EDUCACIÓN-MÉXICO: Pruebas del desastre

Las evaluaciones sobre el conocimiento de los estudiantes de las escuelas primarias y secundarias de México arrojan resultados desalentadores, al igual que el del personal docente que es examinado para acceder a los cargos.

En junio de 2006, abril de 2007 y abril de 2008, la Secretaría (ministerio) de Educación realizó pruebas a miles de alumnos de esos dos niveles para determinar sus habilidades en matemática y manejo del idioma. Los resultados no variaron demasiado.

En la última, sólo 20 por ciento de los estudiantes de escuelas privadas, que suman alrededor de 800.000, se ubicaron en nivel excelente. En las públicas, donde cursan 34 millones, llegaron a ese rango apenas 3,8 por ciento de los examinados.

Además, las pruebas revelaron que ocho de cada 10 estudiantes concluyen la educación media con habilidades matemáticas insuficientes o elementales.

Cada gobierno ha presentado en su momento planes educativos con diversos énfasis. "La 'estrella' actual es evaluar hasta el cansancio, pero no vemos que detrás de esto exista un plan real de cambio", dijo a IPS Catalina Inclán, experta del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México.
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En cuanto a maestras y maestros, las autoridades informaron a mediados de mes sobre los resultados de una prueba realizada a quienes concursaron por ocupar nuevas plazas en las escuelas. De 71.000 examinados, casi 70 por ciento reprobaron.

Fue la primera evaluación a profesores mexicanos como requisito para trabajar. En el pasado, las plazas se entregaban por asignación directa con la intervención del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Denuncias de algunos docentes indicaron que los cargos se otorgaban a cambio de dinero o apoyos políticos.

"Las pruebas a estudiantes, que no han sido bien diseñadas pues miden el cumplimiento de una currícula, en lugar de habilidades y competencias, y que en ciertos puntos no son ni comparables con las anteriores, nos indican algo que ya sabíamos", señaló Inclán.

Con el caso de la primera evaluación docente sucedió lo mismo. En el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación se habían realizado estudios sobre la calidad de quienes ejercen esta profesión en 2007 y los resultados fueron similares, agregó.

El punto es que ni las primeras pruebas, cuyos resultados fueron ocultados por el gobierno en 1996, ni las actuales vinieron acompañadas de un plan que indique cómo se usa esta información para rescatar el sistema educativo, advirtió Inclán.

En 1996, el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) ocultó la baja nota sacada por México en una evaluación realizada en 45 países por la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo. El país quedó en último lugar.

Para Lucrecia Santibáñez, del Centro de Investigación y Docencia Económicas, "al haber ahora tantas evaluaciones las autoridades no se dan tiempo de planear o discutir sobre lo que se hace y sus resultados".

Pero el gobierno del conservador Felipe Calderón afirma otra cosa. Los resultados de las pruebas se usan para diseñar cambios en los planes de estudios, aseguran las autoridades del área educativa.

En mayo, el gobierno y el poderoso sindicato de profesores, que reúne a 120.000 afiliados, firmaron la llamada Alianza por la Calidad de la Educación, según la cual todas las plazas de ingreso y promoción de la carrera docente en las escuelas públicas serán asignadas por concurso.

El plan, uno de muchos acordados entre gobierno y sindicato en las últimas dos décadas, incluye además compromisos para capacitar y evaluar a esos profesionales y promesas para mejorar y ampliar la infraestructura física en el sector.

Inclán recordó que los últimos gobiernos firmaron acuerdos para mejorar la calidad educativa. Sin embargo la situación no ha cambiado, afirmó.

México daría un salto cualitativo, agregó, si pusiera énfasis en mejorar la formación docente. Pero las llamadas escuelas normales, que imparten la carrera de magisterio, no son buenas, mientras que la actualización y la capacitación se hacen en centros que tampoco respetan estándares de excelencia, señaló.

La baja calidad se da a pesar de que México destina 24 por ciento de su presupuesto a educación, la proporción más elevada entre los miembros plenos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con sede en París.

La Prueba Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA) realizada en 2006 por esa organización entre sus 32 miembros plenos y otros 27 asociados dejó a México en el puesto 43 en capacidades de lectura y manejo del idioma y en el 48 en destreza para la matemática.

Esa prueba, que se realiza a estudiantes de 15 años, colocó a este país en el último sitio en cuanto a capacidad para reflexionar bajo parámetros científicos e innovar, entre los miembros plenos de la OCDE, el llamado "club de los ricos" porque reúne a todos los países industriales y sólo a dos economías emergentes: Corea del Sur y México..

Para Jesús Silva Herzog, politólogo y columnista del diario Reforma, el sistema educativo mexicano "no aporta los conocimientos, no cultiva las habilidades para dialogar con el resto del mundo y competir con éxito".

La educación actual "mantiene, prolonga y aún amplía las desigualdades originales y mantiene un barranco que nos separa del planeta. La escuela tampoco aviva los talentos. Nada hacemos para alentar vocaciones. La escuela nos divide y nos aplana. Perpetuación de desigualdades e igualación de mediocridades", señaló.

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