El candidato a la presidencia de Estados Unidos Barack Obama deberá destacar en su agenda preocupaciones universales, como la salud y la economía, para consolidar sus posibilidades de triunfo, según dirigentes de su Partido Demócrata.
El primer candidato negro a la presidencia por uno de los dos grandes partidos políticos estadounidenses fue nominado por aclamación el miércoles, en la Convención Nacional Demócrata que sesiona en la ciudad de Denver.
Obama, cuya madre es una blanca del estado de Kansas y su padre nació en Kenia, intentó trascender las fronteras de la raza desde el inicio de su carrera hacia la Casa Blanca.
El representante Ben Chandler, convencional por el estado de Kentucky, afirmó que la mayor dificultad para Obama luego de la conferencia en Denver será "darle tranquilidad a mucha gente de todo el país que podría no sentirse cómoda eligiendo como presidente a un afroestadounidense".
Esta incomodidad es patente en lugares como el oeste del estado de Pennsylvania, donde la senadora Hillary Clinton derrotó a Obama en las elecciones primarias.
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"El racismo es tan fuerte y está tan arraigado allí que deberemos convencer a muchos votantes de que, si no lo votan, no podrán soportar otro gobierno del Partido Republicano", dijo Steve Lucas, de 20 años, uno de los convencionales más jóvenes por ese estado.
"Muchos no lo votarán porque es negro, aunque usarán cualquier otra excusa, y eso hará difícil que resulte electo", explicó.
Lucas dijo que concentra su campaña entre obreros de ese estado. "Les digo que apoyen a Obama porque tiene un mensaje progresista real hacia el cambio. Es inspirador", dijo Lucas a IPS.
El derecho a la salud, los de las minorías sexuales y la educación son cuestiones que le importan mucho al electorado de Pennsylvania, sostuvo.
Patricia Tupacz Scribner, con 20 años de militancia en el sindicato de trabajadores de la industria automovilística y delegada de Michigan, dijo que los votantes de ese estado no se atarán a las cuestiones raciales en las elecciones del 4 de noviembre.
"El obrero promedio debe apoyar a Obama porque no logrará nada de (el candidato del gobernante Partido Republicano John) McCain, excepto dificultades para todos", dijo Scribner. "Pero no confío en los republicanos. Harán lo que sea con el objetivo de inyectar el temor para desalentar el voto por Obama."
Michigan, que perdió miles de puestos de trabajo en la industria en los últimos años, es uno de los estados que no tienen preferencia definitiva por republicanos o demócratas, por lo que ni Obama ni McCain tienen asegurada la victoria en ellos.
Una encuesta realizada por WDIV/Detroit Free Press indicó que 46 por ciento de los entrevistados preferían a Obama, 39 por ciento a McCain y que 12 por ciento estaban indecisos. Y 31 por ciento acotaron que podrían cambiar de opinión hasta el día de las elecciones.
"Debemos concentrarnos en los problemas y no en la raza" del candidato, porque "todos somos iguales", dijo Scribner a IPS. "Me molesta que en Estados Unidos no haya servicios de salud para todos. Tenemos ancianos sin seguro médico, y eso es una vergüenza."
La agenda de salud de los demócratas tiene un incuestionable impacto electoral.
Unos 40 millones de ciudadanos estadounidenses carecen de toda cobertura médica. El Partido Demócrata cuestiona al gobierno republicano por ofrecer compensaciones a compañías financieras y farmacéuticas en lugar de insistir en un seguro universal de salud.
En Florida, que decidió las elecciones presidenciales de 2000 por 537 sufragios de ventaja para Bush, los activistas demócratas se están concentrando en los votantes recientemente registrados.
"Estamos muy entusiasmados y saldremos de Denver unidos", dijo el convencional de ese estado Luis Laredo. "No existen las elecciones fáciles", agregó, pero aseguró que trabajará duro para conseguir votos dentro de la gran comunidad de origen latinoamericano de Florida.
Esta comunidad decidirá los comicios en ese estado del sudeste de Estados Unidos, aseguró.
"Los del Partido Republicano son genios en campañas negativas, pero haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que Obama sea electo. La raza siempre tiene un rol que jugar en la política. Pero la candidatura de Obama es algo muy bueno para Estados Unidos", dijo.
"Soy un demócrata conservador, y no me importa de qué color es la piel" del candidato, sostuvo Laredo.
"Esta no es cuestión de blancos o negros", dijo la representante Karen Yarbrough, estrecha colaboradora de Obama en el Congreso legislativo. "Esto es, más que nada, cuestión de verde", agregó, aludiendo al color del dólar, la moneda estadounidense.