El líder de la oposición de Malasia, Anwar Ibrahim, conquistó un escaño legislativo en las elecciones anticipadas de su distrito, con lo que se mantiene en su carrera para ocupar el cargo de primer ministro.
Su principal adversario, el oficialista Arif Shah Omar Shah, apenas obtuvo la mitad de los votos logrados por Anwar en las elecciones de Permatang Pauh. Fue la primera vez que el líder opositor se presentó como candidato en 10 años.
La ola de júbilo por la victoria de Anwar trascendió Permatang Pauh y se hizo sentir en todo el territorio nacional.
La aplastante victoria del martes ratifica el retorno del dirigente al primer plano de la política malasia, luego de que en 1998 fuera acusado de sodomía, encarcelado seis años por esa causa y absuelto en 2004.
El regreso al parlamento de este ex viceprimer ministro sacudió el mapa político y lo acercó a su meta de comandar el gobierno.
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"El próximo paso es Putra Jaya", dijo a miles de seguidores en el centro de Permatang Pauh, en alusión a la capital administrativa, donde se encuentran las oficinas del primer ministro.
"Ganamos de modo decisivo y abrumador", agregó. "Ésta es una victoria para el pueblo. Es grandioso estar de regreso."
Éste es "un momento decisivo" para "una nueva Malasia" con menos enfrentamientos raciales, menos "temor" y menos "discriminación", sostuvo.
La coalición que encabeza Anwar, la Alianza Popular, cuenta con 82 de los 222 escaños del parlamento, y se propone atraer a sus filas a legisladores oficialistas antes del 16 de septiembre, la fecha patria malasia.
El resultado de estas elecciones "señala que los malasios, sin importar raza o religión, rechazan a la coalición gobernante" Barisan Nasional, encabezada por la Organización Nacional de Malayos Unidos (UMNO, pro sus siglas en inglés), dijo a IPS la experta estadounidense Bridget Welsh.
La ciudadanía malasia "quiere cambiar y cree que sólo Anwar puede desarrollar el cambio que el país necesita con urgencia", añadió Welsh, profesora de política del sudeste asiático en la Universidad John Hopkins.
Los comicios en Permatang Pauh representaron "un rechazo a medio siglo de régimen autocrático y arrogante", afirmó. "La gente quiere cambios y los quiere ahora."
Los candidatos se disputaron el escaño dejado vacante por la esposa de Anwar, Wan Azizah, para que él pudiera presentarse y, al ingresar en el parlamento, ponerse al frente de la alianza opositora de tres partidos en su avance hacia el gobierno.
La campaña electoral lanzada el 16 de este mes estuvo plagada de alusiones racistas y acusaciones sórdidas. El gobierno apeló a su control sobre los medios de comunicación para advertir a los 58.000 votantes habilitados en Permatang Pauh que Anwar era incapaz de cumplir con las funciones de primer ministro.
Con ese fin, el oficialismo esgrimió la acusación de un ex asistente de Anwar, Saiful Bukhari Azlan, de 23 años, quien demandó a su antiguo jefe ante la justicia el 26 de julio por agresión sexual.
Este episodio judicial refleja otro similar de 1998, que fue montado por las autoridades ante su avance político, según el líder opositor.
En vísperas de la proclamación de la candidatura de Anwar, Saiful apareció por televisión en una de las principales mezquitas de Kuala Lumpur y jurando sobre el Corán, libro sagrado del Islam, haber sido sodomizado por Anwar.
Pero el propio imán (clérigo) de la mezquita, Ramlang Porigi, se trasladó a Permatang Pauh a defender al candidato opositor y asegurar que la grabación en vídeo de la acusación fue un montaje.
Una encuesta anterior a la dramática aparición del imán Porigi, realizada por el privado Centro Merdeka, indicaba que 59 por ciento de los malasios musulmanes entrevistados consideraban que se trataba de un fraude políticamente motivado.
Al parecer, los votantes tampoco estuvieron de acuerdo con otro argumento del oficialismo: Anwar perjudicaría a la mayoría de la población, de etnia malaya y religión musulmana, hoy beneficiada por políticas de discriminación positiva que le dan ventaja por sobre la minoritaria comunidad china, económicamente poderosa, y la india, en su mayoría formada por descendientes de inmigrantes que llegaron al país durante la era colonial británica.
De cualquier manera, hay muchos escollos en el camino de Anwar hacia la jefatura del gobierno.
El primero es el juicio por sodomía, que se abrirá el 10 de septiembre. Si resulta procesado, el líder opositor podría perder su cargo legislativo.
El gobierno informó al parlamento este mes que los fiscales tienen muchas pruebas en contra de Anwar, aunque aseguraron que el juicio sería justo. El sexo entre personas del mismo sexo es ilegal en Malasia.
Anwar consideró que la corrupción generalizada en el Poder Judicial hace imposible un proceso justo.
Como consecuencia de las elecciones del martes, cada vez más dirigentes reclaman la renuncia inmediata del primer ministro Abdullah Badawi, que se ha propuesto hasta ahora permanecer en el cargo hasta junio de 2010.
Miembros de la UMNO prevén que Badawi será incapaz de detener a Anwar, y lo acusan de la derrota del martes, así como del desastre electoral del 8 de marzo, cuando, en comicios generales, la oposición conquistó el gobierno de cinco estados y elevó su presencia parlamentaria.
