ser crueles", dijo a IPS el comerciante local Amir Ali. "Nos parecieron muy educados y con buenos modales. Nos pidieron gentilmente que nos quedáramos en casa. Quedamos muy sorprendidos y nos llevamos una buena impresión."

La población local dio alimentos y agua a los combatientes y algunos, incluso, les ofrecieron sus baños para que se higienizaran.

Cien policías y 165 civiles fueron detenidos desde el comienzo del operativo. Fuentes oficiales iraquíes aseguraron que uno de los objetivos principales es detectar a supuestos miembros de Al Qaeda infiltrados en la fuerza.

Sahwa tiene ahora un lugar en el aparto del gobierno, al menos en esta provincia, un objetivo que esas milicias perseguían desde hace tiempo.

(* Ali, corresponsal en Bagdad, trabaja en estrecha colaboración con Dahr Jamail, especialista en Iraq de IPS, quien vive en Estados Unidos y ha escrito frecuentemente desde ese país y otros de Medio Oriente).

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